“La retirada no fue difícil... venía de inyectarme 42 Voltaren en un año”

La vida de un futbolista no es siempre un camino llano. Cuando finalizan sus carreras, los deportistas de élite sufren muchos trastornos. Algunos son mentales, otros físicos. Los sobreesfuerzos son muchos, el cuerpo tiene que pasar por consecuencias.

Alguno de estos episodios le tocó vivir a Jonás Gonçalves. A sus 40 años, afirma llevar de maravilla su retirada. “La post-carrera va muy bien. Puedo tomarme una cerveza sin ningún compromiso". Fue en 2019 cuando colgó definitivamente las botas, después de pasar por clubes como Gremio, Valencia o Benfica, donde militó más de cinco temporadas, disputando 187 partidos -y anotando 110 goles-.

Sin embargo, tiene secuelas de su carrera futbolística: “El tema de la salud me ronda mucho la cabeza, sobre todo la columna, porque hoy no puedo estar de pie más de 40 minutos, una hora...“, admitió.

“El tema de la salud me ronda mucho la cabeza, sobre todo la columna"

Jonás

“¿Problemas al terminar mi carrera? Para mí no fue tan difícil por estos problemas de salud. Hubo un año en el que me inyectaron 42 Voltaren. Todo está corroído por dentro”, argumentó. Curiosamente, el exjugador brasileño es dueño ahora de una farmacia en Brasil. Eso sí, “fue bonito mientras duró“, reconoció.

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