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Internacional | Javier Pereira

“Arabia Saudí es la nueva China”

Javier Pereira, excampeón de la Superliga China con el Shanghái Port, atiende a AS para analizar el boom de los nuevos mercados futbolísticos y su futuro más cercano.

Javier Pereira.
Fulham
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Javier Pereira (Badajoz, 1966) dejó China en su mejor momento tras salir campeón con el Shanghái Port. Las razones fueron varias, pero la que más pesó fue su deseo de volver a su tierra, a España. El técnico ha recorrido medio mundo gracias al fútbol, ya sea desde el verde o desde el banquillo. Ahora atiende a AS en exclusiva para repasar su trayectoria, su futuro y cómo vivió el auge y caída del primer gran mercado fuera del suelo europeo.

-Terminó su vinculación con el Watford. ¿Cómo se encuentra ahora mismo Javier Pereira? ¿Tiene la ambición de volver a los banquillos o se ve asumiendo otras funciones?

Como tú dices bien, he estado cuatro meses en Watford, en una colaboración especial porque me llamó Gino Pozzo. No te llama cualquier persona, sino no te llama un presidente, te llama un propietario de un club, o en este caso de dos club, tanto del Watford como de Udinese. Yo ya tenía experiencia de haber trabajado con él y he seguido en contacto con él desde mi tiempo en Watford y necesitaba una ayuda en unas cosas que él quería hacer dentro del club y ahí he estado durante estos cuatro meses. He terminado mi colaboración y ahora estoy esperando un proyecto en el que pueda ser primer entrenador. Es lo que quiero, lo que me pide el cuerpo y lo que siento en mi interior es seguir entrenando y seguir como primer entrenador en algún sitio que merezca la pena.

“Arabia Saudí es la nueva China”

-El Watford puede tener una de las mejores áreas de scout de toda Inglaterra. De allí han salido jugadores como Richarlison, João Pedro o Aspirilla (Girona). Conociendo desde dentro los entresijos del club, ¿qué les hace tan especial?

Lo que les hace especial es la familia Pozzo, y en este en concreto, Gino Pozzo. Es un propietario muy especial que dedica literalmente las 24 horas al fútbol, te puede llamar a cualquier hora del día o de la noche. Se toma las cosas a nivel personal, o sea, habla personalmente con cualquier jugador, con cualquier miembro del staff, con cualquier empleado… se preocupa del más mínimo detalle. Ellos tienen una idea, tienen un plan, un plan operativo que hace posible desarrollar esa idea eficazmente.

Está apoyado en varias patas, uno de ellos principales es la red de scout que tienen. Tienen gente, como Rafa Monfort, que saben dónde mirar, en qué mercado fijarse. No miran jugadores que están ya en hechos y que conoce todo el mundo, de grandes traspasos, sino que invierten en promesas, jugadores que pueden comprar, por ejemplo, en América por un millón de dólares, que no están preparados en ese momento para jugar en La Liga o en la Premier, pero que sí pueden desarrollarse, por ejemplo, en la Championship. Tienen un departamento de alto rendimiento donde se fijan los nutricionistas y demás encargados. Cuando después estos jugadores debutan en Watford o en Udinese, que vienen de países, ya digo, africanos o sudamericanos, simplemente cae por su propio peso, porque ha habido un trabajo por detrás de muchísima gente.

-En Londres se le tiene mucho cariño. Fue uno de los artífices de los dos ascensos del Fulham y encima otro en el Watford. La Championship es una de las ligas más competitivas de Europa por el dinero que mueven los clubes.

Londres, y lo que es el fútbol inglés, te abre otra perspectiva. No podemos tener envidia por ninguna competición siendo españoles y viendo el nivel de nuestro fútbol. Pero sí es verdad que te abre otra perspectiva de cómo se juega allí, con la intensidad que se juega y realmente te da otra idea de juego. Fulham es un club señor. Es quizá, lo podría decir, el mejor club en el que he trabajado en cuanto a organización y lo que supone ese club. He tenido la suerte de conseguir dos ascensos como asistente y después otro más estando como director deportivo. Y guardo una buena relación con ellos.

