Meteórico Mbappé

El sábado, contra Gibraltar, Kylian Mbappé alcanzó los 300 goles como profesional. A sus 24 años, el capitán de la selección francesa ha experimentado una ascensión fulgurante en el mundo del fútbol, erigiéndose como el máximo goleador de la historia de su club, el PSG, como el tercer máximo anotador de Les Bleus, con 46 tantos, por detrás de Giroud y Henry, y convirtiéndose en el epicentro del mercado de fichajes durante un lustro debido al fuerte interés del Real Madrid que contrastaba con la insistencia del PSG por renovarle.

Con 24 años y 333 días, nadie en la historia del fútbol, ni siquiera Pelé, habían cosechado tales cifras en tan poco tiempo. Mbappé alcanzó los 300 goles después de endosarle un hat-trick a Gibraltar, en un partido intrascendente que acabó con 14-0 a favor de la selección francesa. Por poner en contexto, Messi, a su edad, llevaba 274 dianas acumuladas, pero también hay que matizar que no jugaba de delantero centro. El segundo en la clasificación, por delante del argentino, es Neymar, que había anotado 277 goles. Cristiano, por su parte, antes de convertirse en el mejor goleador del mundo, contaba con 158, antes de reconvertirse en un delantero total, sobre todo en su etapa en el Real Madrid, en la que marcaba prácticamente en cada partido.

“Todo el mundo cambia su juego. Jugué con Leo Messi, que cambió su forma de jugar para seguir siendo diferencial”, reconocía el pasado domingo Mbappé, sonriente, en una entrevista con Telefoot. La forma de jugar del delantero francés ha experimentado numerosos cambios. Comenzó jugando en la banda derecha, adaptándose a la posición de extremo porque Neymar y Cavani, en su día, monopolizaban el ataque del PSG. Después, cuando ya adquirió una mayor relevancia en París, se habituó a alternar la posición de extremo izquierdo con la de delantero centro, esa que no le gustaba la temporada pasada, mientras que en el presente curso actúa con más libertad entre líneas con un delantero centro que le hace aclarados.

Los números que atesora en comparación con otras grandes leyendas del fútbol francés son incontestables. Mbappé necesitó 24 años para alcanzar los 300 goles como profesional, mientras que otros, como Platini, tuvieron que esperar hasta los 29. Si bien es cierto que antes el número de partido era ostensiblemente inferior a la infernal carga actual, Henry, el máximo goleador histórico de Francia hasta que Giroud le desbancó en el Mundial de Qatar, no llegó a las 300 dianas hasta los 30 años y 43 días, tal y como explica el diario L’Équipe en un gráfico. El máximo goleador actual, Giroud, cuya explosión fue tardía, necesitó 35 años y 388 días para entrar en este selecto grupo.

Mbappé ha mutado su juego para convertirse en un rematador total, mejorando sustancialmente el ratio de goles por partido. En la temporada 2021/2022, en la que anotó 48 tantos, acumuló un porcentaje de 0,89. En la siguiente, la 2022/2023, se fue al 0,96 y, durante la presente campaña, en la que ya lleva 21 dianas, ha elevado su ratio al 1,11 goles por partido. Números que evidencian que su hambre de seguir marcando las diferencias aumenta exponencialmente cada año.

La transformación de Mbappé, seguro, sufrirá cambios en los próximos años. “Es el fútbol el que dicta su tiempo. Si no cambias, el fútbol avanza y caes en el olvido. Incluso los más grandes han tenido que cambiar cosas”, declaraba el domingo. Su remate de cabeza, que apenas utiliza, podría ser el último recurso que le elevaría a los altares. El futuro del talento de Bondy, de momento, se encuentra en stand-by, pero en los meses venideros, como viene siendo habitual, se hablará continuamente de cuál será el siguiente paso en la carrera de un delantero que, a pesar del enorme potencial que atesora, todavía no ha sido capaz de ganar la Champions League.

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