Huijsen toma el mando
En un Madrid sin ‘5’, Dean fue el ‘cerebro’ contra el Al Hilal: líder en pases completados (53), progresiones (12) e intervenciones (80). “Ha estado muy bien”, resumió Xabi.


El Madrid necesita un cerebro. Pero, mientras lo encuentra, y si lo hace, el cerebro es Dean Huijsen. Lo fue, en el estreno de Xabi. Y en el suyo propio. No le pesó la camiseta. No suele hacerlo. Por su talento, pero también por su personalidad. “Soy un tipo tranquilo”, resumió en su presentación. Y con esa tranquilidad manejó la posesión. Completó más pases que nadie (53, por delante de los 49 de Valverde), también lideró en intervenciones (80; por las 67 de Fran García) y progresiones con balón (12) y, a pesar de ser central, fue el tercero en envíos exitosos al último tercio (9). Un central con números de centrocampista. Huijsen llevó la batuta. Y toma el mando.
Una de las notas más positivas dentro de un debut grisáceo tirando a oscuro. No tanto por el resultado como por las sensaciones. Con la falta de orden como mal mayor. Por no ser algo puntual, sino perenne. Y ahí, sin un Kroos, una búsqueda quimérica, emerge Huijsen. Se presenta como una solución para un Madrid con más pulmones que pie en la sala de máquinas. Por eso le utilizó como iniciador del juego de manera clara. En un Madrid que perdió la posesión en el primer tiempo contra el Al Hilal (45%) y que apenas remontó hasta el 52% tras el silbatazo final. Gracias a un tramo final de dominio, pero con más corazón que cabeza. Xabi pidió a Zubimendi y no llegará. Al menos está Huijsen, pensará. Y no es poco.
Más Hierro que Ramos
Frente a los de Inzaghi, Dean simplemente mostró las cualidades que le han convertido en el defensa más caro de la historia del club (60 millones de euros). Calma, un estupendo pie en corto y en largo, zancada y confianza para la conducción... Y madurez para alzar la vista y, a partir de ahí, dar el siguiente paso. Más Fernando Hierro (“los dos somos de Málaga...”, sonrío en AS) que Sergio Ramos, para acotar. Esperanzador a campo abierto, en lo organizativo. Donde más lagunas presenta a día de hoy el Madrid. Aunque con algún gris en área propia, donde le faltó contundencia en algún duelo. Pero un gran primer día en la oficina. Un debut notable. Que dejó más que satisfecho no solo a Xabi (“ha estado muy bien”), sino también al Madrid.
El paquete completo
Aunque la apuesta estuvo cristalina en cuanto el club se puso a colocar todas las piezas en el tablero. Por su futuro, esos 20 años que le convierten en uno de los zagueros llamados a dominar el fútbol en la próxima década (“estamos ante uno de los centrales más prometedores de Europa, una de las grandes apariciones de los últimos años”, le alabó Florentino). Pero también por su presente. Por lo mostrado en el Bournemouth. En Inglaterra impresionó.
“Zabarnyi era más Sergio Ramos, él era más Varane. Ofensivamente daba mucho al equipo. Mucha seguridad en la salida de balón, porque puede jugar con ambos pies además. Demostró ser un central muy aseado. Y como el Bournemouth atacaba y presionaba muy arriba, y defendía muy lejos del área propia, ello permitía a Dean estar mucho más cerca de la construcción y atreverse más”. Juan Yagüe, periodista experto en Premier League afincado en Liverpool, pone contexto. Huijsen no es candidato a mejor joven del año de la competición por casualidad.
Además de esa coctelera de aptitudes, lo tangible. Fue el segundo defensa de la liga inglesa (entre los que superan los 1.000 minutos) con más despejes, el tercero en interceptaciones, el cuarto en despejes, el cuarto en pases en largo con éxito, el sexto entre los centrales en pases que finalizan en el último tercio del campo, el undécimo zaguero en pases verticales y el 16º en duelos aéreos, según Opta.

Mientras que, en datos recogidos por BeSoccer Pro para AS, superó el promedio de los cinco mejores centrales de la competición en pases clave, en largo, al área, progresivos, que acaban en tiro a puerta, al último tercio y en progresiones con balón. En resumen, uno de los mejores centrales, si no el mejor, de la Premier con balón. Un gigante de 195 centímetros con alma de centrocampista. De momento, el cerebro del nuevo Real Madrid, como lo fue del Bournemouth, es él.
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