Hernán Santana: “En China jugamos aún en burbuja y con PCR cada 48 horas”

Hernán Santana (Santa Cruz de Tenerife, 1990) llegó en abril al Sichuan Jiuniu de la segunda división china, club que pertenece al conglomerado del City group. Aterrizó en China después de una experiencia en la India, donde también le tocó convivir duramente con la pandemia. En China se mantiene una estricta política “Cero COVID” con medidas extremas en el país que deja situaciones rocambolescas.

¿Qué se ha encontrado en China?

Es una experiencia nueva y complicada. Se vive bajo una política de “Cero COVID” y eso lo marca todo. En la segunda división, aún seguimos jugando en burbuja. La liga empezó en julio y los tres españoles que vinimos nos incorporamos en agosto. Tuvimos que cumplir con la cuarentena, entrenamos un par de veces y ya jugamos. Aquí todo es como el día 1 de la pandemia.

¿A qué se refiere?

Aún jugamos en segundo con estadios vacíos y la vida está muy controlada. Hace unos días se hacían virales imágenes de un IKEA que precintaban con gente dentro porque había saltado la alarma Covid con una persona. La gente intentaba escapar como podía. No es extraño ver como recluyen a un barrio, a un área de la ciudad, a un edificio… En cuanto sale un caso, saltan las alarmas. Tienes un aplicación de tránsito que tienes que llevar al día para poder ir de un sitio a otro. Tienes que mostrarla antes de entrar en locales públicos y debes renovar tu código verde cada 48 horas con un PCR. A la mínima ponen en cuarentena a una ciudad o un barrio. Cada ciudad tiene un código y para moverte tienes que solicitar el permiso. Con esa aplicación saben de dónde vienes, a dónde vas… Las mascarillas, por supuesto, son obligatorias en lugares públicos. El pasaporte Covid es una realidad.

Y sigue en burbuja, dice.

Sí, llevo ya dos seguidas y se hace duro. Se compite por fases, ahora de seis equipos cada una. La verdad, no recuerdo la última vez que jugué un partido con gente. Aquí se sigue evitando mezclar a los equipos y los desplazamientos, en la medida de lo posible. Se espera con ansiedad la reunión del gobierno que va a haber de cara a las medidas a tomar en las próximas semanas, para ver si se suaviza algo. Las burbujas son duras, es como una cárcel de lujo. Estás en el hotel todo el día, no te falta nada, pero no puedes salir ni a tomar un café.

Viene de la India de otra experiencia similar.

En China se nota la diferencia a nivel deportivo. Las instalaciones, los clubes, las ciudades deportivas son espectaculares. Me formé y salí de la UD Las Palmas, hice el tránsito de Segunda a Primera, y después pasé al Sporting. De allí me marché de la mano de Sergio Lobera, al que conozco muy bien de Las Palmas. Era una oportunidad bonita, trabajando con el City Group en su proyecto en India. Allí salieron muy bien las cosas, lo ganamos todo con el Mumbai City. Lobera se marchó y yo fichó por el North East, también de India, hasta que recibí de nuevo la llamada del City Group con la oportunidad otra vez de trabajar con Lobera. Acepté y aquí estoy. Es un proyecto bonito encaminado a lograr el ascenso.

Han llevado la filosofía del futbolista canario a China.

Nos caracteriza el juego de la calle, disfrutar con el balón. Algunos se olvidan que la esencia es esa. No nos inculcaron el que haya 11 tíos detrás del balón, no va con lo que nos enseñaron. Es la seña de identidad del jugador canario.

Estará muy pendiente de la UD Las Palmas, que ha empezado bien la temporada.

Se ha firmado muy bien en el mercado. Hay mucha calidad y los Viera, Vitolo, Sandro, Sidnei… están llamados a dar un paso al frente.

Se ha fichado y se ha renovado a Moleiro.

Es un diamante en bruto. La explosión de Pedri retrasó el que Moleiro llegara al primer equipo, pero ahí está. Pedri es un caso aparte. A Moleiro ahora hay que mimarlo, lleva el 10 a la espalda y muchas veces se echa el equipo a la espalda. Sus expectativas se han demostrado. Pero insisto, deben dar los más experimentados un paso al frente para devolver al equipo a Primera.

Usted también vivió con Setién un momento único de su carrera y único en la historia de Las Palmas.

Fue una etapa superbuena. Reforzó lo que es la idiosincrasia del club, del equipo, nos convenció a nosotros contra cualquiera dentro de la filosofía que siempre ha tenido la institución. Además, puso a la UD en el radar del fútbol.

Después vio lo que sufrió en Barcelona. ¿Ha sido el fútbol injusto con Setién?

Por supuesto. Quique va de frente y es filosofía Barça al cien por cien. Como lo es Eder Sarabia, un enfermo del fútbol. A veces se calienta, pero sin maldad. Llegaron al Barcelona en un momento complicado. Si el club está en problemas, eso termina llegando al jugador. No le iban a dejar trabajar y se notaba que no le permitían tomar las decisiones. En Las Palmas tuvo la culpa de que jugáramos así de bien un año entero. Te hacen pensar, él y Eder, ver los espacios, aprender a generar las superioridades.

¿Y el City Group qué filosofía tiene?

Es muy parecido al Barcelona. Es como el Manchester City. Quieren ganar con un estilo, ser dominantes. Centrales abiertos, salida de balón y cuidar mucho una imagen. Por ejemplo, aquí en Asia ha habido problemas de compra de partidos y de jugadores. Nada más llegar te lo dejan claro, cualquier sospecha fundada de ello y vas fuera.

¿Cómo asume las burbujas?

Es lo más duro. La misma rutina, sin tener libertad, sin poder ir al cine o a tomar un café. Lo que digo, es una cárcel de lujo. No haces vida. Lo único que puedes hacer es entrenar. En India ni siquiera tenía compañeros españoles, aquí al menos tengo dos. Pero eso al menos te hace también espabilar con los idiomas, me vino bien con el inglés.

¿Con el chino se anima?

Me he animado con un compañero que quiere aprender español e intercambiamos. Pero es muy complicado. Una misma palabra tiene diferente significado dependiendo del tono.

¿Qué plan de futuro tiene?

Tengo un año más de contrato y 31 años. La meta es subir y disfrutar de un año en la Superliga china, sería una gran experiencia. Luego ya se vería.

La Superliga china no escapó a la crisis. Los gigantes que antes pagaban millonadas a los extranjeros han parado e incluso muchos clubes han desaparecido. ¿Qué ha pasado?

En China se generó una burbuja y explotó. Había mucha dependencia del sector inmobiliario en algunos equipos, y quebraron. Muchos dependían de empresas de construcción y se han venido abajo. Han tenido que echar el freno, se ha puesto un tope de cuatro millones de dólares a los salarios de las estrellas extranjeras. Aquí ya no quieren tirar el dinero, fue una locura lo que hubo.

Hace unas semanas hablábamos con Álvaro Medrán y contaba que muchos jugadores españoles le contactaban para ir a Arabia Saudí. Las oportunidades escasean en muchos casos en España. ¿A usted también le preguntan?

Medio en broma medio en serio, algunos te preguntan. Te sondean. La situación no es buena en algunas partes y te dicen que si se trunca lo que hay, que si hay sitio aquí. Tengo amigos que todavía están sin equipo ahora. El fútbol sufre la misma escasez que otros ámbitos.