Lukaku evitó que Doku fichara por el Chelsea en 2018
El extremo del Manchester City estuvo a punto de firmar con los ‘Blues’ cuando tenía 15 años, pero una videollamada con el ‘9′ belga lo cambió todo.
Romelu Lukaku y Jérémy Doku tienen muchas cosas en común: son futbolistas, atacantes, ambos son belgas y los dos se formaron en las categorías inferiores del Anderlecht. Además, también podrían haber sido compañeros en el Chelsea, pero el actual futbolista de la Roma lo evitó a través de una videollamada.
El extremo del Manchester City tenía 15 años y era pretendido por clubes importantes de la Premier League. Entre ellos estaba el Chelsea, que quiso repetir con Doku lo que hizo con Lukaku. Romelu llegó al club londinense con apenas 18 años como una promesa con un gran potencial. En 2018, llamaron a las oficinas del Anderlecht para acometer el fichaje del joven Doku. Sin embargo, los ‘Blues’ no contaban con la aparición en escena de su exdelantero en aquel momento, que fue clave para que el club belga retuviera a su perla.
Jean Kindermans, director de la academia del Anderlecht, cuenta al Sunday Mirror cómo insistío a Lukaku para que convenciera al chico: “Recuerdo haber llevado a Romelu a mi oficina para hablar sobre el problema de conseguir que los jugadores jóvenes se comprometan con nosotros, Doku en particular”. La respuesta del ariete de la Roma fue “Vamos, pásame tu teléfono que lo voy a llamar”, y Lukaku hizo una videollamada con Doku y su familia para persuadirles.
“Oigan, chicos, quédense en Anderlecht por un tiempo, aquí están bien” fue lo que dijo, entre otras cosas, Lukaku, para convencer al prometedor jugador de 15 años y a su familia, según Kindermans. Finalmente, el director y el delantero belga consiguieron su objetivo y el joven se quedó dos años más en Bélgica, hasta que fichó por el Stade Rennes en 2020.
Si no es por Lukaku, la trayectoria de Jérémy Doku podría haber sido muy diferente. Quizás, ahora su entrenador sería Pochettino y no Guardiola, y el azul de su camiseta sería real y no celeste. Caprichos del destino.