Akapo: “Hay que tomar cartas en el asunto con el racismo”
El jugador del San Jose Earthquakes habla con AS de su incorporación a Common Goal en el proyecto Anti-Racista, de su salida del Cádiz, de Messi...
Carlos Akapo (Elche, 12-03-1993), se ha unido a Common Goal donde donará el 1% de su sueldo para causas contra el racismo. El jugador hispano-ecuatoguineano, ahora en el San Jose Earthquakes de la MLS, sufrió un episodio racista en Granada, cuando militaba en el Cádiz. El futbolista charla con AS para hablar de este y otros temas.
—Acaba de entrar en Common Goal, ¿para qué se destina su 1% del salario?
—Me siento muy feliz por ingresar, más que nada para ayudar a la gente. La donación de nuestro salario se destina a lo que cada deportista considere correcto para él. En mi caso me uní al Anti-Racist Proyect para el tema del racismo ya que lo sufrí en Granada. Es también para ayudar a la gente que no tenga tantos recursos para poder luchar contra ese tipo de racismo o ayudarles a decirlo, a tener esas herramientas para poder expresarse, denunciarlo. Ser un poco la cara visible para ayudar a más gente.
—Habla de su episodio racista en Granada. ¿Cómo lo recuerda?
—La verdad que lamentable. No es plato de buen gusto para nadie pasar por estas cosas y menos en un campo de fútbol, que al final lo ve tanta gente y es desagradable. Que se pueda ver en la tele, que lo sufra mi familia, que esté triste por estas acciones... Todo lo que estamos apoyando en Common Goal es en base a eso, a que sepamos como atacar esas acciones y a saber como actuar. Yo en ese momento no sabía como hacerlo. Yo soy un chico muy calmado y no me gusta saltar. Todo esto es para saber como controlarlo y como actuar.
—Lamentablemente el racismo sigue muy vigente en el fútbol y Vinicius fue el último en sufrirlo. ¿Se vio reflejado al haber vivido un episodio similar? ¿Cree que se actuó bien?
—Desde mi punto de vista creo que llega un momento en el que hay que tomar cartas en el asunto. Si suele pasar y está ocurriendo habitualmente hay que parar el partido. Para mí lo mejor hubiera sido que el Real Madrid se fuera del campo. Sí es verdad que se podría haber perdido hasta tres puntos, pero creo que llega un momento en el que tienes que actuar. Yo respeto mucho a la afición del Valencia, pero esa minoría no tiene cabida en el fútbol.
—¿Qué medidas cree que se deberían adoptar para eliminar el racismo de los estadios?
—Lo están haciendo bien con las expulsiones, pero yo usaría entradas nominativas para que se sepa quien entra, en que asiento está y así identificar a las personas que están haciendo los cánticos, expulsarlas y que no vuelvan a entrar en un estadio. Tú vas al estadio para apoyar a tu equipo. Puede estar caliente la cosa, pero no se puede llegar a insultos de ningún tipo. Tenemos que dar ejemplo a los chavales. Al final alrededor hay gente joven que el día de mañana va a ser adulta y no debemos enseñar ese tipo de cosas.
—¿Ha sufrido algún episodio racista en Estados Unidos?
—Contra el New York Red Bulls nos pasó una situación parecida con un jugador de campo. Este jugador se cayó al suelo y al levantarse el delantero del otro equipo (Dante Vanzeir) le dijo ‘monkey’ (mono en inglés). Estuvo parado el partido 20 minutos. A los dos, tres días siguientes salió el jugador diciendo que sí lo había dicho y fue sancionado con seis partidos de sanción y multa económica tanto para él como para el club y al entrenador.
—Hablando de algo más alegre, ¿qué tal es su vida en Estados Unidos? ¿Cómo le va en el San José Earthkaques?
—La verdad que muy contento. El pasado verano no fue bueno para mí, saliendo del Cádiz. Cambiar a un sitio tan lejos de casa es difícil, pero la verdad es que estoy muy contento. Estoy jugando bastante, me siento a mi mejor nivel. Es una experiencia nueva, pero la verdad que bonita y divertida. El San José Earthkaques es de los equipos más antiguos de la MLS. Han sido campeones en 2001 y 2003, pero llevan tres años sin meterse en playoff. Este año es de los que mejor vamos.
