La presión, bajo presión
Xabi Alonso ha puesto énfasis en trabajar esta faceta, durante sus primeros días. No aspira a una presión alta, pero sí ambiciona con una media. Y sobre todo, quiere morder tras pérdida

Xabi Alonso quiere arreglar la presión. La dichosa presión. Es una de sus prioridades. En su primer día −a primerísima hora del pasado lunes−, abrió la agenda y reunió a su staff para decidir dónde meter el bisturí. Apenas había tiempo, así que tocaba elegir. Ser concreto. Serían cinco entrenamientos antes de viajar, el tiempo mínimo para apretar una tuerca. Con suerte, un par. Pero cuáles, esa era la cuestión. Y tras una reunión de varias horas, hubo fumata blanca: la presión. No ha sido lo único, pero sí de lo más importante.
Probablemente, uno de los mayores dolores de cabeza esta temporada. "No somos un equipo equilibrado, pero tenemos mucha calidad arriba“, era la radiografía de Ancelotti en los últimos coletazos del curso. Tras clasificarse a la final de Copa con sudor y agonía. A la afirmación no se le puede tocar una coma. Eso ha estado siendo el Real Madrid: un equipo desordenado, pero bañado en talento. Y debe dejar de serlo. Porque el talento lleva a la gloria, pero el desorden la vuelve volátil. No es el camino.
Tampoco una altísima
Xabi Alonso quiere orden, pero necesita tiempo. Y no lo tiene. Así que para estos primeros días... la decisión ha sido poner especial énfasis en la presión. Aunque con matices: no quiere una presión altísima, pero sí ambiciona con una media. Morder cuando el balón se acerque a tres cuartas partes de campo. Hacerlo de manera ordenada. Ha habido ensayos, que se repetirán estos días en Estados Unidos, ya con todo el equipo disponible. De hecho y como se ha venido contando, el plan es ir corrigiendo errores durante la fase de grupos. Los rivales, a priori, permiten cierta calma. Y es lo que hay, por fechas.
El Madrid no será un equipo que espere replegado al no tener el balón, sino uno que muerda a partir del 70% del campo, aproximadamente. Pero que lo haga bien. “No hemos sido compactos en toda la temporada”, terminó diciendo Carletto, visiblemente tocado, en las entrañas del Emirates. Una noche que fue un flechazo en el talón de Aquiles. El desastre al cubo. El Madrid intentó morder arriba y al hacerlo tan mal, no paraban de pillarle en velocidad. Fue la máxima representación del desorden. Tocar fondo, a nivel grupal.

“Actitud”
Xabi quiere que esta sea una de las primeras cosas que se corrijan. Que si se hace una presión media, se haga bien. Y si no funciona, que no se haga (para hacerlo mal, es mejor no hacerlo). Pero intentarlo. Trabajarlo. Aunque no es lo único: actitud. Qué palabra. Qué clave. Estos días está incidiendo al grupo en que quiere futbolistas que muerdan y eso se podrá comprobar fácilmente en un gesto: morder tras pérdida. Que los primeros segundos tras ser birlado el cuero, sean del colmillo. Quiere ese gesto. Se recupere luego o no. Es secundario. Pero intentarlo.
Y eso ya va en cada futbolista. En cada mentalidad. En su primer entrenamiento, ante 21 jugadores (aunque sólo 15 entrenaron y diez eran canteranos), fue transparente: prometió dar el 200%, a cambio de recibir el 200% de cada uno. Su parte, por ahora, está más que sobre la mesa. Se está exprimiendo. Apurando cada minuto de cada entrenamiento. Con píldoras de sacar el balón jugado, reclamando intensidad... y haciendo énfasis en la presión. Esos están siendo sus tres primeros mandamientos en las tablas de la ley. Objetivo: ser compactos. De una vez. Corregir la dichosa presión.
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