BRASIL | ARTUR JORGE
Artur Jorge: “Botafogo es el mejor equipo de Sudamérica”
El entrenador, flamante campeón de la Libertadores, de Botafogo atiende en exclusiva a AS desde Río de Janeiro para repasar el año del ‘Fogão’.
Artur Jorge (Braga, Portugal, 1972) llegó a Brasil para besar el cielo. Dejó Braga, ciudad donde ya es un ídolo, para cruzar el charco y convertirse en una leyenda en Río de Janeiro. En su primera temporada con Botafago, el luso va camino de conseguir un doblete histórico (Libertadores y Brasileirão). Un año redondo que cuyo culmen será el próximo 14 de diciembre en los cuartos de final de la Intercontinental, donde el Madrid espera en la final al campeón de Sudamérica. Artur Jorge atiende a AS en exclusiva desde Río de Janeiro para repasar su debut en el Nuevo Continente y la final de la Libertadores.
-Buenas, Artur. Primero de todo, gracias por estar aquí con nosotros y enhorabuena por la Libertadores del pasado sábado. ¿Cómo está el ambiente tras estos días?
Buenas. Muchas gracias. Mira, la verdad que seguimos con mucha emoción porque sabemos que este es un hecho inédito en Botafogo. Es un momento histórico y, para nosotros, muy importante. Para mi, particularmente, ha sido importante ser parte de esta historia. Es un trofeo que siempre buscamos, un trofeo que es muy difícil de ganar porque hay muchos y muy buenos candidatos, pero nosotros conseguimos ser mejores. Fuimos justos vencedores de este trofeo.
-¿Qué le pareció la fiesta que se montó en Río de Janeiro el domingo?
Fue un momento muy bonito para nosotros de fiesta. Como tal, nosotros comenzamos a celebrar el título en Buenos Aires porque teníamos cerca de 50.000 aficionados por allí, una invasión masiva, una invasión de gran pasión por parte de los hinchas del Botafogo. Y luego también fuimos muy bien recibidos en Río de Janeiro, con la oportunidad de llevar el trofeo a nuestra gente. Han sido horas bastante sencillas, pero también tenemos partidos de liga por decidir. Hemos podido cambiar rápidamente el chip después de las celebraciones, para poder pensar en el partido. Volveremos contra Internacional con una mentalidad tan decisiva como sea posible porque estamos en esta lucha, queremos ganar de verdad el Brasileirão, y estamos preparados para dar la respuesta que sea necesaria. Es decir, queremos que esta inyección de adrenalina y emoción sea un factor más para que podamos dar la respuesta que queremos en el campo contra Inter y São Paulo.
-Una final increíble, la expulsión de Gregore dio un ritmo más al partido. Cuando al minuto sale del campo por la roja, ¿qué se le pasa por la cabeza? ¿Estaba como “quiero matarle”, acabó nervioso… cómo fue?
No, el partido fue una final épica, memorable. No creo que haya habido en una final de Copa Libertadores un partido de tal envergadura y dimensión como el que tuvimos. Y todo esto precisamente porque, a los 40 segundos de juego, nos quedamos sin un jugador. En ese momento inmediato pensábamos en el trabajo que hicimos para llegar hasta aquí, pero también intentábamos mantener el temple para darnos cuenta y tomar las mejores decisiones. Hicimos exactamente eso en esos momentos inmediatos. El equipo también supo adaptarse y darse cuenta de que teníamos un jugador menos en el campo. Y todos los jugadores merecen mucho crédito por la forma en que se comportaron. Sólo es posible lograr el resultado que logramos en esas condiciones cuando tienes un grupo de jugadores y un equipo que se une de esa manera para ser capaz de seguir superando al rival y ganar una final en la que jugamos los 90 minutos con un hombre menos. Ganar una final por tres goles a uno… es realmente increíble lo que han hecho los jugadores.
-Mineiro dominó el partido hasta la media hora, hasta que apareció un genio como Luiz Henrique, pero no supo aprovechar sus oportunidades. En ese momento de incertidumbre, ¿dio el partido por perdido?
No, no, nunca di el partido por perdido. A veces sentí que tendríamos que sufrir más de lo que lo habríamos hecho si hubiéramos tenido a todos en el campo. A partir de ese momento pensamos: “ya sabes, sólo vas a ganar esta final si estás dispuesto a sufrir”. Y el equipo sufrió, pero también supo ser muy solidario, supo atacar, los chicos fueron muy inteligentes en la forma de atacar. Creo que hicimos un partido brillante desde el punto de vista de la entrega y de la comprensión de lo que nos pedía el partido. Sólo así pudimos ganar este codiciado trofeo.
