Firmino, sobre Salah y Mané: “Tenía que hacer de bombero”
El nuevo libro del brasileño ‘Sí señor. My Liverpool Years’ sigue dejando grandes titulares. El delantero del Al-Ahli saudí le dedica unas líneas a la relación de Salah y Mané.
El 9 de noviembre salió a la venta el libro de Roberto Firmino sobre sus memorias en Liverpool ‘Sí señor. My Liverpool years’ (mis años en el Liverpool). El brasileño repasa sus ocho años en la ciudad de ‘The Beatles’, en los que conquistó varios títulos, entre ellos, una UEFA Champions League, y marcó más de 100 goles como ‘Red’.
En una parte del libro cuenta cómo era la relación entre Mohamed Salah y Sadio Mané, y, al parecer, más de una vez, el ariete de Maceió tuvo que hacer de apagafuegos. Hace tiempo, se hizo viral un vídeo en el túnel de vestuarios de un partido entre Burnley y Liverpool en el que Firmino caminaba entre Salah y Mané y hacía una curiosa mueca que dio de qué hablar: “¿Por qué puse esa cara? Realmente no lo sé. Pero fue divertido, eso es seguro”, confiesa. Al parecer, en ese encuentro, que el Liverpool ganó fácil (0-3), Salah no le dio un pase a Mané cuando este estaba solo para marcar, y, según cuenta Firmino, eso molestó al senegalés.
‘Bobby’ confirma la tensión que había entre ambos extremos: “Conocía muy bien a esos tipos, tal vez mejor que nadie. Estaba yo en el campo, justo en medio de ellos. Vi de primera mano las miradas, las muecas, el lenguaje corporal, la insatisfacción cuando uno estaba enojado con el otro. Podía sentirlo”. Al parecer, el de Alagoas tuvo que ejercer de bombero al estar en medio de las dos estrellas: “Yo era el vínculo entre ellos en nuestro juego de ataque y el bombero en esos momentos”. Firmino cree que “para muchos”, el desacuerdo entre Salah y Mané en Burnley “fue el primero” y “para algunos, el primero y el último”. Sin embargo, él “sabía que se había estado gestando desde la temporada anterior, 2018-19″. Por suerte para los de Klopp, el instinto y el deber del punta “era calmar la situación entre ellos. Eche agua al fuego, nunca gasolina”.
Firmino también escribe sobre el ‘11′ ‘Red’ y su cierto ‘egoísmo’ con el balón: “No sé si era consciente de ello o no, pero Salah solía frustrar a todos cuando no pasaba el balón”. Este conflicto lo quiso solucionar, cuenta el ariete, Jürgen Klopp: “Klopp abordó este tema delante de todos nosotros: cuando un compañero estaba en mejor posición, había que pasar el balón. Fue una clara insinuación dirigida a Salah. Con el paso de los años, debo decir, que este aspecto de su juego mejoró significativamente. Poco a poco aprendió a ser menos egoísta y más cooperativo, a pesar de que es un delantero, un goleador, y todo goleador tiende a ser un poco “codicioso” en la búsqueda de un gol. Eso es normal”.
Era más fácil para Firmino hablar con Salah que con Mané: “Siempre estaba hablando con él, dándole consejos, tratando de calmarlo. Le diría que encontrara la paz, jugara para el equipo y se mantuviera relajado”. En el campo, ambos africanos eran muy profesionales: “Nunca fueron mejores amigos; cada uno se mantuvo solo. Era raro verlos a los dos hablando y no estoy seguro si eso tenía que ver con la rivalidad entre Egipto y Senegal en las competiciones africanas. Realmente no lo sé. Pero tampoco dejaron nunca de hablar, nunca cortaron lazos. Siempre actuaron con la máxima profesionalidad”. Roberto Firmino afirma que él se centraba en que el equipo ganara, y cree que su aportación fue más humana que deportiva: “Muchos se centran en lo que aporté al trío atacante en términos tácticos, pero quizás igual de importante fue el elemento humano: mi papel como pacificador y unificador. Si no hiciera eso, no serían más que tormentas entre ellos dos en el campo”.
Klopp dijo, escribe ‘Bobby’, que “ni en mis sueños más locos podría imaginar que esto funcionaría así”. Pero ¡vaya si funcionó! El técnico alemán, con el tridente Salah, Mané, Firmino como gran arma ofensiva, trajo a Liverpool una nueva Champions y la primera Premier League desde 1990.
Ya dijo Cristiano Ronaldo que “las comiditas, los besitos y los abracitos no sirven de nada, importa el campo” y que “no estoy en el fútbol para hacer amigos”. Por lo visto, a Mané y a Salah, Firmino mediante, no les hizo falta para triunfar en la ciudad de aquellos que escribieron ‘Déjalo estar’ (’Let it be’). Y dejaron estar sus diferencias para conquistar Europa.
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