“Quiero ganar con la Roma y luchar por la Copa América”
Dybala, líder de la Roma, es una de las figuras de una Serie A en constante crecimiento: “Será otro campeonato con enorme competitividad”.
La caza al Nápoles campeón de Italia arranca esta tarde. La Serie A regresa con la ilusión de haber coronado a cuatro campeones distintos en los últimos cuatro cursos y con un crecimiento innegable, que llevó a tres finalistas europeos en el último curso. Una de sus figuras es Paulo Dybala, líder intocable de la Roma de Mou. En su charla con AS, el argentino mostró ideas muy claras: se ha quedado para ganar.
Paulo, arranca una nueva temporada.
Estoy muy contento. Desde hace años no vivía una pretemporada desde su comienzo. Me va a venir bien.
Estamos viviendo el verano de Arabia Saudí.
El fútbol es un deporte global, lo ven en todo el mundo y allí tienen el mismo derecho que nosotros de ver las grandes figuras de cerca. Luego depende de cada uno tomar esta decisión. A nivel competitivo es muy temprano, han empezado a fichar jugadores ahora, como lo hizo en su momento la MLS.
Usted también recibió propuestas y decidió quedarse en Roma.
Porque me siento bien aquí. Me han tratado de una manera única. Durante las vacaciones continué charlando con Mou y los dos teníamos muchas ganas de dar algo más. Hemos estado cerca de conseguir un objetivo importante y nos quedamos con ese sabor agridulce. Me sentí muy cómodo en todos los aspectos. Además, al final del curso tenemos una competición muy importante con la Selección, hacer las cosas bien aquí me va a ayudar a estar allí para ganar el trofeo que me falta con Argentina.
¿Ve una Serie A en crecimiento?
El año pasado hubo mucha competitividad, y pasará lo mismo. Es difícil elegir el máximo candidato para el Scudetto, varios se han reforzado. El Calcio hizo las cosas muy bien en todas las competiciones: el Inter estuvo muy cerca de la Champions y todo el mundo pensó que el City le iba a hacer muchos goles en la final. Nosotros lamentablemente perdimos en los penales, la Fiorentina también estuvo a un paso de ganar la Conference. Ojalá siga así, el fútbol italiano se lo merece.
¿Qué recuerdo se le ha quedado de la final con el Sevilla?
Muy triste. Llegué con lo justo a la final por un golpe, pero por suerte pude estar y ayudar, aunque lamentablemente no fue suficiente. Creo que lo merecíamos, aunque también el Sevilla hizo un camino muy difícil para llegar allí. Los penales decidieron que los campeones fueran ellos y toca felicitarlos. Para nosotros fue un dolor muy grande.
En la Supercopa, los andaluces hicieron sufrir al City.
Lo vi, tuvieron la oportunidad para ganar. Por momentos, parecía que cada contra podía ser gol y el último penal Bono casi lo para. El fútbol es así.
Mou dijo que usted es oro y un “chico de otra época”.
Que un entrenador que ha tenido figuras increíbles opine eso es un placer enorme. Siempre digo que es el grupo que hace que yo esté bien y pueda dar el máximo. Estoy agradecido a él, a su staff y a los compañeros.
Terminó su primera temporada aquí con 18 goles y ocho asistencias. A veces, parece que la Roma gire alrededor de sus ideas.
Confío mucho en mí, en lo que puedo aportar. Si los compañeros se apoyan en mí, es una responsabilidad hermosa. A veces parece que no tenemos un juego muy vistoso, pero siempre es muy eficaz y eso hace que los resultados individuales de los jugadores sobresalgan.
¿Qué Roma veremos este año?
Vamos a tratar de mejorar en todas las competiciones. Queremos darle un título a la gente, que se lo merece. Con los refuerzos que han llegado y los que pueden llegar, tenemos un plantel muy bueno. Vamos a tratar de ser más agresivos, más profundos, con un juego que nos dé más opciones.
