La maldición del Newcastle dura ¡56 años!
¿El fin de la espera? En Wembley, el Newcastle United tiene la oportunidad de ganar su primer título en 56 años desde la Copa de Ferias de 1969 que lograron ante el Újpesti Dózsa húngaro.
Es en los malos momentos donde la pasión se intensifica. Sufrir en colectivo, en plural, estrecha lazos. Los aprieta con fuerza. Una unión hecha de heridas, que las acumula a la espera de tiempos mejores. La última década del siglo XX prometía alegrías a la parroquia de St James’ Park. Su equipo, sin embargo, se quedó en la orilla. A las puertas del éxito. Sumó dos subcampeonatos de liga y otros dos en la FA Cup. Las apariciones en Liga de Campeones y contar con estrellas locales de la talla de Alan Shearer acrecentaron esta sensación. Las urracas volaban alto, pero cayeron en picado.
Descendieron en 2009. Un añito en el infierno y vuelta a la zona tibia de la Premier League, hasta caer nuevamente al pozo en 2016. La decepción hecha rutina. Hasta que hace dos temporadas, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí se hizo con las riendas del Newcastle United. En su primera campaña, la ciudad del noreste de Inglaterra volvió a soñar. Es importante destacar el concepto de ciudad. Porque en Londres tienen un puñado de equipos, en Liverpool están los reds y el Everton, en Manchester está el United y el City. Incluso en Sheffield está el United, el Wednesday y los dos clubes más antiguos de la historia, el Sheffield FC y el Hallam. Pero en Newcastle solo está el United. Una ciudad unida en torno a su equipo de fútbol. Entregada, apasionada. Una geografía industrial, dura. Con carácter, ruda y amable a la vez. La ausencia principal son los éxitos balompédicos. Pese al tremendo apoyo que recibe el club.
Hasta 100.000 aficionados del Newcastle, la mayoría sin entrada, se desplazaron hasta Wembley para ver cómo su equipo ganaba el primer título desde que se impuso al Újpesti Dózsa húngaro por un global de 6-2 en la final de la Copa de Ferias de 1969. Casemiro y Rashford marcaron en la primera mitad, en apenas seis minutos para terminar con las esperanzas geordies. Ha hecho falta esperar dos años más. Pocos en comparación con los 56 que llevan en St James’ Park sin ver a su equipo campeón. La ilusión regresó hace un mes. “Dile a mamá que no iré a cenar”, cantó al unísono la hinchada blanquinegra. “Nos vamos a Wembley, díselo a mamá”.
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Ganaron 0-2 en casa del Arsenal, uno de los candidatos a la Premier League. Luego resolvieron las semifinales con el mismo resultado frente a su afición. Con uno de los mejores centros del campo de Inglaterra, y con un Isak entonado que acumula 22 goles y cinco asistencias en el presente curso. Faltará una estrella. A Gordon se le cruzaron los cables hace dos semanas en la FA Cup contra el Brighton. Se enzarzó con Van Hecke y fue expulsado por conducta agresiva. La sanción le impedirá saltar al césped de Wembley, donde los Howe esperan dar una nueva sorpresa, como ya hicieron ante los gunners. Su rival se postula a ganar la liga, pero el Liverpool también tendrá una baja sensible, la de Alexander-Arnold. Quizá sea la hora. Quizá haya llegado el momento. Es el sueño de una ciudad. Su ilusión. Quizá, el domingo termine su espera.
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