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FRANCIA

El día que me hice del Lens

Una ciudad de solo 31.398 habitantes sacó los colores al poderoso PSG presentando su candidatura al título.

Lens (Francia)
Los jugadores del Lens, con el entrenador Franck Haise micrófono en mano, celebran la victoria contra el PSG.
FRANCOIS LO PRESTIAFP

Lens puso París a sus pies por un día. Una pequeña ciudad minera, castigada por un paro creciente desde que hace décadas fueron cerrando las minas de carbón hasta dejar un rastro de tristeza y futuro incierto. Pero sus 31.398 habitantes tienen una motivación común a la que se aferran con fuerza todos ellos: el Racing Club de Lens. Un equipo centenario (nació en 1906) que arrancó el año con una noche de gloria al desdibujar, zarandear y tumbar en la lona a ese PSG multimillonario que acabó ridiculizado y rendido ante unos norteños orgullosos que convirtieron el estadio Félix Bollaert, que ya conocí en 1998 cuando la España de Javier Clemente goleó a Bulgaria (6-1) de forma estéril al acudir allí ya eliminada de la fase de grupos del Mundial celebrado en Francia. Ante el PSG se agotaron las 38.047 localidades a la venta, superando en casi 7.000 a la población total de Lens. Cantaron a capella una versión propia y emotiva de ‘La Marsellesa’.

Ligue 1 2022/2023

ClasificaciónPTSPGPEPP
1Paris Saint-Germain441421
2Lens401241
3Marseille331033
Clasificación completa
Próximos partidos
Strasbourg - LensX-11/01 21:00
Lens - AuxerreS-14/01 17:00
Troyes - LensS-28/01 17:00
Calendario

*Datos actualizados a fecha 2 de enero de 2023

Y en el descanso tararearon una preciosa canción dedicada a los mineros que durante tantos años se dejaron la salud en este castigado norte de Francia. “Para muchos de nuestros aficionados el fútbol lo es todo. Es lo que les queda para disfrutar de la vida. Por eso la felicidad de esta gesta es inmensa. Va por ellos”, explicaba a AS Joseph Oughourlian, propietario del club desde hace cinco años, logrando que hayan pasado de estar colistas en la Ligue 2 a luchar por el título de la Ligue 1 y oler a futuro equipo de Champions. Aquí la grada más joven y populosa no está en un fondo, como en el resto de estadios, sino en la lateral y justo en el centro del campo. La zona de mejor visión del Bollaert. Las entradas cuestan solo 9 euros en esa parte, para asegurarse que los chavales de la ciudad se entregan a su equipo de fútbol para evitar otras tentaciones.

Luego llegó el partido. Que solo tuvo el color rojo y amarillo del Lens (la indumentaria oficial es así y las gradas parecen una copia escénica de un partido de la Selección española, no en vano el club adoptó esos colores porque el alcalde de Lens, hace una centuria, se dio cuenta de que la ciudad había pertenecido al imperio de Carlos V), con una intensidad y una calidad que harán que este 3-1 sea recordado aquí durante muchos años. De hecho, no se recuerda tanta euforia de esta buena gente desde que en 1998 conquistasen la Ligue 1 (el mismo año que el Madrid ganó la Séptima con el gol de Mijatovic) y en 1999 la Copa de la Liga. Un bienio mágico e irrepetible.

La grada del Félix Bollaert durante el Lens-PSG.
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La grada del Félix Bollaert durante el Lens-PSG.FRANCOIS LO PRESTIAFP

Cierto que a los parisinos les faltaban dos de sus tres tenores (Messi y Neymar), pero todos fuimos testigos de la noche aciaga de Mbappé (incapaz de irse una sola vez de Frankowski en todo el encuentro, por algo le han dado vacaciones). Y vi el declive de un Ramos al que le queda la calidad en la salida de balón, pero que sufre en las contras como si ya estuviese en otro nivel competitivo (el belga Löis Openda le sacó los colores en varias veces). Y noté la falta de acoplamiento de Carlos Soler y Fabián, dos españoles con calidad a los que se vio lentos y perdidos en esa jaula de oro que ve como peligra ese alirón liguero que daban por hecho antes de comerse las uvas antes de viajar a Lens. La fiesta fue total. Al Khelaïfi se quedó en el palco con cara de póker, mientras los 300 ultras del PSG bailaban y encendían bengalas para alucine de un servidor. O no sabían que habían perdido de mala manera o no tienen mentalidad de equipo grande. La que sí tuvo el Lens. Un club señor que vivió el mejor arranque de año de su existencia. Ya lo vimos en el film Bienvenidos al Norte. Parte de mí se queda con esta camiseta. Allez Lens!