Hay caso García: Nápoles sufre por Kvaratskhelia
El nuevo técnico azzurro, Rudi Garcia, criticado por resultados, juego y por la gestión de Kvaratskhelia. En Braga tendrá que levantar cabeza.
En Nápoles los casi cuatro meses de fiestas por el extraordinario tercer scudetto parecen ya un recuerdo. La gestión de Rudi Garcia está causando bajo el Vesubio enormes polémicas, y no solo por los resultados que, en el fondo, apenas hacen sumar un punto menos respecto al curso pasado.
Tras la merecida derrota en el Maradona contra la Lazio, los sureños salvaron un empate ante el recién ascendido Genova igualando un 2-0 en el marcador que llegó tras unos 70 minutos terribles. Los azzurri no remataron ni una vez a puerta, parecían no saber qué hacer con el balón y volvieron a mostrar una fragilidad defensiva enorme, como demuestran sus cinco goles encajados en cuatro jornadas.
García, además de las dificultades tácticas, debe lidiar con las críticas por la gestión de Kvaratskhelia. El georgiano fue sustituido en el 66′ contra la Lazio y, en la última jornada, dejó el campo en el 89′ para dejar espacio a Zerbin, que en el curso pasado apenas sumó 309 minutos en el verde, preferido ante Gio Simeone y el recién fichado Lindstrom.
Kvara, durante el cambio, por primera vez mostró unos gestos de descontento, expresando claramente (sin demasiada rabia) que no entendía la decisión. Y los tifosi, obviamente, le apoyaron.
Con 7 puntos en cuatro jornadas, el campeón ya marcha a cinco del Inter, líder del Calcio. Un comienzo negativo después de un verano en el que De Laurentiis tuvo que aceptar las marchas de Spalletti, del director deportivo Giuntoli y de Kim, que no pudo mantener (como hizo con Kvara y Osimhen) por la cláusula de rescisión en su contrato, que aprovechó el Bayern.
El sustituto del coreano es otro tema pendiente bajo el Vesubio: el club eligió al brasileño de 22 años Natan, procedente del Red Bull Bragantino, que todavía no ha sumado ni un minuto.
Es muy pronto para cuestionar al técnico, pero, en Braga, el Nápoles necesita levantar cabeza. De Laurentiis quiere llegar lejos en la Champions y, con los portugueses, los azzurri no pueden fallar.