-Ese equipo tenía jugadores increíbles de la talla de Matt O’Riley (exobjetivo del Atlético de Madrid) o Mitrovic (hoy goleador en Arabia), a los que después se les unió Antonee Robinson, posiblemente el mejor lateral izquierdo de la liga…

Sí, y van a venir más jugadores detrás, porque tienen una cantera increíble, todavía no se han oído los nombres de los chicos que vienen, pero ya verán. Tienen un jugador, un chaval, que está considerado el mejor de su generación, sino el mejor jugador de Inglaterra.

Matt O’Riley estaba con nosotros cuando estaba en el Sub-23 y entrenaba con el primer equipo. Participó en algunos partidos con nosotros, pero alternando las dos categorías, el primer equipo y el Sub-23. Era un jugador que se le veía el talento que tenía estando allí. En la temporada 20/21, se va del Fulham al MK Dons y prácticamente creo que pasa cuatro o cinco meses por algún problema sin equipo. Estábamos hablando de hace tres años atrás, un jugador que en la 24/25 está valorado. Bueno, él pasa por en MK Dons, se va a Escocia, al Celtic, y ahora vuelve a Inglaterra de la mano del Brighton. Su valor de mercado está en 22 millones, pero sin duda que crecerá más. Todo el crédito es para él, porque él ha hecho su propio camino.

“Arabia Saudí es la nueva China”
Javier Pereira, en su etapa con el Fulham

A Mitrovic lo fichamos en la segunda temporada. En la primera temporada en el Fulham no pudimos ascender jugando un fútbol muy bueno, quizá el mejor que hemos jugado allí, pero nos faltaba un nueve, un nueve matador. Jugábamos con un falso nueve porque no teníamos jugadores, pero no nos dio para eliminar al Reading en semifinales. La siguiente temporada le fichamos y Mitro nos da lo que es Mitro: es una columna griega, es un pivote de balonmano o de waterpolo, alguien que tú te puedes apoyar y que en el área o se revuelve para él hacer gol o te la pone de cara para que tú lo hagas, aparte de su remate de cabeza. La historia de Mitro se resume siendo uno de los máximos goleadores de la historia del Fulham.

Y en cuanto a Antonee Robinson, pues ya me coge en mi última etapa, cuando vuelvo de China siendo adjunto a la dirección deportiva. Ahí lo que hago durante la pandemia es seguir a los scouts y ver qué jugadores de los que ellos tienen en el Big Data ya seleccionados se adaptan a nuestro estilo de juego. Y ahí me aparece él. Por entonces, Antonee jugaba en el Wigan. No estamos hablando de que jugaba en un gran equipo, pero físicamente era un toro, como es ahora, que hace la dos caras del partido, el ataque y la defensa. Empiezo a investigar en la base de datos de los scouts del Fulham, que han ido viéndolo en diversos partidos en diferentes meses. La impresión que ellos dejan es positiva y después ya profundizo más, porque él había acudido con la Selección estadounidense Sub-21, Sub-23, y con la absoluta. Dentro del organigrama del USMNT veo que está Nico Esteves, un entrenador español que está como segundo de Gregg Berhalter, y me pongo en contacto con él para preguntarle acerca de cómo es el día a día del chico, qué potencial se le ve, qué nivel de profesionalidad tiene, etc. A partir de ahí, hago un informe positivo a Fulham, y lo firma. Creo que lo firmó sobre 2 millones de libras. Como tú dices bien, si ahora mismo vemos el valor de Antonee Robinson en la Premier, solo podría pagarlo un Big Six. A los jugadores hay que firmarlos un poquito antes de que ya sean una realidad, hay que hacer un trabajo previo y después cuando el jugador ya aparece o vale ese dinero, es porque ha habido ese propio trabajo de detrás, de adivinar o de tener la certeza por todas las investigaciones que has hecho sobre él.

-En España, su pasado más reciente fue con el Levante, donde llegó en un momento crítico para el equipo. No habían conseguido ninguna victoria en la temporada. ¿Cómo vivió esa aventura con la presión de un club como el Levante?

