Mazazo para empezar
España pierde en su estreno en el Mundial Sub-20 ante Marruecos. Sus próximos rivales en el grupo, México y Brasil, son dos potencias en la categoría.


Tocará remar. Mucho. España se estrenó en el Mundial Sub-20 con una derrota ante Marruecos (2-0) y tendrá que mejorar su imagen y, sobre todo, su pegada si quiere clasificarse a los octavos de final de un torneo al que volvía después de 12 años de ausencia. Dos jugadas al contragolpe en la segunda parte tumbaron a una Rojita que recibió los goles cuando mejor estaba jugando pero a la que le falto colmillo en el área. El resto que viene por delante será mayúsculo. México y Brasil, dos potencias de la categoría, esperan en las siguientes jornadas, después de empatar entre ellas (2-2).
En su primer once, Gallardo dejó claro que de primeras ve a Pablo García como revulsivo y agitador para las segundas partes antes que de titular. El técnico eligió en su lugar a Mella, otro torbellino. Bravo y Joel Roca completaron el tridente ofensivo. Mendoza y Canales empezaron en la sala de máquinas con Rayane como enganche entre el medio del campo y los delanteros. Por atrás, Fran González le ha ganado la portería a Jiménez y la baja de Jon Martín, que volvió lesionado a España hace dos días, obligó a reformular la defensa con Cristian David en el lateral derecho, Navarro y Cuenca como centrales y Julio Díaz en el carril izquierdo. Marruecos, por su parte, sorprendió al dejar a El Bahraoui, su único 9 puro, en el banquillo. El plan de Ouahbi pasaba por hacer una presión alta y ser lo más vertical posible con muchos jugadores llegando desde atrás a las zonas de remate. Con esa receta llegaron las dos primeras ocasiones de los africanos en los primeros minutos, ambas con el mismo final: una volea y la pelota a la grada.
Dos avisos que espabilaron a España, hasta entonces, bastante imprecisa. Bravo fue el primero en probar suerte con un cabezazo en una falta lateral y acto seguido Rayane cazó un balón suelto en el área que superó al portero Benchaouch pero que Baouf sacó en la línea de gol. La acción no asustó a Marruecos, que mantuvo el temple y no permitió a La Rojita hacerse con el control del balón.
Pasada la media hora, el partido estaba donde lo quería Marruecos. España no estaba cómoda, Canales y Mendoza apenas participaban en la creación y Fran González empezó a salir demasiado en la realización. Ya fuera por sus paradas o por sus arengas a los compañeros. Tan solo Rayane y Bravo parecían dar un poco de luz al juego de La Rojita. El del Atlético se movió muy bien entre líneas y dio más de quebradero de cabeza a la defensa marroquí. Bravo, haciendo honor a su apellido, no rehuyó ninguna de las batallas que se le pusieron por delante. Era el primero en la presión y el primero en los choques. Su ímpetu contagió al resto en el tramo final de la primera parte y España se fue al descanso con mejores sensaciones que en el inicio del encuentro.
Dos golpes tras el descanso
Gallardo cambió en el descanso a Joel Roca, que apenas había entrado en juego, por Virgili, de profesión agitador de partidos. El del Mallorca se mostró activo desde el inicio y España entró bien a la segunda parte. Mendoza empezó a tener más protagonismo y eso siempre son buenas noticias.
Pero a La Rojita le estaba fallando el remate y Marruecos aprovechó la primera que tuvo tras el descanso. Cristian David leyó mal la marca de Zabiri tras un pase en profundidad de Yassine y habilitó al atacante marroquí con 20 metros por delante. Zabiri tuvo todo el tiempo del mundo para definir con tranquilidad y no falló en el mano a mano. Un mazazo para los chicos de Gallardo que recibieron un segundo golpe casi de inmediato. Maamma le ganó el duelo en la banda a Julio Díaz, llegó hasta el área y en la línea de fondo se sirvió el 2-0 a Yassine.
El marcador obligó a Gallardo a hacer más cambios. Entraron tres puñales. Pablo García, Liso y Fortea. Quedaba media hora por delante pero el reloj corría demasiado rápido y Marruecos hizo todo lo posible para cortar el ritmo del partido constantemente.
Noticias relacionadas
A falta de doce minutos para el final, el árbitro pitó penalti a Virgili, pero Marruecos pidió revisión del VAR, una novedad en el Mundial en el que cada equipo puede pedir la revisión de dos acciones. La jugada, muy al límite, fue rearbitrada y el extremo del Mallorca acabó viendo la amarilla por una supuesta simulación. Ahí acabó toda esperanza para España, que más tarde pidió la revisión de un penalti a Liso que no fue. Tocará remar.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí



Rellene su nombre y apellidos para comentar