Luis Enrique: límite City

Llegó la hora de la verdad para Luis Enrique, cuyo futuro podría diezmarse si no consigue sacar adelante la final del miércoles en la Champions League contra el Manchester City. El PSG se juega su supervivencia en la máxima competición europea, en la que apenas ha sumado 7 puntos de 18 posibles, y una derrota podría menguar la confianza en el técnico asturiano, sobresaliente a nivel nacional, insípido en la Copa de Europa.

Hasta la fecha, los resultados del gijonés no admiten debate en liga y copa. Ha ganado todos los títulos nacionales desde que aterrizó en París en 2023, se ha convertido en el líder del vestuario y ha aplacado las efímeras grietas que han hecho acto de presencia a nivel interno. Motivos suficientes como para renovarle, pero una derrota frente al City pondría en entredicho, porque la Champions es así de cruel, el extraordinario trabajo que ha vertido en la capital francesa desde hace un año y medio.

En octubre, el PSG y Luis Enrique acordaron una prolongación de contrato de dos temporadas, hasta 2027, estampando el asturiano incluso su firma para ratificarlo. Sin embargo, el club no ha encontrado el momento idóneo para formalizar la renovación y en Francia se llegó a barruntar que una prematura eliminación en la Champions, en la que está contra las cuerdas, podría postergar un matrimonio que parecía inquebrantable hace meses.

Por ello, el partido ante el City es una final, porque poco importa para la afición del PSG lo hecho hasta ahora en liga, el dominio abrumador que ha mostrado el equipo a lo largo de la temporada en Francia y las decisiones que ha tomado Luis Enrique. Si no se gana, los nervios aflorarán a orillas del Río Sena, con un entrenador que, a pesar de haber alcanzado las semifinales en la última edición, sería duramente criticado, porque la temporada, a ojos del Parque de los Príncipes, podría estar terminada incluso volviendo a arrasar a nivel nacional.

El PSG, no obstante, ha exteriorizado, a través de su presidente Al Khelaïfi, que pase lo que pase en Champions no tomará ninguna decisión drástica con Luis Enrique. La confianza en el español es máxima, pero la Copa de Europa ha sido verdugo de un sinfín de grandes entrenadores en París, que, como el español, también arrasaron en liga y en Francia. El qatarí le definió como “el mejor entrenador del mundo” y no atisba un futuro sin su dirección de campo. Pero para Qatar, propietario del club, una debacle tan prematura podría tener consecuencias.

El propio Luis Enrique, después de perder contra el Atlético de Madrid, dijo que “el club tomará las medidas oportunas si no pasamos en Champions”, un mensaje enigmático que volvió a poner en tela de juicio su continuidad, incluso habiendo firmado ya el contrato de su renovación. El exentrenador del Barcelona se enfrenta a un plebiscito que podría ser definitivo en el Parque de los Príncipes, a pesar de estar invicto en la liga francesa, de no haber perdido todavía fuera de casa en Francia y tras haber conseguido todos los títulos posibles en suelo galo.

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