La llamada del Levante no me la esperaba, para ser honesto. Estaba en China guardando la cuarentena para arreglar mi trabajo con Henan, un equipo de la mitad de la tabla. Estando en cuarentena, porque acaba de llegar, le pido a la embajada española que quiero salir. Y ellos me preguntaban que por qué, si acababa de llegar, pero es que no podía decir que no a la llamada del Levante. Primero, porque yo había estado allí en otra etapa y, segundo, porque estaban en una situación muy difícil, no habían ganado partidos y encima venían con dudas de la temporada anterior. Yo estaba convencido de que podía sacar la situación adelante, porque ya la había sacado también en Henan. Cogí al equipo ocho partidos sin ganar y había vivido lo que es una situación de estar abajo. Confiaba mucho en mis posibilidades, en reflotar al equipo. Es una operación a corazón abierto, a vida o muerte. Estuve siete partidos y, bueno, respeto lo que ellos hicieron. No se dio, no fui el revulsivo que ellos esperaban. De verdad que tuvimos un partido ahí clave contra el Alavés, que fuimos ganando y en el el último minuto de ellos nos remontan y nos hacen el 2-1. A veces hay un punto de inflexión que si llegas a ganar un partido, quizá eso nos hubiera dado el impulso para remontar la situación. Pero en el fútbol no puedes elegir. Muchas veces cuando decimos los entrenadores necesitamos tiempo, no se compra el tiempo. No puedo decir nada más, lo intenté, solo estuve 45 días.

-¿Quiere volver a España? ¿Qué reto le atraería para regresar a casa?

Sí, es mi país, amo España. Sobre la segunda respuesta, pues no lo sé. De igual que hemos hablado de Levante, tampoco me gustaría que me recordaran a mí por esos 45 días que estuve. No es justo juzgar mi trayectoria por 45 días cuando es tan extensa. Entonces, ahora ya cuando he tocado la Premier, cuando he jugado previas y fase de grupos de Champions o UEFA, no sea un chaval que diga: ‘Bueno, quiero llegar a Primera División porque quiero estar en este equipo’. No, lo que busco es un proyecto estable, un proyecto que tenga las ideas claras, como hemos antes hablado de este proyecto que hemos comentado en Inglaterra, del Watford, y que sepan hacia dónde van. Después los resultados vienen y van. Tengo la suficiente experiencia, la suficiente madurez y tengo un buen staff para llevarlo a cabo. Donde esté un buen proyecto, allí estaré.

¿Y no tiene planeado volver a los despachos, si llega alguna buena oferta?

Mira, pasé ya por los despachos y para volver siempre hay tiempo, pero lo que me pide el cuerpo ahora y después de haber sido campeón de la Superliga China con Shanghái Port es estar a pie de campo. Es donde disfruto, tanto personalmente como con los jugadores, y es donde me siento más cómodo. Por mi cabeza solo pasa eso. Además, también tengo un staff que está esperando, esperando un nuevo destino.

-Se ganó una gran reputación en China antes de aterrizar en España. Decidió apostar por el Levante, conociendo el momento por el que estaban pasando y teniendo un proyecto muy interesante entre manos en Asia. ¿Por qué?

No, es un cara o cruz, pero yo soy valiente. Los entrenadores estamos hechos para asumir retos. Mira, si lo piensas con la cabeza fría, lo fácil para mí, lo coherente, porque además allí estaba muy bien pagado, hubiera sido un ‘no, no voy’. Pero nadie le puede decir que no a un club de La Liga. La Liga es una de las mejores ligas del mundo, solo hay 20 entrenadores y normalmente son algunos de los mejores entrenadores del mundo. Y tú, como deportista, te quieres medir a ellos y entrenar a futbolistas que a ti también te hagan mejor. No es lo mismo, con todo el respeto, entrenar en el continente asiático, aunque fútbol es fútbol en todos lados, que entrenar en el continente europeo y entrenar en una competición como la liga y volver a tu país después de haber te he sacrificado tanto tiempo de estar fuera. Entonces, poniendo todo en la balanza, pues decidí asumir el reto. También estaba convencido en ese momento de que lo podía sacar. Después, cuando llegas y ves la realidad del asunto, bueno, encuentras otra realidad que te hace valora la situación de manera distinta.

-Acaba de comentar que en China se paga muy bien, pero es que España está sumida en una crisis económica enorme. Muchos clubes no son capaces de fichar por ese motivo. ¿Cómo entiende que LaLiga puede competir contra el resto de Europa sin casi inversión?

