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REAL MADRID | ÓSCAR ARANDA

Óscar Aranda: “Gracias al Real Madrid soy futbolista profesional”

Aranda salió del Castilla en verano, tras el disgusto de Elda, rumbo al Famalicão. Allí debutó, con gol, ante un Braga que ya ha pasado por un Bernabéu donde Óscar soñó debutar. Desde Portugal, atiende a AS.

Óscar Aranda: “Gracias al Real Madrid soy futbolista profesional”

“Un día llega mi padre y me dice: ‘Ha llamado el Real Madrid’. Que estaban interesados y que querían que al día siguiente visitara Valdebebas”. Así recuerda, con una media sonrisa, Óscar Aranda (Granada, 21 años) el momento en que, en 2018, el equipo blanco tocó su puerta. “Querían que visitara Valdebebas al día siguiente”. Y allí se plantó. “Yo era del Madrid y cuando te llaman...”. No se diga más. Han sido cuatro temporadas en La Fábrica, con un éxito por encima del resto, la Youth League de 2020. O casi del resto, porque el mini-Clásico contra su hermano Antonio que agitó el grupo familiar de Whatsapp está por encima (”es mi recuerdo favorito en el mundo del fútbol”).

También hay uno amargo, el último. Aquel Eldense-Castilla donde los locales robaron la cartera al nazarí en el 114′ y el sueño se esfumó con un tanto de Juanto. Aranda quiso resarcirse con un chut desde el centro del campo, sobre la bocina, que no entró de milagro. “Salí triste, enfadado conmigo mismo de allí”, reconoce sincero, aunque sólo conjuga el verbo “aprender”. “A mitad de verano me llamó Raúl y hablamos”, recuerda. Pero el mercado le llevó al Famalicao. Allí se estrenó contra un Braga que ya se ha enfrentado a un Real Madrid donde un día soñó debutar (”siempre he confiado en mis posibilidades”). Puesta en escena que no fue de cualquier manera, lo hizo con el gol de la victoria. En Portugal está feliz y desde allí atiende a Diario AS, para recorrer una carrera incipiente a la que, de momento, puntúa con “un notable alto”.

¿Qué tal le va en Portugal? ¿Cómo ha sido la adaptación?

Ha sido una adaptación fácil. Cambiar de país siempre tiene su complicación, pero el vestuario me recibió muy bien desde el primer momento. Muchos compañeros hablan castellano. En ese sentido se hizo mucho más fácil.

El tema del idioma... ¿Mucho ‘portuñol’?

Un poco como se puede (ríe). Al míster se le entiende y si hay algo que no entiendo, les pregunto a los compañeros.

Empezar con el gol de la victoria, precisamente al Braga, ayudaría.

Eso ayuda, seguro. Famalicao nunca había ganado en el campo del Braga. Meter en ese minuto [marcó en el 95′] para dar los tres puntos al equipo cuando llevaba tan poco tiempo… Mejor imposible.

¿Se había imaginado un debut así?

Uno siempre se imagina las cosas que quiere en el partido. Yo había pensado en hacer un buen debut, claro. Pero llegas ahí y haces eso... por mucho que tú te imagines no llegas a ese punto. Contento por eso.

Han pasado tres meses desde aquel partido contra el Braga y el Madrid ya se ha enfrentado a ellos. ¿Cómo era aquel Braga al que ustedes se enfrentaron?

La Liga portuguesa es muy competitiva. Me parece un gran equipo, como se ha visto: está organizado, juega bien con el balón y sobre todo arriba, a la hora de las transiciones, los jugadores ofensivos tienen mucha capacidad individual para crear situaciones de peligro en cualquier momento del partido.

En los últimos años muchos jugadores jóvenes españoles se han ido a crecer futbolísticamente a Portugal. ¿Qué le hizo a usted decantarse por la liga portuguesa y por el Famalicao?

Seguía la liga portuguesa y, por la forma de jugar los equipos, sabía que me iba a adaptar bien. El presidente y el entrenador me llamaron y me transmitieron un proyecto deportivo que yo vi que me iba a ayudar en mi desarrollo. El interés que demostraron por mí me hizo decidirme por el Famalicao.

“La liga portuguesa es muy competitiva, la seguía de antes y, por la forma de jugar los equipos, sabía que me iba a adaptar bien”

Óscar Aranda, sobre su adaptación

Rebobinemos. Cuatro temporadas en el Madrid. Conocemos el final, pero, ¿cómo fue el principio?

