COPA ASIA (CUARTOS) | IRÁN 2-JAPÓN 1
Harakiri de Japón
Irán, con un gol de penalti en el 96′, remontó a los nipones y jugarán las semifinales de la Copa de Asia. Irán hizo una gran segunda parte liderada por Azmoun.
Fiesta nacional en Irán. Su selección jugará las semifinales de la Copa de Asia tras remontar a la todopoderosa Japón (2-1). Gran éxito de Irán y no sólo por el qué sino también por el cómo. Irán maniató en una gran segunda parte a Japón, que quedó a merced de los iranís. El futuro de Moriyasu al frente de los japoneses está más en duda que nunca, porque en el segundo tiempo Japón fue barrida del campo. Decepción brutal de los nipones que erán candidatos número 1 al triunfo final.
Irán, liderada por el verso libre de Sardar Azmoun, se sobrepuso al tanto inicial de Morita (minuto 28) en una espectacular jugada individual que dio alas a Japón. Un tanto que en lugar de derrumbar a Irán, les hizo más fuertes. No le pesaron las piernas a Irán por la prórroga de octavos contra Siria y se comió a Japón en una segunda mitad sublime. Intensidad, fútbol y convencimiento. Mientras Japón estaba alicaída, endeble y desnortada.
Factor Azmoun
El gran partido de Azmoun fue clave para tirar del carro de Irán... y más con la ausencia del goleador Taremi, sancionado por la expulsión ante Siria. El delantero del Bayer Leverkusen (cedido en la Roma) se resarció de los sinsabores del pasado con su selección con un partidazo. Ante Japón volvió a vivir una montaña rusa. Dio una asistencia a su compañero Mohebi para el 1-1; vio como se le anulaba un gol por milímetros y era una amenaza continua para la débil zaga japonesa.
Azmoun ha pasado por todos los estados defendiendo la camiseta de Irán. Perseguido en su país por criticar las políticas represivas de su gobierno sobre las mujeres. El delantero apoyó la oleada de revoluciones contra los dirigentes iranís por el asesinato de Mahsa Amin por no llevar correctamente el velo, que le puso en el punto de mira del gobierno iraní. Eso fue antes del Mundial de Qatar. Ya dejó a todos boquiabiertos cuando dejó la selección de Irán por los insultos sufridos tras la eliminación en el Campeonato del Mundo de Rusia 2018. Prefirió ausentarse para cuidar a su madre enferma. Y eso que Azmoun se decantó por el fútbol casi de casualidad ya que sus padres eran reputados jugadores de Voleibol.
Con Azmoun desatado, Irán se lo creía y no fue hasta los minutos de prolongación cuando una jugada estúpida entre Itakura (Gladbach) y Tomiyasu (Arsenal), que no fueron capaces de despegar un balón en su área pequeña, acabó con irrefutable pena máxima. Esperpento de Japón y merecimiento para Irán. El delantero del Feyenoord, Jahanbakhsh, no falló desde los once metros e hizo justicia a la superioridad de Irán. Japón deberá hacerse muchas preguntas.