El Leipzig se hunde sin Olmo
El vigente campeón cae eliminado en la segunda ronda de la Pokal ante el Wolfsburgo de Kovac.
El vigente campeón cae eliminado en la segunda ronda de la Pokal ante el Wolfsburgo de Kovac. El RB Leipzig no gana para disgustos. Un día después de tener certeza de que no podrá volver a contar con Dani Olmo hasta 2024 debido a la luxación en el hombro que sufrió el internacional español el pasado fin de semana, el cuadro germanoriental cayó por 1-0 ante el Wolfsburgo en la segunda ronda de la Pokal y se despide a las primeras de cambio de la que venía siendo su competición fetiche a lo largo de las últimas dos temporadas. Un tanto tempranero de Cerny y la expulsión de Poulsen en los segundos 45 minutos condenaron al vigente campeón en un partido en el que, teniendo en cuenta que Xavi Simons no anduvo muy inspirado, echó mucho de menos la creatividad y el liderazgo de Olmo.
Ambos conjuntos trataron de hacerse con el centro del campo en los primeros compases del choque y ambos también lograron llegar a las inmediaciones del marco rival. Sin embargo, fueron los locales los que consiguieron dar ese último pase que les sirvió para decantar la balanza a su favor. Una gran filtración de Tomás dejó solo a Cerny ante Blaswich y el checo no perdonó. Diez minutos más tarde, el ex del Twente tuvo el segundo en sus botas tras un error descomunal de Lukeba en la salida de balón, pero esta vez sí le tembló el pulso y terminó mandando el esférico fuera. Suerte para un Leipzig que, eso sí, tampoco fue capaz de generar demasiado peligro hasta el final del primer período. Se notaba la ausencia de Olmo en la creación.
Nada más volver al terreno de juego, Raum tuvo el empate en sus botas en un remate desde fuera del área que terminó chocando en el palo. Fue diez minutos después de esta ocasión de oro cuando el choque en el norte de Alemania se le puso todavía más cuesta arriba al vigente campeón. Poulsen vio la segunda amarilla tras llevarse por delante a Svanberg y dejó con diez a los suyos a falta de algo más de media hora para el final. A partir de ese momento, los de Kovac reinaron en defensa y permitieron a los sajones acercarse aún menos al marco protegido por Pervan. Un cabezazo de Openda que se marchó muy alto fue lo único que se inventó un Leipzig al que le pesó mucho una inferioridad numérica que le privó de encontrar la fórmula para evitar despedirse de la competición cuyas últimas dos ediciones había ganado. Y, adenás, tuvo suerte de que un disparo de Wind en el descuento dio en el aluminio.
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