Habló de refuerzos, y sonó mucho su amigo Morata…
Y yo le llamaba siempre (ríe). Somos muy amigos, ya es casi familia, lo conozco desde hace mucho. Obvio, es una opción que no es viable, pero me hubiese encantado tenerlo aquí en Roma con nosotros. Nos conocimos en el primer año en la Juve, desde el principio tuvimos una gran amistad que ha crecido con los años. Con el nacimiento de Bella, su última hija, nos sorprendieron diciendo que mi pareja y yo íbamos a ser los padrinos. Fue hermoso, nos quedamos como locos y cada vez que podemos viajamos para visitarlos, aunque ahora queremos ver más a la niña que a sus padres (ríe).
Un amigo suyo sí acaba de llegar: Paredes.
Cuando supe que podía venir le llamaba todos los días, preguntando por novedades y si le podía ayudar de alguna forma. Me puse muy feliz, sé que le gusta mucho la ciudad y el club. La calidad que tiene nos aportará mucho.
¿Qué aprendió de la Roma viviéndola desde dentro?
La pasión y el sentido de pertenencia que tienen es muy parecido al que se vive en Argentina. En Europa, a los que venimos de allí, nos parece todo más tranquilo, pero acá es diferente. La gente te lo hace sentir desde el primer día, muchos ponen al club como lo más importante en la vida, por delante incluso de sus familias. Lo demuestran en cada partido: el año pasado siempre tuvimos todo vendido en el Olímpico. Luchar en cada partido con ellos fue muy lindo. Cuando venía de rival veía la atmósfera, pero no la vivía como ahora.
Totti siempre le alaba y pidió su incorporación. ¿Habló con él?
Lo vi antes de venir, en el partido benéfico de Eto’o en Milán. No hablamos mucho, porque había cámaras, pero le estoy muy agradecido por las palabras que tiene sobre mí. Aquí es un dios, es una leyenda para la gente y tiene toda mi admiración.
¿Cómo vivió el día de su histórica presentación?
No sabía nada. Tras la conferencia, el director Tiago me dijo que habría una presentación, pero imaginaba solo una foto y unos videos. Nunca habría imaginado todo aquello. Fuimos camino al centro, pasamos por el Coliseo Cuadrado y empecé a ver a gente con banderas… Fue un momento muy loco. A veces juegas ante 70.000 personas y estás tranquilo, allí estaba nervioso. Toda aquella gente estaba allí por mí, que nunca había jugado por ellos y venía de un rival. Una vez que salí, traté de disfrutarlo y de vivir el momento. Venía de un tiempo difícil y eso me dio una alegría muy grande.
El ‘rival’ era la Juve. 12 títulos, 293 partidos, 115 goles como Baggio y los elogios constantes de otra leyenda como Del Piero. ¿Fue complicado cambiar?
No fue fácil y fue inesperado. Unos meses antes me enteré de que no iba a ser tenido en cuenta por el club, pero hasta unos días anteriores la realidad era otra. Fue un golpe muy duro, eran muchos años y era como mi casa. Conocía a todo el mundo, el estadio, los hinchas, era el segundo capitán… Mi idea era seguir allí, pero el fútbol tiene estas cosas, no fui el primero y no voy a ser el último. Estoy y estaré agradecido al club, que me hizo crecer como persona y como futbolista. Fueron siete años muy lindos.
Allí jugó con Cristiano, en Argentina, con Messi.
Estando al lado de ellos solo se aprende. Si eres inteligente, con el simple hecho de observarlos te das cuenta de un montón de cosas de como trabajan, como se cuidan, de cada detalle. Toca intentar absorber, luego es difícil hacer lo que ellos hacen, porque no lo ha hecho nadie. Soy un privilegiado: jugué y gané con ambos.
Ha absorbido mucho: con el portugués fue MVP de la Serie A, con el argentino llegó a la cima del mundo.
Con Cristiano fueron tres años donde ganamos mucho y teníamos un equipo increíble. Con Leo llevo muchos años compartiendo plantel y los últimos años fueron increíbles. Después de tanto luchar se lo merecía y terminó coronándose como el mejor.
¿Le sigue en la MLS?
Sí, no me sorprenden sus números. Estará en otra final, tiene la oportunidad de ser el jugador con más títulos en la historia… Y Cristiano ganó otro título en Arabia. No es nada normal lo que hacen.
