Rechazo general a la tarjeta azul
Klopp, Pochettino, Ancelotti o Arteta han sido algunos de los nombres propios que no ven clara la idea de una cartulina nueva. “Genera más debate”.
La IFAB (International Football Association Board, órgano encargado de dictar las reglas del fútbol) llevará en su orden del día una propuesta para utilizar la tarjeta azul en el fútbol en la Asamblea General que se le celebrará el próximo 2 de marzo. La noticia cayó como una bomba dentro del seno del fútbol. El clamor generado hizo reaccionar a la FIFA que tuvo que indicar que la idea está en fase prematura. En Inglaterra han sido más que beligerantes con la posibilidad de que se implante su uso. “Tengo 56 años y no recuerdo la última vez que la IFAB tuvo una buena idea... si alguna vez ha tenido alguna. De primeras no me suena a idea fantástica”, se refirió Jürgen Klopp.
El entrenador del Liverpool no fue la única voz contraria a la propuesta de la IFAB. Carlo Ancelotti también hizo referencia en la previa del partido ante el Girona: “La idea general que tengo del reglamento es que debe caminar hacia simplificarse al máximo. Desconozco si la tarjeta azul, en concreto, lo hace”. La cascada de rechazos a la tarjeta azul no se hizo esperar: “No sé si estamos preparados para esto. Ya tenemos muchas cosas a la vez con las decisiones, con la tecnología... No sé si estamos listos para eso”, afirmó Mikel Arteta, técnico del Arsenal. Sobre esa línea continuó Mauricio Pochettino, que fue de los entrenadores que más se mojó: “Es difícil expresar lo que siento por la tarjeta azul. Creo que va a crear más debate. Va a ser más complicado para los árbitros, los jugadores y los aficionados. No es una buena idea. ¿Cuándo va a aplicar la amarilla, la roja o la azul? Va a ser muy difícil. Y una pregunta rápida: ¿Qué pasa con el portero? ¿Juegas sin el portero durante 10 minutos o puedes cambiar a un jugador que tiene que ponerse la camiseta del portero? Hay demasiadas preguntas”.
Hay que recordar que The Telegraph indicó que el posible uso de la nueva tarjeta castigaría las acciones que corten un ataque prometedor (pero que no sea suficiente para ser roja) o las protestas excesivas a un árbitro y supondrá la expulsión del jugador durante 10 minutos. El clamor general en contra de la nueva cartulina puede provocar que la propuesta se quede en saco roto. El día 2 de marzo se sabrá. Puede haber marcha atrás con la tarjeta azul.