Mbappé pierde el foco
El delantero, tercero en el Balón de Oro, estuvo muy serio durante toda la gala. A sus 24 años, casi 25, todavía no ha ganado el prestigioso galardón.
La gala del Balón de Oro, celebrada este lunes en el Teatro de Châtelet, París, fue la primera en la que Kylian Mbappé terminó entre los tres mejores clasificados. El delantero francés, sin embargo, no estuvo cómodo durante toda la ceremonia, gesticulando en varias ocasiones y manteniendo la seriedad en todas las tomas en las que el realizador le enfocó en primer plano, evidenciando que esperaba un resultado mejor en la votación final.
A sus 24 años, casi 25, Kylian Mbappé, que ha reiterado que el Balón de Oro es “uno de sus principales objetivos”, todavía no sabe lo que es saborear el galardón que entrega la revista France Football desde 1956. A la misma edad, Messi, el gran vencedor este lunes, ya había logrado cuatro, siendo, incluso en la época moderna, Cristiano Ronaldo su único gran competidor por ser el mejor jugador del mundo.
El capitán de la selección francesa fue el último en llegar a la alfombra roja desplegada en los aledaños del Teatro de Châtelet y fue el primero en marcharse. Hasta última hora no se confirmó su presencia, ya que en ningún medio de comunicación francés, a escasas horas del comienzo de la ceremonia, no daba por hecho que iba a acudir. Finalmente, con un gesto serio, apareció y presenció in situ la gala.
Según L’Équipe, Mbappé tuvo tiempo de intercambiar impresiones con algunos de los galardonados, entre ellos Dibu Martínez, que durante su discurso tras recibir el premio Yashin, valoró la actuación del jugador del PSG en la final del Mundial. De acuerdo con la información del periódico francés, el guardameta argentino le preguntó, en privado, a su rival en la final de la Copa del Mundo cómo había preparado los tres penaltis que le marcó en Lusail aquel 18 de diciembre de 2022. Este respondió: “Decidí lanzarlos por abajo, ya que eras muy alto”.
Uno de los momentos álgidos de la ceremonia del Balón de Oro, precisamente, se produjo cuando Emiliano Martínez subió al cetro a dar el discurso que le ratificaba como el mejor portero del mundo. La inverosímil parada que hizo el cancerbero a Kolo Muani en el final del Mundial, en el minuto 93, se repitió en bucle, generando un primer plano de Mbappé serio y, a su vez, unos tímidos abucheos de la sala que provocó que Didier Drogba, presentador de los premios, intercediera para pedir respeto por el Dibu.
Kylian Mbappé buscará ser el sucesor de Messi en el próximo Balón de Oro. Para ello, independientemente de que arrase en la Ligue 1, deberá realizar una buena actuación en la Champions, competición que se le resiste desde que es profesional. A ello hay que añadirle la Eurocopa, que se disputará en Alemania, y potencialmente los Juegos Olímpicos, que precisamente los alberga París, la ciudad que le vio nacer y en la que quiere estar, aunque eso no dependa exclusivamente de su voluntad al no ser considerada una Fecha FIFA.
Antes, en mayo, su futuro se esclarecerá. Mbappé acaba contrato con el PSG en junio de 2024 y su renovación sigue siendo un enigma ahora mismo. El silencio impera en París y el jugador, mudo desde junio, cuando habló como capitán de la selección francesa en la previa de un Gibraltar-Francia en Faro, Portugal, no ha dado ni una sola pista al respecto. De momento, su otro gran objetivo, el Balón de Oro, se le resiste por completo y prueba de ello es la actitud que mostró, al menos de cara al público, durante toda la ceremonia.
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