De descarte del Barcelona a hacer historia en la Libertadores

17 años, 11 meses y 16 días. Álvaro Montoro marcó en el estreno de Vélez en la Libertadores y gritó por todo lo alto su primer gol con el Fortín a nivel profesional (también en el día de su debut en la competición sudamericana). La ‘10′ que en su momento llevó Thiago Almada, levantando a los aficionados del club, no ha supuesto un peso extra para el chico de Concepción (Tucumán). Una muestra más del buen trato que dan a la cantera en Liniers para sacar jóvenes promesas con mucho potencial.

Montoro está demostrando que su talento va en la línea de lo que ha salido últimamente del club. Almada, Orellano, Prestianni o Valentín Gómez han sido ejemplos claros de lo que dan de sí las categorías inferiores de Vélez. Con tres de ellos fuera de la entidad en la actualidad, y Valentín tentado por otros clubes -parece extraño que su nombre no se vea más entre los rumores de los equipos europeos-, puede que el próximo nombre o gran venta sea la de Montoro. Lleva desde los ocho años en el equipo.

El joven futbolista argentino ya sonó hace tiempo para algunos clubes del viejo continente. De hecho, se aseguró que el Barcelona descartó su fichaje -para el filial- mientras el Sevilla o la Roma también le seguían la pista. Con Vélez buscando asegurar su futuro en Liniers (tentando con un contrato profesional) y las exigencias económicas, la llegada de Montoro a Europa se paralizó y ahora brilla en Argentina.

Fanático de Cristiano Ronaldo, como lo hizo saber su padre a ESPN cuando tenía tan sólo 12 años (“se vuelve loco por Cristiano, aunque entiende lo que significa Lionel Messi en el mundo del fútbol”), Álvaro Montoro tiene la habilidad de manejar la pelota y pensar bien qué hacer con ella. La posibilidad de jugar como volante o en la banda le ofrecen garantías para tener minutos a pesar de su corta edad, aplicando bien su juego tanto por dentro como más abierto.

Superando a Agustín Allione como el goleador más joven en la historia de Vélez en la Libertadores (18 años, 5 meses y 27 días), Álvaro abre su futuro de una manera excitante. Con su hermano Francisco (delantero de 20 años que juega en la Reserva del Fortín) a su lado, no parece que la carrera de ambos vaya a continuar ligada durante mucho tiempo.

Su contrato, que vence en diciembre de 2025, puede ser una buena ocasión para que otros clubes hagan una apuesta seria por una joven promesa. En esta ocasión, además, contando con la mayoría de edad y sin la incertidumbre o el miedo de marcharse al extranjero bajo un primer contrato en Liniers.

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