Pablo Longoria, a AS en la previa del PSG-Marsella: “Es el partido de referencia del fútbol francés”
El presidente español del OM, Pablo Longoria, atiende a Diario AS a pocas horas de afrontar el partido más importante de la temporada contra el PSG en París.
Tiene 36 años, es presidente el equipo más grande de Francia y su trabajo está marcando tendencia en el fútbol francés. Pablo Longoria (9 de junio de 1986, Oviedo, España) atiende a Diario AS en la previa del Clásico entre PSG y Olympique de Marsella que podría ser trascendental por el liderato de la Ligue 1. Sereno, tranquilo y con una visión del fútbol global, el ovetense reconoce que no está nervioso, aboga por una expansión del fútbol francés a nivel económico y espera que su equipo de una gran imagen en París como ya hiciera en Lisboa en la Champions League.
Lo primero que quería preguntarle, en la previa del PSG-Marsella, es cómo se viven los nervios antes de un partido de tal magnitud.
Yo creo que los nervios en partidos importantes, como también fue el caso de Lisboa entre semana, se transmiten más o se expresa más en esperanza, en imaginarte hacer un buen partido y un encuentro serio. Tengo más nervios en los partidos en los que estás obligado a ganar contra equipos de la zona baja que en los más importantes. Me llegan más los nervios en esos.
¿Es el mayor reto de su carrera ser presidente de un club tan histórico y con una afición tan pasional como la del Olympique de Marsella? Generalmente le vemos en los partidos de fútbol sufrir muchísimo en los palcos y vivir el fútbol con una pasión desmesurada.
Para mí es una grandísima oportunidad, es algo de lo que disfruto cada día más. Me encuentro muy bien en estos momentos. Lo asumo como una gran oportunidad para desarrollar un proyecto. Y, desde luego, desarrollar un proyecto en un equipo tan pasional, es bonito por todas las emociones que existen en Marsella. Para alguien pasional, vivir estas emociones es algo único.
Tiene 36 años, ha pasado por equipos como la Juventus, Sassuolo o Valencia, ahora es presidente del Marsella… ¿No es consciente de lo que ha conseguido siendo tan joven o es para usted algo secundario?
Para mí es secundario. Mi día a día se basa en construir un proyecto que vuelva a las bases del fútbol. Poner el fútbol en el centro es para mí lo más importante. Esta juventud y quizá el hecho de haber hecho una carrera tan rápido es lo que me hace disfrutar y tener la perspectiva necesaria para que el proyecto vuelva a los orígenes de por qué amamos el fútbol.
¿Es el PSG-Marsella el partido más importante del fútbol francés y uno de los más atractivos del fútbol europeo?
Desde luego. Siempre que veía partidos de la Ligue 1 ponía el PSG-Marsella como el partido de referencia del fútbol francés. Y, desde luego, es uno de los partidos más grandes del fútbol europeo. A cualquier aficionado del fútbol le gusta ver partidos de rivalidad y de grandes equipos. Es el partido con más pasión. Para alguien que esté cerca de la atmósfera del Olympique de Marsella, es algo único para los aficionados.
En apenas un año y medio, ha tenido que reponerse a duras bajas, ha tenido que confeccionar dos equipos en tiempo récord (Temporada 2021-2022 y 2022-2023) y, además, en verano se fue Sampaoli el día dos de la pretemporada. ¿Es difícil rearmar un equipo en tan poco tiempo? ¿Cómo se le ocurre fichar a Tudor justo cuando se marcha el argentino?
Lo más difícil en el fútbol es hacer mercado. Siempre es un riesgo cambiar plantilla. Es complicado, por no decir imposible, acertar siempre con los jugadores y lograr que se adapten al colectivo. Es más fácil siempre que vamos a perfiles de jugadores pensando en una idea colectiva de construcción. Respecto a Tudor, no contábamos con la salida de Sampaoli. La idea era mutar hacia un fútbol más físico la próxima temporada. Hemos anticipado un año. La llegada de Ribalta ha sido fundamental. Javier era alguien que creía mucho en esta idea de fútbol en la que queríamos evolucionar.
Me dijo Ribalta que el modelo a seguir era fijarse en la Atalanta…
Sí, es una referencia la Atalanta. Creo que la distancia económica que existe entre muchos equipos europeos y nuestra realidad, la manera de reducir la distancia es practicando un fútbol vertical, atractivo y que busque acercarse a ello.
¿Cómo es su método de trabajo a la hora de detectar que un jugador, y no otro por determinadas características, encaja con la idea de juego del equipo?
Hay dos factores importantes. Lo fundamental es tener un equipo de trabajo. La segunda es pensar el fútbol como una identidad colectiva y no de forma individual. Identificarse con el entrenador, tratar de meterse en su cabeza lo más rápido posible para entender cómo un jugador se puede adaptar al colectivo y si tiene las características adecuadas para el estilo del técnico. También asociarles a nivel técnico y psicológico. En definitiva, imaginarte sobre el papel cómo puede encajar con el entrenador para formar un equipo.
