Nadie miraba a Minteh

La previa del partido se centró en Santiago Giménez. No sin argumentos, el mexicano era quien causaba el pánico entre los analistas del Atlético. Pero finalmente fue Minteh quien metió más nervios en las piernas de los defensores visitantes. Cada vez que el gambiano encaraba, el cambio de ritmo amenazaba. Ya fue así en el Metropolitano, cuando salió desde el banquillo. El sábado pasado volvió a jugar tras más de un mes lesionado y cuando le dio el pase a Giménez para el 1-2, todos sus compañeros fueron antes a felicitar al asistente que al goleador. Pocas veces pasa eso. Ninguna en la que el protagonista no sea tan bueno fuera del campo como dentro de él.

El Feyenoord es matemáticamente equipo de Europa League. Y aunque sea un buen Feyenoord, seguramente ese sea su nivel real. Una competición en la que, más que sentirse competitivo, puede sentirse ganador. Este equipo no es solo Santiago Giménez. También es la agilidad de Minteh, el desborde de Paixão, la lucha de Hartman, la capacidad llegadora de Timber, la talentosa zurda de Stengs, la solidez en el centro del campo de Wieffer, la seguridad bajo palos de Bijlow... jugadores muy interesantes, ninguno de ellos mayor de 25 años, que forman un equipazo. Cuando los equipos neerlandeses juntan una generación con tanto talento y la aguantan un par de años, se ven equipos muy competitivos. Aunque es más fácil cuando los entrenan técnicos tan buenos como Arne Slot.

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