Schick, el superhéroe de Xabi
El delantero checo Schick ha salvado hasta tres veces el récord de imbatibilidad del Leverkusen con goles en el tiempo de descuento. Sin él, los de Xabi Alonso hubiesen sido eliminados de la Europa League,
El Bayer Leverkusen sigue invicto esta temporada. Un récord que le está permitiendo liderar la Bundesliga con puño de hierro, estar vivo en la Europa League y en las semifinales de la DFB Pokal, apuntando a una temporada histórica. Ya va por 38 encuentros sin perder, pero varios de estos partidos han sido salvados en los últimos minutos. Y últimamente, siendo siempre el mismo hombre quien marca el gol decisivo: Patrick Schick.
Salvo un cómodo 2-0 ante el Wolfsburgo, en los otros cuatro de los últimos cinco partidos, el Leverkusen ha sudado hasta el pitido final para evitar la derrota. Y en ellos, el delantero checo ha sido el jugador clave. Todo empezó en Bakú, logrando empatar el 2-0 con el que se fue el Qarabag al descanso en la ida de los octavos de final de la Europa League. Wirtz redujo distancias en el minuto 70, pero fue Schick quien logró con un remate de cabeza el 2-2 en el minuto 92. Y en el partido de vuelta de una semana más tarde, Xabi volvió a necesitar a su superhéroe. Esta vez, siendo más increíble aún. Repitiéndose el patrón de llegar 1-2 abajo al descuento, Schick empató en el 93′ y evitó la prórroga en el 97′. El BayArena no se lo podía creer.
La increíble racha no se ha quedado ahí. Antes del parón de selecciones, el 1-3 del checo en el minuto 53 puso la puntilla al Friburgo, a quien no le sirvió de nada marcar el 2-3. Y el pasado sábado, con 1-1 en el minuto 91, Schick volvió a ponerse la capa de héroe para darle unos tres puntos importantísimos para los de Xabi, pues, horas más tarde, el Bayern perdió y se aumentó la distancia entre primero y segundo de la Bundesliga.
Xabi espera como agua de mayo a Boniface, su delantero estrella (16 goles en 23 partidos), quien está a punto de regresar de una lesión que le ha tenido fuera tres meses. El Leverkusen se las ha apañado sin él, pero necesitando tirar de épica en varios partidos. Ahí siempre ha aparecido Schick, que en su día fue el primer gran fichaje de Monchi cuando llegó a la Roma -aunque el experimento no salió bien-. Y cuando vuelva el nigeriano, el checo regresará al banquillo. Pero listo para salir si el equipo necesita una remontada épica en el tiempo de descuento.
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