Darwin no aguanta el ritmo de Haaland

Desde antes de que Erling Haaland se pusiera la elástica azul celeste del Manchester City, todo parecía encajar para él. El joven conocía la ciudad y el club gracias a que su padre, Alfie Haaland, había militado en este y además, Pep Guardiola le mostró un sistema que le convenció. Él ha demostrado en días lo que a otros les llevó meses. Este ha demostrado comprender los entresijos del sistema táctico del entrenador catalán y convertir la comprensión en goles y más goles. Concretamente 12 en ocho partidos. Unos números estratosféricos.

Solo dos partidos se han escapado sin su nombre en la nómina de anotadores: el encuentro ante el Fulham en la Premier League y la Community Shield. Este fue su debut y se viralizó justo una ocasión fallada por el noruego en la que se escapó su primer título. Este fue a parar a las vitrinas del Liverpool y la sentencia para que eso sucediera la firmó Darwin Núñez con su testa.

El fallo de Haaland y el acierto de Darwin además de la llegada reciente de ambos hizo que la narrativa (el deporte vive también de sus relatos) invitara a un duelo entre el uruguayo y el noruego. Ahora, la realidad de ambos es bien distinta.

Si Haaland aparece como indiscutible en las alineaciones del City y la gran arma para acercarse a la tan esperada Champions (hoy, 21h, nueva oportunidad ante el Dortmund), el rol de Darwin Núñez aún está difuso en el Liverpool.

En Inglaterra se cuestionan su adaptación al conjunto red y más, tras no aparecer como titular en el encuentro de esta segunda jornada de fase de grupos de la Liga de Campeones frente al Ajax. Después de un 4-1 en Nápoles en la primera fecha, el Liverpool se la jugaba y Klopp apostaba por Salah, Diogo Jota y Luis Díaz. El fichaje estrella se quedaba de nuevo en el banquillo.

En la mitad de la segunda parte, Klopp le dio la oportunidad y Darwin lo intentó con más voluntad que acierto (un tiro a puerta, 64% de acierdo en el pase, dos duelos ganados). Fue Matip, finalmente, el que tuvo que salvar al Liverpool que empataba a uno con goles de Salah y Kudus en la primera mitad.

Ni las noches europeas en Anfield ni las tardes de Premier League han visto aún al mejor Darwin, que sufre en este primer tercio de campaña a pesar de su inicio fulgurante (gol al City, gol y asistencia ante el Fulham) que se complicó tras su sanción por los incidentes frente al Crystal Palace. El de Artigas aún busca su sitio y los goles. Estos serán el mejor argumento para abrir de nuevo el duelo con Haaland.