Messi se juega el Mundial
Jordi Alba vuelve al equipo después de su ausencia contra Al Ahly. El empate contra los egipcios obliga a Inter Miami a ganar al Oporto si quiere mantener sus opciones de estar en octavos.
El Mundial de Clubes empieza a coger velocidad e Inter Miami corre el riesgo de salirse en la primera curva complicada. El empate en el partido inaugural contra los egipcios de Al Ahly dejó al equipo de Leo Messi en una situación comprometida y le obliga a ganar al Oporto si quiere mantener sus opciones de avanzar hasta octavos. La puesta en escena de Las Garzas dejó muchas dudas y una certeza, que solo con Messi no le alcanza para discutir la clasificación a Oporto y Palmeiras.
Contra el Oporto contará con el ‘refuerzo’ de Jordi Alba, el mejor socio de Messi en ataque y que estuvo ausente contra Al Ahly por lesión. El regreso de Alba es un alivio para su entrenador, Javier Mascherano, y un motivo de inquietud para João Mário, que pelea por el puesto de carrilero derecho con el argentino Nehuén Pérez, y Martim Fernandes, los encargados de tapar esa banda en el conjunto portugués y de evitar que funcione la conexión de Alba con Messi.
El respeto que genera Messi en sus rivales continúa siendo enorme. “Siempre te sorprende, es el mejor de la historia”, asegura su compatriota Neuhén Pérez, mientras que João Mário pone en alerta a sus compañeros: “Contra un equipo que tiene a Messi, siempre hay que estar más atento a sus ataques. Si conseguimos neutralizarlo bien, creo que podemos ser superiores”.
Con Luis Suárez agotado físicamente y con Sergio Busquets lejos de su mejor versión, todo en Inter Miami pasa por Messi. Pero ni el talento inagotable del argentino puede que sea suficiente para compensar la fragilidad táctica y defensiva de un equipo que sufre incontables desajustes durante los encuentros. Contra Al Ahly, Inter Miami aguantó en pie gracias a las intervenciones de Ustari, que no acostumbra a estar tan inspirado en la portería, y a la nula puntería de los egipcios en el remate.
Se antoja complicado que, si se repite el mismo desarrollo, el desenlace de este cuento tenga el mismo final contra el Oporto. El voluntarioso Samu estará escoltado por los talentosos Fábio Vieira, Rodrigo Mora y Gabri Veiga, jugadores muy superiores a los del equipo estadounidense y con una gran capacidad para generar fútbol e inventar ocasiones. Detrás volverá a aparecer el eterno central español Iván Marcano, que en menos de una semana cumplirá 38 años, el doble de los que tiene Martim Fernandes, el último central surgido de la cantera portista y al que el técnico argentino Martín Anselmi le ha entregado toda su confianza.
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Se mantiene la incógnita sobre Diogo Costa, que contra Palmeiras, debido a una lesión muscular en la pierna derecha, dejó la portería en manos del veterano Claudio Ramos, que acabó convertido en un muro insuperable para Palmeiras.
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