El secreto del verdugo del Bayern
El Friburgo, verdugo del Bayern en Copa y cuarto de la Bundesliga, mantiene a su técnico, Christian Streich, desde hace 12 temporadas y vive una época dorada en su historia.
El Friburgo es uno de los clubes que mayor crecimiento está experimentando en los últimos años en la Bundesliga. El equipo de una ciudad de 230.000 habitantes de la zona de la Selva Negra que marcha cuarto en la Bundesliga y el pasado martes logró una campanada de repercusión mundial tras eliminar de la Copa al todopoderoso Bayern, que vivió su primera gran decepción de la era Tuchel.
De hecho, es ahí, en el banquillo, donde parece que reside el secreto del equipo. Mientras en Munich tuvieron poca paciencia con Naggelsman, Christian Streich, técnico del equipo, representa una imagen más romántica del fútbol, ya que no sólo es un exjugador de la zona que comenzó y terminó su carrera en el Friburgo, sino que cumple su 12ª temporada en el cargo. Para muchos, la paciencia con este hijo de carnicero de 57 años es la clave del crecimiento de este equipo cuya etapa brillante ha coincidido con el estreno de su nuevo estadio, el Europa Park.
De carácter sencillo e idolatrado por la grada, Streich ha conseguido formar un bloque sólido que la pasada temporada alcanzó la final copera (cayó en la final con el Leipzig) y logró la clasificación para la Europa League (fue eliminado en la presente edición por la Juve en octavos). Esta temporada está superando ese logro y ya sueña con disputar su primera Champions. Sin embargo, el camino de Streich tuvo también baches. No obstante, con él al mando, el equipo bajó a Segunda en la campaña 2013/2014, pero eso no le costó la destitución. La apuesta de la directiva tuvo réditos: volvió a la máxima categoría en un año y está viviendo una época histórica.
Todo ello ha hecho que pueda moldear un equipo a su estilo. En el seno del club aseguran “que ningún jugador se siente por encima del técnico”, y en el que por encima de todo brilla el bloque, aunque con nombres propios como el italiano Vincenzo Grifo o el fichaje estrella de esta temporada, el regreso del central Mattias Ginter, quien llegó para reemplazar la marcha de Nico Schlotterbeck, una de las sensaciones de la pasada temporada. Porque si algo caracteriza a este Friburgo, con un presupuesto mucho menor que Bayern o Dortmund, es ser un club vendedor, donde la estrella está en el banquillo dirigiendo al equipo.