Era un niño y en Granada me tomaba el fútbol como diversión, como cualquier niño. Un día llega mi padre y me dice: “Ha llamado el Real Madrid”. Que estaban interesados y que querían que al día siguiente visitara Valdebebas. Yo era del Real Madrid. Es el mejor equipo del mundo y cuando te llaman, sientes la emoción de cualquier niño. Yo y toda mi familia. Luego allí, para mí es la mejor experiencia que puede vivir un niño en categorías inferiores. Ser parte de ese club... A mí personalmente eso me ha ayudado mucho. Gracias a eso hoy estoy aquí, en una situación en la que en ese momento quería verme, como futbolista profesional. Sabes que tienes que disfrutar cada día de los buenos momentos y también vivir los malos, que son los que te van a hacer crecer. A cualquier futbolista de esa edad le ayuda siempre.

No será sencillo gestionar ese salto de Granada al Madrid, tan joven.

Un niño tiene la idea de ‘me ha llamado el Real Madrid, soy el mejor’, pero tu familia y tus amigos te mantienen con los pies en el suelo. Siendo un niño, si te llama el Madrid, es normal que te crezcas un poquito. También el club te ayuda a aguantar la presión, toda la exposición mediática que tienes.

Aranda salta sobre Fuidias, a la derecha, eufóricos por haber superado al Benfica y alzar la Youth League.
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Aranda salta sobre Fuidias, a la derecha, eufóricos por haber superado al Benfica y alzar la Youth League.FABRICE COFFRINIAFP

Estuvo dos temporadas en el Castilla con Raúl. Pero ya le tuvo de entrenador en aquella fase final de la Youth League en el verano de 2020. ¿Cómo fue volver del confinamiento y de pronto encontrarse con una leyenda en el vestuario?

Ese equipo se formó después del confinamiento con lo que Raúl quiso. Él me llamó antes de volver a los entrenamientos para decirme que contaba conmigo. Era un sueño que un jugador al que admiras, que alguien como Raúl sea tu entrenador.

Hicieron algo histórico. Todavía son la única generación que ha ganado la Youth League para el Real Madrid. ¿Se lo recuerdan mucho?

De vez en cuando. Es un recuerdo que siempre llevas contigo. En esa edad sigues siendo un niño y es una competición muy ilusionante para nosotros.

Pablo Ramón nos decía hace poco en AS que esa Youth League era su mejor recuerdo en el fútbol. ¿Diría lo mismo?

Si me preguntas hace tres meses te digo que sí. Ahora lo pongo un poco a la par con el debut que tuve en el Famalicao. Aunque quizás sí pondría antes la Youth League.

¿Cómo le recibieron en el Famalicao? ¿Se siente ya un ídolo?

Ídolo no, sí me siento muy querido por la afición. La gente aquí en Portugal vive mucho el fútbol. Es un ambiente muy sano entre equipo y afición.

Volviendo un poco a Raúl, ¿cómo es como entrenador en el día a día?

Es un entrenador muy exigente, muy perfeccionista con la idea que tiene del fútbol. Y es una idea que se transmite muy bien a la hora de hacer crecer a los jugadores. Eso ayuda mucho al jugador para dar el salto al primer equipo o cuando sale fuera, porque el Madrid no dura para siempre.

En esos meses finales de contrato, ¿se va uno preparando para salir del Madrid?

Yo no lo pensé tanto. Te lo planteas luego cuando llega el mercado. Yo tomé mi decisión de venir al Famalicao porque me sentía preparado para dar el paso. Llegas a un club de Primera División, en un país nuevo... Hasta ahora creo que fue la decisión correcta.

Vamos a sacarle una sonrisa. En el Castilla jugó un mini-Clásico frente a su hermano Antonio. ¿Cómo fue aquello?

(Sonríe) Pues mira, quizás ese sea mi recuerdo favorito en el mundo del fútbol. Yo tengo una relación de uña y carne con mi hermano, tenemos mucha afinidad. Cuando te ves jugando un Barça-Madrid de filiales, el uno contra el otro, sientes emoción y orgullo. Por ti y por tu hermano. Es increíble.

Óscar y Antonio Aranda, uno en el Castilla, el otro en el Barça Atlètic.
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Óscar y Antonio Aranda, uno en el Castilla, el otro en el Barça Atlètic.DIARIO AS

¿Y cómo se vivió en casa? ¿Qué se decía en el grupo de WhatsApp de la familia Aranda?

En casa transmitían tranquilidad, porque se habló mucho del hecho de que nos enfrentásemos dos hermanos. Pero en su cara se veía que estaban más nerviosos que nosotros. Querían que disfrutáramos de ese partido y de ese momento.

Se quedaron a nada de hacer historia también con el Castilla. Incluso hubo un momento que se les veía que podían ascender directos. ¿Se les quedó esa espinita?

Durante la temporada pasamos por muchas situaciones. Sí hubo momentos en los que nos vimos capaces de ascender directamente, luego te mentalizas que te toca el playoff... Son partidos duros contra gente experimentada, que es algo que nos falta a los filiales, la experiencia.