Es verdad que muchos clubs han estado bloqueados porque la masa salarial en los futbolistas españoles está bien pagado y alguno no puede firmar. Normalmente esa es la razón, no porque los clubs tengan deuda, sino que la masa salarial, o sea, los salarios que se pagan los jugadores, ha aumentado mucho, con lo cual prácticamente no pueden hacer incorporaciones. Si nos vamos al Barcelona, por ejemplo, que estaba sin poder inscribir, mira de dónde han sacado los jugadores. Si cualquiera de nosotros pensamos lo que ha hecho Flick, el entrenador de Barcelona, con la plantilla que le habían dado al principio, como se suele decir, le había metido en un embolado. Le habían dado una plantilla de jóvenes y jugadores que no estaban en su forma real, porque el Raphinha de esta temporada, no era el Raphinha de la temporada pasada. Todos podíamos tener nuestras dudas. Ellos han abierto un nicho de mercado en La Masía, su propia cantera. Es verdad que es una cantera que funciona bien, pero si ponemos el ejemplo de Getafe, también, si ves a los dos o tres jugadores que han firmado, vienen también de categorías inferiores, como Uche. Y lo que hablábamos anteriormente del Watford, es cuestión de explorar otros mercados, de no invertir en grandes fichajes, de ser más realistas y de entrar en una época de mucha más solidez.

-Claro, pero en LaLiga es muy complicado que los clubes de media o baja tabla vean factible invertir dos o cinco millones por un jugador que todavía es una incógnita.

Esa es una decisión de los directores deportivos. Las direcciones deportivas tienen que emplear una estrategia diferente. Si tú tienes un control financiero que no te deja firmar jugadores de ese dinero, tendrás que irte a un nicho de mercado donde puedas encontrar jugadores con talento por menos dinero, que lógicamente no son de hoy para mañana hacerles debutar en el primer equipo, pero que si no tienes un equipo o no tienes una cantera como La Masía, los puedes ceder a otros equipos, ya sea de Segunda o cualquier otro equipo, tener la paciencia de esperarlos uno o dos años y después traerlos al primer equipo. Ante periodos o épocas de crisis o de control financiero es necesario que las direcciones deportivas adopten diferentes estrategias. Para eso está el Big Data, por ejemplo.

“Arabia Saudí es la nueva China”
Javier Pereira, con el Levante.DAVID GONZALEZ

-Después, regresó al Henan y siguió cosechando victorias hasta que, en 2023, se fue al Shanghái Port y ganó la Superliga por segunda vez en la historia del club. ¿Qué recuerda de ese año? ¿Diría que es el más especial de su carrera?

El trabajo en China es igual que en cualquier país, pero con algunas excepciones. No es llegar y besar el santo. De hecho, en China han estado entrenadores de la talla de Pellegrini o Rafa Benítez, entrenadores de mucho renombre y de mucha calidad. Es verdad que cuando dejo el Levante buscaba entrenar cuanto antes para resarcirme de esa amarga experiencia. Henan me llamaba y siento que les debía algo por dejarles tirados por volver a España. En China me han dado mucho cariño, todo el mundo empuja la misma dirección y encima logramos un sexto puesto. Para que la gente lo entienda, lo que logramos fue como lo que hizo el Getafe al clasificarse a la Europa League. A partir de ahí, en el último año, Sanghái, que es un equipo importante de allí, como Real Madrid o Barcelona, se fija en mí y sin pensarlo firmo. En el contrato me obligaban a ganar al menos un trofeo. Venían de haber sido cuartos, a 13 puntos del primero en una buena temporada y no tenían posibilidad de incorporar jugadores. Era una apuesta arriesgada, pero al final salimos campeones.

-¿Por qué decide irse del equipo siendo campeón? ¿Fin de ciclo?

Porque siento que mi período en China había concluido. He pasado allí cuatro años, alguno encerrado en un hotel, porque me cogió la época del virus. Dejar muchas cosas atrás, dejar la familia, estás ahí aislado y encima después de ganar, porque se sufre un desgaste importante porque hay mucha presión en ese equipo. Estamos hablando de Shanghái, una ciudad con 20 millones de habitantes. Entiendo en ese momento que es hora de tomar un descanso. Es difícil dar un paso al lado en esos momentos, pero es lo que sentía en ese momento, resetear para encontrar algo diferente.

-Ha entrenado a grandes futbolistas, pero durante aquella temporada tuvo en la plantilla a Oscar Emboaba. Uno de la mayores talentos de la década reciente. ¿Le sorprendió en el día a día? ¿Qué significa Óscar para el Shanghái Port?

