Bautizo turco para Morata

El capitán de la selección española, Álvaro Morata, debutó con el Galatasaray en la Superliga turca asistiendo a la victoria de su nuevo equipo contra el Gaziantep. El único gol del partido lo marcó Ahmed Kutucu en el minuto 5, asegurando el triunfo como visitante. El exmilanista comenzó el encuentro en el banquillo y entró al campo en el minuto 68, luciendo el dorsal 77. Aunque todavía no se espera su mejor versión, el delantero dejó buenas sensaciones con su aportación al juego colectivo y ofreció una pequeña dosis de las prestaciones que puede ofrecer.

En los casi 30 minutos que disputó, Morata mostró personalidad, ofreciéndose constantemente como apoyo y trazando desmarques. Como acostumbra y suelen destacar la mayoría de los entrenadores con los que ha trabajado, contribuyó en defensa con dos balones interceptados y mostrándose aplicado en la presión. Además, estuvo cerca de regalarle el 2-0 a Victor Osimhen.

Entrega total

Los aficionados del Galatasaray recibieron con entusiasmo al delantero español, inundando las redes sociales con mensajes de apoyo y emoción por su llegada. Tras la victoria, sus compañeros lo animaron a liderar el tradicional cántico del equipo frente a la grada visitante. Morata asumió el papel y dirigió a los hinchas mientras entonaban el himno del club. “Morata es un ganador”, dijo su nuevo entrenador, Okan Buruk. “Es una persona clave. Nos aportará mucho en términos de personalidad y carácter. Es un ‘ganador’, y el Galatasaray también lo es. Confiamos en él. Se adapta perfectamente a mi filosofía de juego, es efectivo en el enlace y presiona bien en ataque. Estuvo cerca de marcar y dará mucho al equipo. Vino con una gran motivación, y eso es muy valioso para nosotros. Morata lo dio todo en el campo a pesar del cansancio y ayudó mucho en defensa”, afirmó.

Batshuayi, el gran perjudicado

Mientras tanto, Michy Batshuayi, exdelantero del Valencia, fue traspasado al Eintracht Frankfurt. El acuerdo ronda los 3 millones de euros fijos, más 500.000 en variables. Su salida se aceleró tras la llegada de Álvaro Morata, que lo relegó en la jerarquía ofensiva, sumado a sus errores recientes. El belga, que ya era suplente de Icardi y Osimhen, deja Turquía tras una etapa poco productiva, pese a haber jugado también en Beşiktaş y Fenerbahçe.

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