Laporte deja en evidencia a un Bayern sin Kane y sin pegada
El canterano McAtee brilló en el City. Los de Guardiola se impusieron por 2-1 a los de Tuchel, que echan mucho en falta la presencia de un killer arriba.
El primer amistoso veraniego serio del Bayern (hace una semana se impuso a un novena división por 27-0) ha dejado claro una vez más que el cuadro alemán necesita un nueve como el comer. A la espera de que el culebrón en torno a Harry Kane llegue a buen puerto, los aficionados de los muniqueses fueron testigos de lo mucho que le sigue costando a su equipo ser eficaz ante el marco rival, un problema que ya se vio durante toda la temporada pasada y que tuvo su origen en la marcha de Robert Lewandowski al FC Barcelona. De ahí que al Mánchester City le bastara con dos goles, uno del canterano James McAtee y de Aymeric Laporte para superar el único tanto del Bayern, obra de Mathys Tel, para imponerse por 2-1 en el que fue el reencuentro de Pep con su ex equipo durante la gira japonesa de ambos clubes.
A la espera de que se cierre el fichaje de Kane por el campeón de la Bundesliga, el técnico Tuchel optó por un once en el que partió Serge Gnabry de falso nueve. Los muniqueses fueron mejores en un primer tramo en el que tuvieron más peso en el duelo, crearon ocasiones, pero no lograron aprovecharse de los numerosos errores de Ederson bajo palos. Fue el City el equipo que puso la pegada y logró adelantarse por medio de McAtee, joven centrocampista de 20 años que no perdonó después de que el meta Yann Sommer rechazara un disparo de Julián Álvarez. Una nueva joya la que ha descubierto Guardiola, que la pasada campaña brilló en el Sheffield. Savia nueva la que está metiendo poca a poco el español en el equipo con los Foden, Lewis (otro de los destacados), Palmer, Bobb, Perrone...
Tal y como suele ser habitual en este tipo de amistosos veraniegos, ambos técnicos optaron por una serie de cambios al descanso. Ingresó Sadio Mané, crack para el que, salvo sorpresa, fue uno de sus últimos partidos con la indumentaria rojiblanca. En los ‘skyblues’ fue el turno de Erling Haaland. Eso sí, el noruego tampoco anduvo del todo fino en una tramo final en el que Tel, de la nada, puso las tablas después de que el guardameta Stefan Ortega no fuera capaz de atajar un disparo de Paul Wanner y permitiera al delantero fusilarle. Sin embargo, la suerte del galo no fue suficiente para sacar un empate teniendo en cuenta que, sólo cuatro minutos después del empate, otra serie de rebotes terminó en las botas de Laporte y, acto seguido, en la portería bávara.