El equipo va 3º, está a tres puntos del PSG después de diez jornadas y, además, sigue vivo en la Champions League. ¿Si ganan en el Parque de los Príncipes se van a creer que pueden realmente pelearle de tú a tú la Ligue 1 al PSG?
Nosotros teníamos siempre dos objetivos. Uno el de ser un equipo serio, competitivo, que pudiese estar a la altura de la competición de forma seria. En la Champions era el objetivo principal. El segundo es practicar una idea muy concreta y de autor como es Tudor, de hacer marcas individuales y ser un equipo físico y competitivo. Este concepto de juego nos va a llevar al resultado. Tratar de jugar partido a partido con un alto grado de competitividad.
En una entrevista a El País dijo usted que la formación de los jugadores franceses se parecía a la NBA en el aspecto humano. ¿A qué quería referirse exactamente con esa declaración?
Hay dos cosas que son claves aquí. Para mí, por una parte, hay que destacar el gran número de talento que existe dentro del fútbol francés. Esto significa que es uno de los países con mayor producción de futbolistas. Esto se produce porque son jugadores que, individualmente, disfrutan del juego. Y dentro de la NBA, haciendo esa analogía con el fútbol francés, es una formación que, para mí, que he trabajado en Italia, es chocante, porque es mucho más analítica la formación de los jugadores que en el resto de Europa.
Usted me dijo en una charla que quería un club gestionado a ‘la española’, es decir, sin la necesidad de depender excesivamente del capital externo. ¿Cree que un modelo de un club saneado es la vía más viable para el crecimiento de los clubes franceses? El PSG, por supuesto, está fuera de norma.
Para mí, hay que hacer fútbol con los medios que tenemos a disposición. Esa es la clave. Es tratar de hacerlo lo mejor posible con los medios que tienes en el club, con el respaldo de los propietarios, claro. Creo mucho en las reglas económicas para que se instauren en los campeonatos. Por eso digo a la española. El fútbol tiene que hacerse con racionalidad económica. Soy un gran partidario del modelo económico que se aplica en España. Creo que esto es el futuro de todos los campeonatos.
En Francia se dice que usted abogaba por una reforma de la DNCG, el organismo financiero de los clubes franceses, para evitar descalabros económicos. El diario L’Équipe, en marzo, informaba de que a partir de enero los clubes no deberán gastar más del 70 % de su masa salarial. ¿Os ha llegado alguna noticia al respecto?
No, no nos ha llegado nada. Esto si es bueno concretizarlo. Nosotros tenemos ahora una gran relación con la DNCG, el organismo financiero. Creemos en el control económico de los campeonatos. Incluso nos hemos reunido en Marsella, hemos discutido, tratamos de ser a su vez propositivos en algunos aspectos… Ese ratio que mencionas, existe para muchos clubes. No solo existe para destinar el 70 % en masa salarial. También están las comisiones a agentes, lo salarios… A medida que tu hagas plusvalías, no solo apliques plusvalías una temporada, sino que se haga en tres. En el campeonato creo que es una fórmula de gestión económica que va a favorecer mucho el fútbol francés.
¿Cree que el fútbol francés está infravalorado? ¿Por qué?
Creo que el fútbol francés no está reconocido para su grandeza. Cuando llegué, me sorprendió el nivel del campeonato. Creo que no está a la altura de la potencia que es a nivel económico que es Francia. Creo que tiene mucho margen de progresión. Creo que a través de gente como tú, podríamos contar más historias en este fútbol. El derbi del Norte, el Lorient, el Rennes-Nantes, un derbi de mucha rivalidad… El nivel de fútbol del campeonato es algo que tiene que llegar al espectador de fútbol para que sea un campeonato más atractivo.
La penúltima. ¿Qué puede hacer la Ligue 1 para acercarse al top-4 de Europa y para evitar que cada temporada salga la mayor promesa porque no considera el campeonato lo suficientemente competitivo como para asentarse cinco años en el mismo?
Ese es el círculo negativo del fútbol francés. Un modelo económico basado en la venta de jugadores. Un campeonato, para crecer, se tiene que basar en la retención de los mejores talentos. Para llegar a eso, debemos trabajar para mejorar nuestro contrato televisivo nacional. Después de ello, después de crear competencia y explotar mucho mejor el producto que tenemos, que es de calidad, hay que ir a lo internacional, que podemos rascar mucho dinero y es un contrato atractivo. Y ese aumento de los derechos de televisión, creo que va a provocar que la retención de talento será mucho más alta. El margen de progresión, en términos televisivos, es muy grande. Por ejemplo, muchos países se hacen la pregunta de cómo maximizar los derechos una vez han tocado techo. En Francia estamos todavía lejos de nuestro techo de explotación de los derechos. Eso provocaría la retención de talento nacional.
La última, ¿un pronóstico para el domingo?
Salir al campo, ser competitivos, hacer un partido muy serio como hicimos en Lisboa… Veo a los jugadores del Olympique de Marsella muy motivados y con muchas ganas de hacer un partido muy serio como ya hicimos la semana pasada ante el Sporting.