Chelsea–City: ejemplo a evitar y ejemplo a seguir
Chelsea y Manchester City miden sus fuerzas en un duelo que en campañas anteriores sería capital en la lucha por el título pero que este curso apenas mide al líder de la Premier League con el décimo clasificado.
A Pep Guardiola le preguntaron en la rueda de prensa previa al duelo del domingo si el Chelsea era un ejemplo a evitar. El catalán asintió y aprovechó para recalcar la complejidad de los éxitos cosechados por los suyos. Hay que celebrar cada victoria porque nunca se sabe cuándo dejará uno de ganar, vino a decir el técnico citizen. Los londinenses evitaron que los mancunianos, ganasen la Liga de Campeones cuando alcanzaron la final de la competición por primera vez en 2021. Havertz marcó el único gol de aquel duelo en Oporto en el que Tuchel ganó su primer título en Stamford Bridge. En apenas 20 meses en el club ganó la Champions, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Y luego, el Chelsea dejó de ganar.
Llegó Graham Potter con la etiqueta de principal promesa de los banquillos ingleses, pero el proyecto le vino grande. Pasaron Bruno Saltor e incluso Frank Lampard, a quien Tuchel remplazó en su momento, como interinos. Se esperaba más de los azulones cuando se anunció la contratación de Pochettino en verano, pero el Chelsea no ha enderezado el rumbo. El domingo se presentará a la duodécima jornada de la Premier League como décimo clasificado, demasiado lejos de la lucha por el título y a once o nueve puntos (dependiendo del resultado del Liverpool en el partido que disputará antes contra el Brentford) de los puestos que dan acceso a la próxima Liga de Campeones.
Mientras unos andan sin rumbo fijo, los otros van en la buena dirección. El City seguirá siendo líder de la Premier League incluso cayendo en Stamford Bridge, lo que significa que el duelo se le presenta como la oportunidad de ocupar la primera plaza en solitario y de empezar a cobrar cierta ventaja respecto al resto de sus perseguidores. Los celestes son el ejemplo a seguir. Renovando su plantilla año tras año sin acusar las bajas y dando la bienvenida a futbolistas que ayudan a que el club siga escalando peldaños. Solo así se entiende que nadie en el Etihad Stadium se lleve las manos a la cabeza cuando se aceptan ofertas por jugadores emblemáticos de antaño como Raheem Sterling o jóvenes perlas como Cole Palmer o Roméo Lavia. Todos ellos han oscurecido la tonalidad de su camiseta, pasando del celeste al azul marino.
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