COPA ITALIA | LAZIO 1-ROMA 0
Caos en el derbi romano: petardos, botellazo, cuatro rojas…
Tensión enorme en el Lazio-Roma, tanto entre los tifosi como en el campo. Nuno Santos, Pedro, Azmoun y Mancini vieron la roja, Bove fue golpeado con una botella de cerveza.
El derbi della Capitale volvió a mostrar la tensión que se vive en Roma entre los conjuntos giallorosso y biancoceleste. Ya horas antes del encuentro, en los alrededores del Olímpico, los 1.000 policías empleados por el evento evitaron contactos, pero hubo un lanzamiento de petardos que se trasladó al interior del estadio. Tribuna Tevere y Distinti Sud se intercambiaron bengalas y también ‘bombas’ más peligrosas, e hizo falta la intervención del mismo José Mourinho, que intentó ayudar para que la calma regresara en las gradas.
El nerviosismo aumentó en el tramo final del encuentro, y Edoardo Bove fue una de las víctimas. El jugador de la Roma abandonó el campo en el 76′ y, durante el cambio, fue golpeado en la nuca por una botella de cerveza lanzada desde las gradas. Afortunadamente, el impacto no tuvo consecuencias graves: “Lo he vivido de manera normal”, dijo el jugador, “me lanzaron una botella de cerveza y me golpearon. No me parecía el momento para hacer escenas o polémicas, aunque espero que intervengan las autoridades porque no me es algo normal”.
Los tifosi, eso sí, no fueron los únicos nerviosos. El árbitro Orsato tuvo que sacar hasta cuatro tarjetas rojas en los últimos minutos. La primera fue para Nuno Santos, que sumó así la expulsión número 29 para el cuerpo técnico de Mourinho desde su llegada a Roma. Después le tocó a Pedro, que se encaró con Mancini, sufrió un golpe en el cuello desde Paredes, reaccionó de mala manera y tuvo que ser parado por sus compañeros. El español, hasta hoy, solo había sido expulsado tres veces en su larguísima carrera.
Era el 96′, y poco después vio la roja también Azmoun debido a un manotazo a Rovella durante una tangana. Tras el pitido final, por último, llegó la expulsión de Mancini, por haber protestado demasiado con el árbitro. La fiesta de la Lazio, que se clasificó a las semifinales de la Copa italiana gracias a un penalti de Zaccagni, llegó tras horas de tensiones que causarán mucha polémica.
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