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BARCELONA-NÁPOLES | KOULIBALY

“Con Calzona, el Nápoles volverá a ser una máquina”

Kalidou Koulibaly (Saint-Dié-des-Vosges, 20 de junio de 1991) fue una leyenda del Nápoles y ahora lidera la defensa del Al-Hilal. El central ve a sus excompañeros capaces de lograr la hazaña de eliminar al Barça.

Actualizado a
Kalidou Koulibaly.
FAYEZ NURELDINEAFP

Kalidou Koulibaly sigue siendo un ídolo en Nápoles. En sus 317 partidos logró levantar dos títulos (una Supercopa y una Copa italiana) y rozó un scudetto, en 2018, marcando un gol decisivo contra la Juve que hizo enloquecer a la ciudad. Ahora es un líder de un Al-Hilal imparable, pero sigue animando a los partenopei y cree en la hazaña ante el Barça.

Kalidou, se le ve encantado en la Saudi League.

He vuelto a encontrar la felicidad dentro y fuera del campo. En el Chelsea las cosas no han ido como esperaba, no estaba acostumbrado a no jugar. Cuando llegó la oferta, entendí que podía ser la decisión adecuada. Y fue así: estoy encantado y el campeonato, con los fichajes, está creciendo. La gente infravalora el nivel de los sauditas. Muchos pensaban que veníamos aquí de vacaciones y se enteraron de que no es así. Sumamos 27 victorias seguidas y no pararemos hasta levantar títulos.

Acaba de vivir también su cuarta Copa de África con Senegal.

Esta vez no tuvimos suerte, pero recuerdo la fuerza que me dio levantar ese trofeo. Jugar para la gloria en nuestro continente es un orgullo y debe serlo, para el Nápoles, que Osimhen sea el Balón de Oro africano. Nadie me quitará la alegría de representar a mí país y de luchar por la Copa de África, no se puede desprestigiar lo que este torneo representa. Además, su nivel técnico está subiendo muchísimo y cada vez hay más jugadores africanos en la élite.- Se volvió a cruzar con Cristiano.- No debemos olvidar que fue el primero en creer en Arabia Saudí, su decisión cambió la historia de la liga y deberíamos darle las gracias. Nos hemos enfrentado muchas veces, en la última me ha ido bien, pero sabes que puede hacerte daño en cualquier momento.

¿Qué compañero es Neymar?

Es flipante, le llamo ‘magia’. Lo hace parecer todo fácil: cuando le ves regatear, te preguntas si eres demasiado malo, o él demasiado bueno. La gente dice que le gusta la fiesta, yo puedo decir que conocí a un chico atento, educado y muy profesional. Su lesión fue una pena. Tras el partido con el Al-Ittihad, me felicitó y quiso llevarse mi camiseta de recuerdo. No me lo esperaba.

Hoy arranca el Ramadán. ¿Cómo lo vive un futbolista?

Es un momento particular para el organismo, pero en Arabia Saudí tenemos la suerte de jugar sobre las 22 horas, así hay tiempo para recuperar fuerzas. En Europa me apoyaron con eso, tanto en el Nápoles como en el Chelsea, y al final pude ser competitivo también durante este periodo.

¿Se esperaba ver al Nápoles campeón de Italia tan en apuros?

Cambiar entrenador es complicadísimo, sobre todo tras el trabajo que hizo Spalletti. Ahora está Calzona, que conoce la casa, ya hizo crecer a muchos jugadores y entre ellos estoy yo. Cuando llegó Sarri, quería marcharme y traje ofertas, porque pensé que el míster no contaría conmigo. Calzona se reunió conmigo y dijo ‘si corriges estas tres cosas, tendrás espacio’. Le respondí que él era el segundo, y no podía decidir, pero al final le hice caso, me quedé y me convertí en el jugador que soy. Me dio consejos también cuando estuve en el Chelsea. Le debo mucho.

¿Le ve azzurro más allá de junio?

Era el momento perfecto para ficharle. Su táctica es la misma de Sarri y Spalletti, la plantilla le conoce, hablé con varios excompañeros y están encantados. Hay que dejarle tiempo y hará que el Nápoles vuelva a ser una máquina de guerra. Espero que se quede al menos unos tres años allí, se lo merece.

¿Qué se espera del partido con el Barcelona?

No jugar en el Camp Nou puede ser un factor positivo, pero el Barça y sus talentos siempre dan miedo. Los azzurri, sin embargo, tienen armas para hacerles daño. Yo solo quiero que se clasifiquen, no importa cómo. Amo al Nápoles y a los napolitanos y quiero verlos felices.

En 2020, su penalti a Messi fue decisivo…

Estaba a punto de despegar el balón, él fue listo poniendo la pierna delante y forzó la pena máxima. Fue un error que me hizo crecer, una de mis grandes experiencias vistiendo la azzurra. Jugamos contra muchos grandes…

Entre ellos, el Real Madrid. ¿Es cierto que los blancos le buscaron?

Sí, estaban interesados, pero no se llegó a una negociación concreta. No era el único en su lista.

Usted lleva años luchando contra el racismo. Italia está lejos de resolver el problema.

Necesitamos soluciones concretas. Hablamos del tema dos o tres días, y luego todos se olvidan hasta el siguiente caso. Mi caso tuvo lugar hace más de cinco años y no cambió nada. Además de la educación, hay que dar sanciones duras: las multas o cerrar una tribuna son caramelitos. Se debe tocar el orgullo de los clubes involucrados y, siento decirlo, hay zonas en las que pasa todo el rato.

A Vinicius le pasó lo mismo.

Es un chico sensible y el tema le enfada. Muchos se olvidan de que es muy joven y le tratan como si tuviera 30 años. Espero que la gente entienda que es humano, puede enfadarse y que no le deben provocar buscando sus reacciones con este tema.

Maradona le apoyó cuando sufrió los cánticos racistas en el Inter-Nápoles de 2018.

Diego era increíble. Verle agarrar mi camiseta para mostrarme apoyo fue inolvidable. Tuve la suerte de conocerle antes del partido con el Madrid de 2017 y noté que todo lo que contaban sobre su manera de ser era verdad. No podemos olvidar todo lo que hizo para los argentinos y los napolitanos también fuera de la cancha. El Barça-Nápoles siempre es un homenaje a su historia.

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