“Fue una final épica, memorable. Es increíble lo que han hecho estos jugadores”
-Se ha unido a un club muy selecto, el de los entrenadores extranjeros con al menos una Libertadores, como sus compatriotas Abel Ferreira o Jorge Jesus. ¿En algún momento pensó que esto le iba a pasar?
Siendo muy honesto, cuando partimos y abrazamos el proyecto de Botafogo, siempre pensamos en dejar nuestra marca, nuestro legado. Seguí las conquistas de Jorge Jesus en 2019 y las siguientes de Abel Ferreira en 2020 y 2021. Cuando llegas a un proyecto como este, en lo primero que piensas es en hacer una buena campaña. Por la dimensión de lo que es Botafogo era necesario estar a la altura, era necesario y fue necesario tener un año extraordinario para conseguir llegar a la final y vencer. El sueño de conquistar este trofeo fue siendo cada vez más fuerte a medida que avanzó la temporada y a medida que íbamos superando adversarios fortísimos, dignos candidato al título. En resumen, cuando llegué solo pensaba en hacer una buena temporada, tener un buen desempeño, pero a medida que avanzó el tiempo fuimos percibiendo que podríamos también luchar por esta victoria y muchas más.
-En Portugal era un técnico en auge. Llevó al Braga de vuelta a la Champions e incluso conquistó la Taça da Liga. ¿Cuáles fueron los motivos que le animaron a dejar su hogar y cruzar el charco?
Lo que me motivó fue que lo del Braga ya lo percibía como un fin de ciclo, del proyecto que estaba llevando acabo, mientras que a su vez se me apareció la oportunidad de tomar las riendas de otro proyecto que estaba iniciando como el de Botafogo. Me convencieron porque me ofrecieron, de facto, luchar por títulos, pero conociendo las dificultades que acarrea una liga como Brasil. No hicimos ninguna proyección de títulos para este primer año, era más una primera toma de contacto para tener continuidad para armar el bloque. No cabe duda que las cosas fueron mucho mejor de lo que proyectamos (risas). Vamos a cerrar la temporada con nuestro primer título, la Libertadores, y estamos luchando por la liga, el Brasileirão.
-Encima la temporada pasada fue para el olvido. Botafogo perdió el título cuando tenía una ventaja de 10 puntos, el vestuario estaba moralmente tocado… ¿Qué cambió a su llegada?
Sí, pero son dos años diferentes. Dos años en los que había que cambiar y no hacer comparaciones. Hay mucha tentación de hacer esa comparación, pero no da. Este es un año diferente. En 2024 nos propusimos hacer las preguntas necesarias para aprender y ser fuertes. Trabajamos mucho para conseguir nuestros objetivos con la meta siempre en la mente. Queríamos hacer una buena campaña, luchar por títulos y ser un equipo que pudiese realmente ser muy consistente del primer hasta el último partido y tener un buen desempeño. Y nos ha ido muy bien porque hemos sido el equipo con la mejor forma de Sudamérica, y eso es trabajo, también es ambición, pero también es mucho coraje para poder jugar todos los partidos contra cualquier rival de forma muy igualada. Por mucho que quisieran compararnos con el contexto del año pasado, no tiene nada que ver con el de este año. Y la prueba es que siempre hemos conseguido dar una respuesta muy positiva, una respuesta en la que siempre hemos sido muy consistentes cuando hemos tenido una gran pensamiento colectivo, pero, sobre todo, también un gran coraje para poder jugar de la forma en la que venimos jugando en todas las competiciones. Teníamos el objetivo muy claro y muy firme de poder ganar los partidos y las competiciones en las que jugamos.
-En la final contra Mineiro apareció un genio único como Luiz Henrique. El partido fue suyo, marcando el primer gol y consiguiendo un penalti. ¿Cuál es su techo?
Tenemos algunos jugadores de un gran calibre a nivel individual, pero lo que tienen, y éste es el gran secreto de este equipo, es que todos tienen la capacidad de mirar por el interés colectivo y no por el ego individual. Todos son jugadores que marcan una gran diferencia. Luiz Henrique ha hecho una temporada excepcional. Es un jugador que ha maximizado todo su valor, incluyendo su valor de mercado, para poder ser considerado a estas alturas como uno de los grandes, uno de los mejores jugadores de la liga brasileña, e incluso de la Libertadores, donde también ha destacado esta temporada, y de Sudamérica.