“Salí enfadado conmigo mismo del ‘playoff’, pero me sirvió para seguir adelante”

Óscar Aranda, en AS

¿Se hubieran quedado ‘los veteranos’ en el Castilla para jugar en Segunda?

No sabemos qué hubiera pasado en Segunda División, si nos hubiéramos quedado o no. Pero sí habría sido bonito para el club.

El playoff fue cruel. ¿Cómo recuerda usted esos últimos minutos en Elda?

Al final, son momentos. Ocurren y tienen que ser así. Para que tú aprendas ciertas cosas. Yo, personalmente, es cierto que fue muy duro. Un momento en el que yo salí triste, enfadado conmigo mismo de allí. Pero, por mi mentalidad sé que después de lo malo, viene algo bueno. Me sirvió para seguir hacia adelante.

¿Habla después con Raúl? ¿O se calman solas las aguas?

Fue un poco así, dejamos que todo siguiera su curso. Es lo que tiene que pasar. Sí que es cierto que a mitad de verano Raúl me llamó y estuve hablando con él. Pero la situación tenía que seguir su propio curso. Se hizo así y ya está.

¿Subía a menudo a entrenar con el primer equipo?

Muchas veces lo hacía, sí.

¿Cómo se sentía? ¿Se veía capaz de igualar ese nivel? Imagino que le rondaría la mente el potencial debut...

Siempre he confiado mucho en mis capacidades. Me veía entrenando y me veía bien. Luego ves a jugadores que has admirado toda tu vida y ves todo lo que trabajan. Entiendes que tienen talento, pero también mucho trabajo detrás. Hasta ahí quieres llegar y debes aprender todo lo que puedas.

Alguno le sorprendería más que el resto, ¿no?

Te sorprenden muchos, es normal, pero yo siempre me quedo, aunque no sea un estilo o posición similar al mío, con Toni Kroos. Me parecía un jugador escandaloso. Cuando llegabas, la bola ya no estaba. Te dejaba un poco como diciendo: “¿Qué tengo que hacer para llegar a tiempo y quitarle el balón?” Sí, sí, me quedaría, sin duda, con Toni Kroos.

Y tras aquel mal trago, el mercado le llevó a Portugal. Ya son varios españoles allí en equipos muy cercanos. ¿Tiene relación con ellos?

Con algunos sí. Con Adrián Marín he coincidido dos o tres veces y es una persona fantástica. Aquí en el fútbol portugués hay algo que se está haciendo muy bien y al futbolista español le viene muy bien para crecer como jugador. Yo mismo noto cómo estoy madurando y estoy muy contento.

¿Se adapta mejor a su manera de entender el fútbol el profesionalismo que una Primera RFEF a veces complicada para filiales?

Es verdad que yo me he caracterizado por seguir un poco mi inspiración del momento. No pensar mucho y dejarme llevar por la creatividad de la situación. Entonces, mi fútbol no ha cambiado mucho. Juego parecido ahora a como lo hacía allí, pero sí que en Primera RFEF, como dices, el Castilla sufre ante equipos experimentados y a veces tocan equipos cerrados. Pero mi fútbol es parecido en cualquier parte.

“¡Kroos es un escándalo! Te dejaba diciendo: ‘¿Qué tengo que hacer para llegar a tiempo y quitarle el balón?’”

Óscar Aranda, en AS

Jugar contra el Madrid, sin importar la categoría, es el partido del año para muchos jugadores, ¿cambia esa percepción en el Famalicao? Aunque el crecimiento es enorme, los grandes aún quedan algo lejos...

Es cierto que contra el Madrid los rivales siempre salen... (Piensa) ¡Como lo haría yo! (risas) Con más ganas que nunca y porque es un partido que verá mucha gente. Aquí los jugadores ya no piensan en ese tipo de cosas. Piensan que se lo juegan todo en cada partido. Aquí tres puntos más o menos cambian mucho las cosas. Por eso pienso que es parecida la manera de afrontar los partidos de los rivales.

En lo colectivo, ¿el reto es Europa?

Hemos comenzado la temporada muy bien. Somos jóvenes, pero tenemos muchísimas ganas. Es el objetivo, sí, Europa. Ojalá que podamos meter al equipo.

¿Y en lo personal?

El principal, cuando llegué y ahora sigue siendo el mismo, crecer mucho en el Famalicao y ayudar al equipo en todo lo que pueda. Si lo consigues, te estás ayudando a ti también.

Para cerrar, si echa la vista atrás, ¿qué nota se pone desde que salió de Granada hasta el día de hoy?

Pondría un notable alto. Siempre se puede dar más (risas). Dejamos el 10 para cuando termine la carrera, que seguro que será así.

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