—¿Qué diferencias hay en el juego hay entre la MLS y el fútbol europeo?
—El europeo es muy táctico, técnicamente son gente muy buena. Los equipos buenos como Real Madrid o Barça si tienes un fallo en defensa te matan y aquí es un poco más tipo Premier, juego de ida y vuelta. De cara a puerta no son tan determinantes como en LaLiga, pero poco a poco se está mejorando en ese aspecto. Esta competición está creciendo mucho, por ejemplo con las llegadas de Messi y Busquets, pero también está llegando gente más joven que está queriendo venir aquí para poder crecer, para poder quedarse en la MLS.
—¿Cree que la llegada de Messi puede servir como llamamiento para otras estrellas o incluso a que sea más atractiva para el espectador europeo?
—Pienso que sí. Es verdad que el fútbol en Estados Unidos de momento se ve menos que la NBA o la NFL, por ejemplo. Pero está creciendo. Hace unos días llegué de Guinea Ecuatorial de jugar con la selección y un policía me dijo: ‘He empezado a ver fútbol este año y me está gustando’. Quizá a partir de este año es cuando más está creciendo la afición por la MLS. La llegada de Messi ayudará a que crezca más y para que la gente lo vea más en Europa. Eso sí, la liga debería poner horarios adaptados al europeo. En mi conferencia los partidos son muy tarde para España (4:30 de la mañana), por eso en Europa costará verlo en directo si no se cambian los horarios.
“Soy aficionado del Cádiz a muerte”
—En el Cádiz estuvo tres temporadas yendo de menos a más y terminando su última temporada siendo titular, pero no hubo acuerdo, ¿qué pasó? ¿Le hubiera gustado seguir?
—El presidente se escapó un poco de mí y quiso ir a por otro jugador. Mi idea era la de renovar. Cuando me lesioné estuvimos negociando, todo iba bien, pero de un día para otro no me cogía el teléfono. Estuvo dos semanas sin hablar con nosotros, nos daba largas. Hasta que un día me dijo que tenía otra opción, que lo sentía mucho. Le entró por otra parte Zaldua y decidieron que llegaría él antes de renovarme a mí. Yo tenía muchas ganas de seguir, me quería quedar. No sé qué pasó porque no me dio la explicación. Encima en un momento en el que yo estaba bien, jugando, me sentía importante en el equipo. Y justo que venía de lesión, los códigos del fútbol son así... si un jugador se te lesiona, no le dejas tirado. Esa parte no ha sido recíproca. Por una parte me desilusioné con algunos de los de arriba del club. Pero soy aficionado del Cádiz a muerte, quiero que siempre se salve y estoy contento de haber estado ahí y de poder volver en un futuro.
—¿Sigue viendo al Cádiz desde Estados Unidos?
—Sí, lo bueno es que al jugar muchos viernes aquí me tocan a las 12:00 de la mañana. Así que cuando terminábamos de entrenar me ponía a verlo. Soy aficionado número 1 del Cádiz.
—Hablando de su selección. Durante la Copa de África se notó desde España que Guinea Ecuatorial era una auténtica familia. ¿Cómo recuerda la última Copa de África?
—Fue una experiencia muy buena. Esta fue la primera Copa de África a la que acudimos por méritos propios. La anterior fue por ser anfitrión. Fue una participación muy buena, llegamos hasta cuartos. Estuvo mi hermano y fue una alegría por parte doble. No pensábamos que fuéramos a llegar tan lejos, teníamos un grupo muy difícil, Argelia, Costa de Marfil y Sierra Leona. Perdimos contra Senegal en cuartos, así que no podemos pedir más.
—¿Qué aspiraciones tiene ahora con su selección?
—Nos hemos clasificado para la siguiente Copa de África. Estamos muy contentos. Tenemos ganas de repetir como mínimo lo que hicimos y tenemos partidos para clasificar al Mundial 2026. Aspiraciones totales.
—En el ámbito general del fútbol, ¿qué le pide al futuro?
—Que pueda disfrutar lo máximo posible. Es muy difícil afrontar la retirada cuando te llega. Aunque he tenido muchas lesiones espero seguir muchos años jugando al fútbol. Es mi pasión y me encanta.