“Luiz Henrique es uno de los mejores jugadores de Sudamérica”
-Pero es que también tiene a otros ‘pequeños’ como Thiago Almada e Igor Jesus. Otros jugadores que prometen dar de qué hablar en el futuro…
Son dos jugadores que llegaron a mitad de temporada, dos jugadores que venían de situaciones diferentes. Thiago Almada es un campeón del mundo con Argentina, un jugador de enorme talento, y que, con su gran humildad, también se dio cuenta de que venía a un equipo a luchar como los demás, de forma dura para ganar títulos. Y consiguió poner en práctica todo su potencial individual, que es mucho, muchísimo, para poder jugar siempre para el equipo.
Igor es un finalizador, un jugador que venía de una serie de años en Emiratos Árabes Unidos, donde tuvo un papel importantísimo, máximo goleador del torneo de allí, y al que conseguimos traer aquí para relanzar y potenciar al máximo su talento. La verdad es que lo que nos aportó fue mucho para nosotros como equipo, pero también para él en términos de lo que consiguió individualmente. Ahora es el número 9 de Brasil, es el jugador titular de la Seleção cuando nunca había formado parte de una convocatoria. Es un jugador que nos ha venido muy bien para ayudarnos mucho como equipo, pero también es una gran esperanza para que la selección brasileña consiga sus objetivos en el futuro.
-Pero su año aún no ha acabado. Tienen por delante dos partidos importantísimos para salir campeones del Brasileirão (Inter y São Paulo). ¿Se ven ganadores?
Ahora tenemos estos dos partidos en los que tenemos que, dependiendo de nosotros mismos, sumar cuatro puntos para ganar el título. Tenemos muchas ganas de ganar este título, por eso digo que todo lo que hemos vivido en los últimos días tiene que servir de motivación y tiene que ser el factor X que nos aporte la adrenalina, la emoción y la capacidad de luchar para ganar. No queremos tirar todo lo que hemos trabajado por la borda a estas alturas, porque hemos trabajado mucho para llegar a este final de campeonato en esta posición. En lo que a nosotros respecta, sin duda vamos luchar y dar nuestra vida por este título también.
-Cuando acabe la temporada, ¿qué balance le dará a su primer año?
Logrando lo que ya conseguimos hoy, y todavía faltan dos partidos para el final del Brasileirão, mi balance es extremadamente positivo. Ha sido un año de gran exigencia y también de adaptación personal. Hemos llegado a una liga en la que vamos a terminar la temporada con 70 y muchos partidos en una temporada. También es un año de aprendizaje para nosotros en el cuerpo técnico, pero es muy positivo por lo que hemos conseguido hacer de forma siempre progresiva, añadiendo valor al equipo, haciendo que el equipo crezca día a día, luchando y ganando títulos, pero también valorando a todos nuestros jugadores y consiguiendo rendir a un nivel muy alto en cuanto al fútbol practicado.
“Ha sido un año extremadamente positivo, pero también de aprendizaje”
-¿Cómo es su día a día con el equipo? ¿Cómo ha logrado potenciar a tantos jugadores?
En lo que respecta a mi día a día, no es muy diferente de lo que era en otros clubes. Todo mi cuerpo técnico trabaja muy duro para asegurarnos de que estamos preparados todos los días para poder rendidor. Lo importante para nosotros es motivar a los jugadores y hacerles creer en su potencial, pero también que haya un espíritu de trabajo muy fuerte, de mucho rigor, de disciplina, para que podamos alcanzar estos objetivos y lograr títulos. Todo esto tiene que estar presente en nuestro día a día. Y lo hemos conseguido con este grupo de jugadores, un grupo de personas excepcionales y con un nivel de formación muy fuerte, el poder tener esta ambición y esta capacidad de resiliencia.
-Tiene en su plantilla jugadores veteranos, algunos con un pasado exitoso como Alex Telles, y jóvenes con un grandísimo futuro. ¿Cómo ha sabido equilibrar la diferencia de edad de este equipo?
Tenemos un grupo de jugadores que, entre otras cosas, desempeñan un papel muy importante dentro del grupo de trabajo. Tenemos jugadores con experiencia, jugadores más jóvenes, jugadores que ya han ganado mucho, incluso a nivel de selección o de clubes europeos, clubes con un nivel muy alto, pero que todos tienen el objetivo de poder participar en los objetivos del Botafogo. Todos ellos desempeñan un papel muy importante, incluso los que no juegan tan a menudo y que son conscientes de la importancia que tienen como grupo. Para nosotros es importante tener gente que gane, gente con mentalidad ganadora, gente que trabaje duro, gente que tenga ambición. Y eso lo tengo en jugadores que tienen 20 y 35 años. Así que ese deseo de ganar, esa mentalidad ganadora es lo que nos convierte en un equipo difícil de batir y en un equipo que, en este momento, tiene un final de temporada muy feliz por lo bien que ha trabajado a lo largo de este año.
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