Brasil rompe el mercado
El fútbol brasileño crece económicamente a pesar de la amenaza de las deudas. El país sudamericano mira a Europa para ser una gran potencia.
Brasil vive en una dualidad. A pesar de que el país brasileño se encuentra en un momento importante en lo futbolístico, en el que día tras día su fuerza aumenta, todo gasto lleva consigo un riesgo que pone en una situación delicada la posición de más de un club. Los ingresos se superan una vez tras otra, llegando a cifras históricas, pero la deuda acumulada también amenaza el futuro.
El informe “Convocados 2025”, elaborado por Convocados Gestora de Ativos do Futebol junto a Outfield Inc. y Galápagos Capital lanza luces y sombras sobre los equipos del Brasileirão y su gestión en 2024. Un año en el que, tras una intensa temporada, los números se batieron una vez más pero con ciertos “peros” a tener en cuenta.
Los clubes brasileños lanzaron un grito al cielo en su participación en el Mundial de Clubes. Con cuatro componentes que superaron la fase de grupos, Botafogo (octavos), Flamengo (octavos), Palmeiras (cuartos) y Fluminense (semifinal) demostraron que el fútbol que se desarrolla en el territorio de la pentacampeona mundial gana fuerza. Económicamente queda a la vista de los fichajes, pero ingresos como los 132.575.585 de euros que obtuvieron estos cuatro participantes dejan claro que, en el continente, están lejos del resto.
Las entidades brasileñas ya no miran a Europa sólo como un lugar potencial de ventas. También lo hacen para hacer llegar jugadores que, lejos de encontrarse en el final de su carrera, tienen una edad óptima para aportar cosas. Saúl Ñíguez -a pesar de su itinerancia- es el último ejemplo, pero otros como Memphis Depay o Martin Braithwaite atestiguan esa posibilidad que brinda Sudamérica a los jugadores que buscan una nueva oportunidad. La inversión en jugadores ha aumentado más del doble, alcanzando los 509 millones de euros.
No obstante, los fichajes se convierten en un elemento también contraproducente. Los grandes desembolsos que está realizando la liga convierten la inmediatez en la mayor de las preocupaciones para los equipos brasileños. Un aspecto que no lleva a una vista a largo plazo, que convierta el crecimiento de los ingresos en algo sostenible para todos los clubes... Mejoran, pero no todos.
Las operaciones se dan al límite, y las ventas también se acaban posicionando como un aspecto fundamental para que cada equipo cuadre las cuentas mes a mes. Un aumento del 31% respecto a los números alcanzados en 2023.
El gran reto de Brasil
Con unos ingresos de 1.529 millones de euros en 2024, un aumento del 10% con respecto a 2023, los gastos y deudas también tuvieron un aumento en todos aquellos protagonistas que copan el Brasileirão. Una situación que coloca a algunos en una situación prudente a pesar de que la transformación es positiva y las SAF (Sociedades Anónimas de Fútbol) suponen una inyección de capital.
Con todo este escenario, los rumores de que la CBF podría regular todo el sistema de fichajes de los equipos brasileños ha crecido. No hay nada oficial, y todo son conjeturas hasta el momento sin que el máximo organismo del fútbol brasileño se mencione. No obstante, desde los medios del país se asegura que la estrategia estaría guiada a mejorar el estado de la mayoría de los clubes.
Equipos como Atlético Mineiro y Corinthians reflejan este derroche que se acaba convirtiendo en algo negativo para el club. Mientras tanto, otros como Palmeiras o Fluminense protagonizaron gran parte del dinero recaudado por sus transferencias en 2024.
Hacer que el aumento llegue a través de los “ingresos recurrentes” -que tienen una menor subida- es otra de las tareas pendientes. Que aspectos como los derechos de retransmisión, patrocinio y tanto ventas de entradas como programas para aficionados mejoren con el tiempo. Un filón al que se une también el aspecto publicitario, en el que Brasil quiere superar el 2.5% de los recursos destinados.
Noticias relacionadas
Entre el crecimiento y la sostenibilidad, la sombra para el fútbol brasileño se encuentra en que todo el gasto y las deudas acaben solapando el buen hacer con el resto de las cuentas. Un aspecto en el que se tendrá que dar esquinazo al cortoplacismo para consolidar una posición que quiere mirar de tú a tú a Europa.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar