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INGLATERRA

Julián Álvarez es la esperanza

El argentino Julián Álvarez metió al City en el partido cuando entró, pero el Liverpool terminó llevándose el primer título del curso. Haaland completó los 90 minutos, pero no brilló.

MánchesterActualizado a
Julián Álvarez es la esperanza

A nadie le gusta empezar perdiendo, pero en Manchester nadie pondrá el grito en el cielo después de caer en la Community Shield frente al Liverpool. Un duelo con el que cortar la cinta e inaugurar un curso marcado por la celebración del Mundial en invierno. De ahí tan temprano inicio. Todavía en julio, poco más de dos meses después de terminar el anterior. Pep Guardiola optó por ofrecer descanso a sus jugadores. El City solo ha jugado dos amistosos durante su pretemporada, y ante el Liverpool hubo consecuencias. Oxidados, sin fluidez y, obviamente, sin ritmo competitivo. Ambos equipos estuvieron lejos de lo que se espera sea su nivel. Pese a la derrota, el City tiene motivos para consolarse.

Principalmente Julián Álvarez. “Erling Haaland es un gran jugador, marca muchos goles y ha sido importante en otros clubes. Quiero contribuir haciendo mi juego”. Frente al Liverpool fue el argentino quien eclipsó al noruego. El ex de River Plate abrió su cuenta anotadora con el Manchester City doce minutos después de ingresar al duelo. Peleón, con olfato. Merodeó la meta de Adrián cuando Phil Foden trató de igualar el encuentro. Finalmente fue Álvarez quien se hizo con el balón suelto para marcar. Y celebró el tanto imitando a una leyenda argentina del club como lo es Sergio Agüero. Darwin Núñez terminó convirtiéndose en el protagonista, provocando un penalti y consiguiendo el definitivo 3-1 con el que Jürgen Klopp ganó el único título que le faltaba en su colección desde que llegase a Liverpool en octubre de 2015.

Haaland no estuvo al nivel. Sus compañeros lo buscaron, pero les costó encontrarlo. Tapado por la zaga rival y tratando de cazar balones al área que no necesariamente llevaban la mejor dirección. Cuando tuvo la pelota, no pudo aprovechar su corpulencia y su calidad. Gozó de tres ocasiones, y erró las tres. La más clara, a última hora. Con Adrián tumbado sobre el césped, Haaland se hizo con un balón suelto, pero lo estrelló contra el larguero. Su cara al término del encuentro fue expresiva. No estaba contento. Tampoco lo estará nadie relacionado con el West Ham, el rival ante el que el delantero cityzen tratará de desquitarse.