El ‘De Gea coreano’ y el ‘delantero influencer’, héroes para Klinsmann
Corea del Sur eliminó a Arabia Saudí en un partido de octavos de final que llegó a los penaltis. El portero coreano, cuyo ídolo es el español, detuvo dos lanzamientos saudíes.
Nadie dijo que ganar una Copa de Asia fuese a ser fácil. Por eso Corea del Sur no lo hace desde 1960. Pero en esta edición tienen puestas todas las ilusiones y este martes salvaron un partido durísimo frente a Arabia Saudí. Y sus dos héroes fueron su portero y su delantero, Jo y Cho. Al primero le llaman ‘Deagea’ en su país porque De Gea es su ídolo y le imita estéticamente. El segundo saltó a la fama en las redes tras convertirse en un sex symbol en su país durante el pasado Mundial de Qatar. Tiene 2,2 millones de seguidores en Instagram. Dos futbolistas inesperados que se llevaron todos los focos por delante de Son o Kang-in Lee.
Los chicos de Roberto Mancini fueron mejores que Corea del Sur durante gran parte del partido, a pesar de que los de Klinsmann eran los que tenían mejor plantilla. Corea estuvo perdida hasta el tramo final. Dependen mucho de la imaginación y el talento de Kang-in Lee, clave en los partidos de la fase de grupos. Y el futbolista del PSG estuvo lejos de mostrar su mejor versión en esta faceta de generador.
Más allá de algún intento peligroso de Son, que tuvo que hacer la guerra por su cuenta, la ocasión más peligrosa fue para Arabia Saudí. Poco antes del descanso, remataron dos veces al larguero en el mismo centro de córner. Y tras ese aviso, llegó el gol. Fue en el primer minuto de la segunda parte, con Radif, que había salido en el descanso, convirtiendo un intento de control que le salió asistencia a Al Dawsari.
Tardó en reaccionar Corea, pero a partir de los últimos veinte minutos se desataron. Entonces sí, se empezó a ver a la gran selección que todos esperaban. Además de dos bloqueos de Tambakti, en este tramo de partido el héroe fue Al Kassar. El portero de Al Feiha sacó intentos coreanos de todos los colores. Un disparo a Son, otro a Hwand... un asedio coreano que terminó con el empate a uno a falta de dos minutos para el final. Cho, que poco antes había dado al larguero, esta vez cabeceó a gol. El delantero del Midtjylland había sido titular en los tres partidos de la fase de grupos, pero Klinsmann prefirió una defensa de cinco y él fue el sacrificado.
Llegados a la prórroga, Corea siguió haciendo daño con centros laterales. Un auténtico dolor de cabeza que bien le pudo costar a Arabia Saudí el partido. Otro larguero (cuarto del partido) y otra parada de Al Kassar lo evitaron. El gol estuvo aún más cerca en el 109′, cuando una mala salida de Al Kassar dejó a Cho con el balón en los pies y el portero fuera de su meta. Prefirió pasarla y la jugada terminó con Son ejecutando el disparo y golpeando en el propio Cho. Minutos más tarde, un disparo de Kang-in Lee provocó otro paradón de Al Kassar. Radif pudo convertirse en el héroe de su país cuando finalizó una contra en el descuento de la segunda parte de la prórroga. Pero la envió al muñeco.
Llegó la tanda de penaltis y a Sami le detuvieron el lanzamiento... con polémica. en la repetición pareció que Jo se había adelantado, aunque el VAR lo revisó y no corrigió nada. Y en el siguiente turno, Jo volvió a pararlo, esta vez al lanzamiento de Ghareeb. Mancini no quiso ni mirar y se fue a los vestuarios antes del disparo de Hwang Hee-Chan: si marcaba, Arabia Saudí estaba eliminada. Y marcó.