Kurzawa exprime al PSG
El lateral izquierdo percibe 600.000 € mensuales y no saldrá en invierno de París, exprimiendo hasta el último céntimo de su contrato al club parisino.
Uno de los mayores problemas que ha acusado el PSG en los últimos años ha sido el desprenderse de distintos activos de la plantilla que se han negado con rotundidad a salir en vistas del alto salario que percibían en la capital francesa. El caso paradigmático es, sin duda, Layvin Kurzawa, de 31 años, que se quedará hasta final de temporada en París, antes de que expire su contrato, en junio de este año.
En julio de 2020, justo antes de la disputa de la fase final de la Champions, en Lisboa, ‘la final a 8′, Leonardo, entonces director deportivo del PSG, renovó al lateral izquierdo por cuatro años. Aquel acuerdo, suscrito por ambas partes, contenía un aumento salarial hasta los 600.000 € brutos mensuales. La oferta, irrechazable, fue aceptada sin titubeos por Kurzawa, que, desde entonces, apenas se ha vestido la camiseta del Paris Saint Germain.
Entre medias, el internacional francés salió cedido en 2022 al Fulham, con el que tampoco pudo alcanzar la regularidad deseada. Considerado ‘indeseable’ por el club desde hace dos años, Kurzawa se ha cerrado en banda a dejar París porque ningún otro equipo ha sido capaz de acercarse al desorbitado sueldo que percibe con el PSG. Durante el presente mercado invernal, tal y como ha adelantado Le Parisien, el Galatasaray y otros clubes han mostrado interés, pero la negativa del jugador desde el principio ha desbaratado cualquier atisbo de acuerdo con el conjunto parisino.
Aun así, Luis Enrique, que no cuenta con el jugador, le dio ocho minutos el 21 de octubre, en la victoria por 3-0 contra el Estrasburgo, siendo los únicos minutos que ha disputado Kurzawa esta temporada. Desde su renovación, en agosto de 2020, el exjugador del Mónaco, de raíces japonesas, se ha embolsado más de 28 millones de € brutos, una cifra extraordinaria si tenemos en cuenta los pocos minutos que ha disputado en la capital francesa. Sin duda, un caso aparte, fruto de la mala gestión de Leonardo, que llegará a su fin el próximo mes de junio.