La original forma del Mónaco de acabar con los retrasos de sus jugadores: Ansu Fati y sus compañeros están avisados

A veces las sanciones en el deporte no tienen que ver únicamente con lo que sucede en el campo, sino también con lo que ocurre antes: la puntualidad, el respeto por los horarios y la disciplina colectiva. En ese sentido, el AS Mónaco ha decidido llevar la corrección de los retrasos a un terreno más creativo y mediático. Con su “ruleta del castigo”, el club monegasco convierte el incumplimiento en un acto de visibilidad grupal. El jugador que llega tarde debe girar una rueda que decidirá una sanción llamativa (por ejemplo, comprar un iPhone 16 Pro Max para todo el equipo, como le tocó hacer a Christian Mawissa). Este método pragmático y simbólico aúna humor, coste y presión social interna para reforzar un mensaje claro: “aquí no se tolera la impuntualidad”.

Esta iniciativa, que ya ha captado la atención mediática en toda Europa, combina humor, presión social y un claro mensaje de autoridad. El entrenador Sébastien Pocognoli pretende crear un entorno donde el respeto por las normas no se imponga por obligación, sino por cultura colectiva. Las sanciones, lejos de ser un simple castigo económico, se convierten en un recordatorio compartido de que cada jugador, sea estrella o canterano, debe responder con la misma profesionalidad. En un vestuario con personalidades jóvenes y ambiciosas, la ruleta ha logrado generar cohesión interna y, de paso, un toque de competitividad positiva.

Los del principado no son pioneros en esto, y otros grandes como el FC Barcelona aparecen como otros ejemplos de cómo los jugadores lidian con las exigencias de disciplina que impone un cuerpo técnico como es el de Hansi Flick, entrenador con el que ya coincidió la máxima sensación del equipo de la Ligue 1, Ansu Fati.

En la ciudad condal este tema se ha convertido en una preocupación para los jugadores y algunos como Jules Koundé optaron por un plan “antisanciones” muy personal: pidió al personal de seguridad que le avise con 15 minutos de antelación para las reuniones con el equipo, con el fin de evitar un nuevo retraso y la consecuente sanción que ya ha vivido, según confirmó Mundo Deportivo.

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Estas dos situaciones, aunque distintas en magnitud y estilo, comparten un fondo común. La importancia del hábito de la puntualidad como parte de la cultura de equipo. En Mónaco se adopta un mecanismo visible, casi festivo, para señalar la falta; pero el objetivo es generalizado, tratar de evitar las diferencias entre jugadores, y aumentar la exigencia del fútbol de élite.

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