De tal palo, tal futbolista: la saga Maldini entra en la historia
Solo había sucedido en España con la generación Marcos Alonso y Llorente, ahora Daniel Maldini se ha convertido en el tercer miembro de su familia en vestir la camiseta de la ‘azzurra’ ante Israel.
Por mucho que el refrán señale aquello de ‘De tal palo, tal astilla’, la realidad es que son pocas las ocasiones en que tres generaciones de futbolistas triunfan en la élite mundial. Más difícil es, si cabe, que consigan vestir la camiseta de su selección. De hecho, es tan poco común que solo había sucedido dos veces en Europa, desde hoy tres. En España, fueron Marcos Alonso, que tras su abuelo Marcos Alonso Marquitos y su padre, Marcos Alonso, el Pichón defendió los colores de ‘La Roja’ tras su debut en 2018. También lo hizo Llorente, dos años más tarde, cuando debutó ante Holanda y siguió los pasos de su padre Paco Llorente y de su abuelo Grosso.
Este lunes ha sido un joven delantero de 23 años del Monza el que ha vestido por primera vez la camiseta de la ‘azzurra’ ante Israel. De nombre, Daniel; de apellido, Maldini. Sobre sus hombros, el peso de ser el hijo de Paolo y nieto de Cesare. Una de las familias más legendarias del fútbol mundial.
No es fácil llevar este apellido, tendrá que ser fuerte
El pasado jueves, en el palco del Olímpico de Roma, Paolo no quiso perder detalle del que pudo ser (pero no fue) el debut de su hijo pequeño. “Daniel siempre ha trabajado duro y hoy se merece esta oportunidad. Sin duda tiene una cualidad que no es común en el fútbol, sabe ver qué necesita el partido y físicamente ha crecido. No es fácil llevar este apellido, tendrá que ser fuerte en esto”, decía Paolo Maldini antes del Italia - Bélgica en una entrevista para ‘Sky Sport’.
En el mismo estadio que debutó su padre
Y es que con el 2-0 inicial, todo indicaba que ante Bélgica llegaría el debut del pequeño de los Maldini, pero Italia se quedó con 10, tras la expulsión de Pellegrini en la primera parte y su gran momento tuvo que esperar. Quizás fue el destino que quiso que vistiese por primera vez la camiseta de su selección justo en el mismo estadio en el que su padre Paolo debutó como jugador del AC Milan hace 39 años. De Udine a Udine. El fútbol se la tenía guardada.
En el minuto 73, ansioso mientras el linier preparaba su número, tras mirar al cielo y abrazar a Raspadori, Daniel Maldini saltaba al césped del Stadio Friuli. Desde la grada, su padre esbozaba una sonrisa, como si estuviera teletransportándose a aquel 20 de enero de 1985, cuando él lo hizo hace ya casi 40 años. A su lado, su madre grababa el debut del pequeño de la familia.
En 18 minutos que estuvo sobre el verde, Maldini tuvo tiempo para dejar destellos del jugador que puede llegar a ser, pues por sus botas pasó el cuarto gol del equipo de Spalleti. Con inteligencia, velocidad y desequilibrio, el delantero filtró en el 84 un pase a la izquierda para Udogie, que en la línea de fondo enviaba un pase atrás a Di Lorenzo que no perdonó y con un disparo raso mandó el esférico al fondo de la red.
Las tres generaciones rojinegras
Su abuelo, Cesare, ganó la primera Copa de Europa para el Milan. Paolo ganó las cuatro últimas del club. Sin embargo, Daniel sólo disputó 24 partidos en tres temporadas con la camiseta rojinegra, la mayoría sin demasiados minutos, antes de iniciar una sucesión de cesiones que le llevó a pasar por varios equipos italianos hasta que el verano pasado el Monza decidió quedárselo en propiedad.
La pasada campaña, las lesiones le tuvieron apartado durante gran parte de la temporada, por lo que sólo estuvo presente en 18 partidos. Sin embargo, esta campaña ha jugado los siete encuentros de la Serie A desde el inicio y ha marcado un gol, una actuación que le ha hecho entrar en los planes de Spalleti.
Dije no a Venezuela por mi padre, él está feliz por mí
La llamada del seleccionador la lleva esperando un tiempo. En concreto, desde que rechazó ir convocado con la selección de Venezuela, el país de su madre. “Dije ‘no’ a Venezuela por Italia, mi papá, él está feliz por mí”, declaraba en rueda de prensa un futbolista que tiene como referentes a Kaká y Dybala.
“Es bonito entrar aquí y ver las fotos de mi padre y mi abuelo”, decía un jugador que también valoró su posible regreso al Milán: “No pienso en eso, todo es posible, pero ahora debo pensar en hacerlo bien”.
Llegar a la selección italiana desde el Monza (equipo que coquetea año tras año con el descenso) es más complicado que hacerlo desde el Milan, aunque no es casualidad que Daniel eligiera ese equipo.
Y es que el propietario del club no es otro que Adriano Galliani, presidente del Milan en los años de Berlusconi. “Por fin un Maldini que marca goles y no un lateral”, le dijo Galliani a Paolo, el padre de Daniel, después de que marcara su primer gol con el Monza.
22 años han pasado desde que Paolo, su padre, jugara su último partido con la selección y 61 desde el último de su abuelo, Cesare. Para bien o para mal, su sangre ha hecho que en Italia ya le auguren un futuro de estrella. “Nos falta un jugador con pureza técnica y Daniel Maldini tiene carrera, físico y buenas jugadas. Me pareció bastante importante su crecimiento”, analizaba Spalletti tras convocarlo para la ‘azzurra’. Solo el tiempo dirá si de verdad Daniel está destinado a dejar en la élite una huella a la altura de la de sus antecesores.
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