Óscar ha sido uno de los números 10 de Brasil, un número mítico donde los haya. Nadie es tan valiente para ponerse el 10, de Pelé o Neymar. Como tú dices, es un talento natural. Hay una categoría que no está escrita, están los jugadores de Primera División y después otra categoría más, que son los internacionales. Por encima de los internacionales hay otro grupo selecto, y a ese grupo selecto pertenece Oscar. Juega de manera natural. No es un jugador que drible a cinco y mete gol, no. Es ese tipo de jugador, digamos, como Toni Kroos, un jugador que hace mejores a los demás. Es un jugador que es capaz de marcar el tiempo de partido. Muchas veces estaba en el banquillo y pensaba para mí: ‘Bueno, el partido lo tiene Óscar en sus manos, va al ritmo que él quiere’.

“Arabia Saudí es la nueva China”
Javier Pereira, en 2023, se fue al Shanghái Port y ganó la Superliga.

Se ha tirado siete años en China, este año ya ha salido y ha vuelto a Brasil, y ya te adelanto que va a rendir a gran nivel porque es muy profesional y se cuida mucho. Algunos se piensan que cuando se va a China uno se retira. No. Hulk, el jugador brasileño, estuvo en China en Shanghái, fue al Brasileirão y fue nombrado el mejor jugador del campeonato. El que es bueno, es bueno, lo demás depende de uno.

-China ha pasado de ser la Arabia Saudí antes de Arabia Saudí a quedar en bancarrota. ¿A qué cree que se debe ese cambio? ¿Cree que volverán a invertir como antes?

Sí, yo llegué a China casi cuando ya se estaba acabando la época dorada de China, por así decirlo, esa de grandes salarios y grandes fichajes. Lógicamente, también hubo técnicos, pero la inversión estaba más destinada a los jugadores. Esa época ya pasó, también por el bien de China. Estaba basado un poco en las grandes inmobiliarias, lo que es el real estate. Todos conocemos el nombre de Evergrande, que su caída afectó hasta a la bolsa de Estados Unidos. Entonces, esa época de oro ha pasado también porque allí no son tontos ni mucho menos. Si tú miras, ellos luchan porque su fútbol sea mejor y sobre todo porque ellos tienen un gran sentimiento de país. Pero si tú miras el ranking FIFA, está en la misma posición que estaba antes de venir esos jugadores. O sea, que quiere decir que no ha supuesto ninguna ganancia para la mejora del fútbol chino. O ha supuesto poca, porque sería injusto decir cero, pero no ha mejorado el fútbol chino.

Ahora el fútbol chino está en una época mucho más realista, en donde también hay un control financiero, los sponsors ya no responden al real estate o temas relacionados con la construcción, sino otros. Ahora se pagan salarios normales, que son buenos salarios, pero salarios normales. (Arabia Saudí) Es la nueva China porque algunos salarios son insostenibles.

Están en un buen punto de partida, porque también se han creado muchas escuelas de fútbol, se han creado muchas instalaciones, pero entendemos que estamos en otro país. Para China, el fútbol no es ni lo primero ni lo último, ni siquiera es un deporte que sea el más visto de allí. Estamos hablando de un país con 1500 millones de personas en el que el fútbol no es lo más importante. En Arabia Saudí ahora está pasando que muchos equipos no están pagando los salarios. Nos fijamos en los equipos grandes, donde están las estrellas, como Cristiano, pero son apenas cinco o seis equipos los controlados por el PIF. El resto no compite, y no compite porque prácticamente hay muchos equipos que están en quiebra.

-En su perspectiva, habiendo ya vivido lo que pasó en China, ¿cree que la bruja de Saudi puede explotar también o está más trabajada?

Por cómo está el sistema, sí. Hay clubes que tienen presupuesto ilimitado, que pueden gastar lo que quieran, y otros clubs que no pueden gastar nada y que están incumpliendo la normativa. Entonces, tú ponte en el lugar que eres un entrenador y que quieres empujar a los jugadores y que no llevas un equipo de esos de los cinco primeros y los jugadores te dicen: ‘Bueno, mister, ¿cómo voy a empujar si ni siquiera cobro’. Hay una diferencia abismal. Siempre van a haber clubes favoritos o equipos con mayor presupuesto y otros con menos, no hay nada equilibrado. No veo una competición importante. Lógicamente, ellos tienen muy buenas esperanzas depositadas en la Copa del Mundo que tienen enfrente, y hay gente trabajando, pero actualmente no sé si es una burbuja que te va a explotar. Tienen tiempo para estructurar su competición, porque ahora mismo no es competitiva.

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