En Estados Unidos también sigue a la NBA.
Me gusta mucho. Lamentablemente terminamos tarde la temporada y no pude ir a ver las finales, pero a veces sí tengo la oportunidad de ir a ver algún partido de los playoff.
Jalen Brunson, durante los playoff, celebró con un gesto parecido a su ‘Mask’.
¡Sí! No estaba viendo el partido, con los horarios es difícil, pero me pasaron enseguida la foto.
Sabemos que es aficionado al tenis. Y muy amigo de Alcaraz.
Es un fenómeno. Nos conocimos en una entrevista de la ATP y quedamos en contacto. No me gusta molestar, pero le avisé de que este año iba a estar en Wimbledon, le esperé después de un partido y nos quedamos charlando. Me dijo que me iba a mandar un regalo y le respondí: “Todavía no. Sé que vas a ganar Wimbledon y, cuando pase, allí querré el regalo. No antes”. Así fue. Carlos es increíble, marcará los próximos 15 años. Lo que hicieron Nadal, Federer y Djokovic no es fácil, pero tiene todas las condiciones. Rafa es para ustedes como Messi o Maradona para nosotros: no lo quiero comparar todavía, pero Alcaraz lo tiene todo para ser como él.
También le hemos visto en Silverstone.
La Fórmula 1 nos invitó, nunca había estado en una carrera y me encantó. Es un evento que no imaginaba así, vi los auto de cerca, charlé con los pilotos. Fue conocer otra realidad: los pilotos, como en el tenis, están solos. Hay mucha psicología y pregunté mucho sobre su preparación. Van a una velocidad increíble en espacios tan chicos…
Volviendo al fútbol, le recuerdo que es campeón del mundo.
Más pasa el tiempo, más me doy cuenta. La adrenalina de los festejos no te da tiempo para pensar. Ahora vas caminando y te encuentras con argentinos que te agradecen de manera única. La situación en nuestro país no es tan fácil, haberle dado una alegría tan grande a la gente es un premio. Hay muchos momentos que llevo dentro, pero uno de los más lindos es cuando te ponen la medalla, vas caminando y en el medio está la Copa, con nadie más. Verla allí que brilla, poder tocarla, darle un beso… Es el único momento que vives solo con ella. Es allí cuando dices: “Lo logramos, es nuestra”.
Ganó dos títulos. Le queda la Copa América.
Claro. Es uno de mis objetivos. Ganamos el Mundial, la Finalissima y cuando se ganó la Copa América no pude estar. Voy a darlo todo para estar allí y luchar para el trofeo que me falta.
Está en su madurez futbolística. ¿Qué objetivo tiene ahora?
Estoy en un momento ideal, de madurez y de forma física. Después de haber conseguido tantas cosas, veo las competiciones de otra manera y siento que puedo ayudar a mis compañeros. Mi primer objetivo es estar al 100% siempre, y el segundo es ganar. Cuando ganas, siempre quieres más. Hoy en el vestuario tenemos jugadores y un entrenador con muchos trofeos, así se crea una mentalidad ganadora y eso, en los detalles, puede ser decisivo.
Una madurez que vive también fuera de la cancha. En las redes sociales le siguen 100 millones de personas.
Trato de ser lo más natural posible, yo mismo. Eso me ayudó, tal vez eso gusta de mí, nunca mostré algo que no soy. No lo vivo como un peso o una responsabilidad, trato de hacer las cosas bien, sin faltar el respeto a nadie. Sé que muchos niños me miran e intento ser el mejor ejemplo con naturalidad, sin vender humo, demostrando que siendo trabajador uno puede cumplir sus sueños.
Lleva casi toda la carrera en Italia, ¿piensa regresar al fútbol de Argentina?
Ojalá algún día pueda volver. Hoy estoy feliz en Italia, a la que también siento como mi casa. El país me trata bien y también los hinchas, sean del club que sean. Nunca tuve inconvenientes con tifosi de otros clubes, así sientes que te has ganado el respeto de la gente en la cancha y es fuera. Y es muy lindo.