El ‘otro’ Chelsea revienta el mercado
El Estrasburgo, club que tiene como propietario a BlueCo, el mismo del Chelsea, ha batido el récord de fichajes en Francia, con 18 y aspira a lo grande.
La multipropiedad se ha convertido en el nuevo modelo que rige los estandartes del fútbol. El caso paradigmático, el Manchester City, con la galaxia City Football Group, ha sido replicado por muchos equipos, pero el del Chelsea es, ahora mismo, el más revolucionario. Los blues, a través del fondo de inversión BlueCo, han batido el récord de traspasos en Francia, en el Estrasburgo, el equipo más joven del fútbol europeo que se ha convertido en el gran animador del mercado de la liga francesa.
En plena crisis económica, con los derechos económicos por los suelos, BlueCo ha realizado una inversión desmesurada en el club alsaciano, al que adquirió en 2023 con el objetivo de que entrara en una nueva dimensión. Tras un primer año timorato, sin grandes desembolsos, en las dos últimas temporadas los fichajes se han multiplicado, las cesiones con el Chelsea también, y en Francia el Estrasburgo ha sido objeto de críticas por no cortarse lo más mínimo con el modelo de la multipropiedad.
De hecho, ambas partes han registrado seis transferencias en el presente mercado: Samuel-Smiths, Kendry Páez, Mike Penders, Mathis Amougou, Ben Chilwell y Mamadou Sarr hicieron las maletas desde Londres para recalar en Alsacia, evidenciando la fuerte relación que mantienen el Chelsea y el Estrasburgo. El último en llegar, Chilwell, fue el traspaso número 18 para el equipo que dirige Liam Rosenior, que roza, ahora mismo, tras concluir el mercado, las 40 fichas en la primera plantilla, una anomalía en el fútbol galo.
El Estrasburgo, con los 18 traspasos realizados en verano, récord en Francia en una misma ventana, desembolsó 127,5 millones de euros en total, superando, por ejemplo, los 103 que gastó el PSG para hacerse con los servicios de Chevalier y Zabarnyi. Fichajes como Panichelli, por 16 millones, Julio Enciso, prometedor jugador paraguayo, por 18,5 millones, o el argentino Valentín Barco, por 10, han puesto de manifiesto que el objetivo de la equipo francés es asentarse en la parte alta de la clasificación.
El Estrasburgo, con una plantilla amplia, con jugadores que no superan los 25 años de edad de media, se ha puesto como objetivo ganar la Conference League esta temporada, competición que, curiosamente, logró el Chelsea en la última edición. El club ha comenzado con buen pie la liga francesa, ganando dos de los tres primeros partidos, y la semana pasada estuvo a un paso de llevarse el gato al agua en Mónaco, contra uno de los mejores equipos del campeonato, pero terminó sucumbiendo por 3-2 en el tramo final.
Sin embargo, la practica de la multipropiedad exacerbada no ha sido bien vista en Francia. En RMC Sport, el periodista Jean-Louis Torre aseguró que su mercado supone adulterar la competición. “En mi opinión, el Estrasburgo distorsiona el campeonato y puede hacer cosas que otros clubes europeos no pueden permitirse. Veo en esto una distorsión de la competencia. El Estrasburgo hace cosas que los clubes con múltiples propietarios y modelos similares no hacen: el Toulouse nunca ha realizado traspasos con el Milan (propiedad de RedBird Capitals), ni el Niza con el Manchester United (propiedad de INEOS)“, dijo.
Los aficionados del Estrasburgo tampoco están del todo de acuerdo con el modelo de la multipropiedad. Los ultras, de hecho, ya han realizado huelgas de animación, mostrando su rechazo absoluto a una política en la que el gran beneficiado es el Chelsea. Este lunes, último día de mercado, las redes sociales se inundaron de críticas hacia los dueños, después de que el mejor jugador de la plantilla, Dilane Bakwa, fichara por 35 millones de euros por el Nottingham Forest.
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Con un déficit presupuestario en cuanto a fichajes se refiere, las críticas no han afectado la política de BlueCo con el Estrasburgo, al que quiere hacer uno de los mejores equipos de Francia a toda costa. Potenciar jóvenes que tengan opciones de fichar por el Chelsea, formarlos en una liga de segundo escalón, y sacar plusvalías por ellos es una estrategia que ha llegado para quedarse en el fútbol francés. El resto de equipos, que deben maniobrar sus cuentas para evitar un descenso doloroso, como el Olympique de Lyon, miran con recelo a un proyecto en ciernes que ha revolucionado por completo el mercado.
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