Mariona: “Tuve la sensación de que había acabado un ciclo”

El pasado verano decidió dejar el confort de Barcelona para vivir una nueva aventura en Londres. Mariona Caldentey (Felanitx, Baleares, 1996) era uno de los pilares del Barcelona que ganó el póquer, pero este verano decidió fichar por el Arsenal para liderar el proyecto gunner. Un paso importante en el mejor momento de su carrera. Una de las líderes de la evolución del fútbol femenino que ha contado su historia en su libro autobiográfico “Cómo hemos cambiado la historia”. Antes de concentrarse con España, atendió a AS.

¿Cómo se está adaptando a su nueva vida en Londres?

La verdad es que bien. Estoy contenta. Obviamente es un estilo de vida diferente, tanto en el club como fuera de él. Creo que la adaptación está siendo bastante rápida. He encajado bien en el equipo, con el grupo, y eso lo ha hecho todo más fácil. Es verdad que cambia el estilo de vida fuera del fútbol también, donde en Barcelona tenía a mi gente, mis amigos... Aquí eso no lo tengo y es diferente, pero estoy feliz, estoy contenta. Creo que es un reto bonito en el que estoy disfrutando y aprendiendo un montón.

¿Y el idioma?

Si le soy sincera, cuando llegué pensaba que tenía un inglés más o menos bueno, pero rápidamente me di cuenta de que no entendía de la misa la mitad. Eso sí, después de ya casi medio año aquí me siento más cómoda en ese sentido también, he mejorado mi inglés. Es verdad que no he dado clases, pero simplemente con el hecho de estar ahí y relacionarme con la gente, el idioma no ha sido un problema.

Jugar en el Barcelona es diferente a cualquier otro equipo por su estilo de juego. ¿Cómo se está adaptando al Arsenal?

Yo estuve 10 años en el Barça con las mismas jugadoras durante mucho tiempo. Parece que todo sale solo y es mucho más fácil porque no conocemos, sabemos lo que tienes que esperar la una de la otra y es verdad que ese era también un poco el reto, ver cómo podía responder jugando con futbolistas diferentes. Y aunque en el estilo del Arsenal la idea también es tener el balón y atacar con él, al final es distinto porque la liga es diferente, el fútbol inglés es diferente... El resto de mis compañeras también se han adaptado muy bien a mí e intentan explotar mis virtudes. Eso ha hecho que me sienta cómoda en el campo.

El inicio de temporada está siendo un poco complicado con cambio de entrenador y en Champions os costó un poquito arrancar, aunque se han clasificado para la siguiente ronda. ¿Cómo lo ha vivido?

Sí, es verdad que en los primeros meses tuvimos unas semanas duras con resultados malos, que al final nos pueden costar la Liga. Esas semanas sí que fueron duras. Luego vino el cambio de entrenador, pero creo que en los últimos meses estamos en una dinámica más positivo. Parece que las cosas nos están saliendo bien, la gente está tranquila y creo que hay que aprovecharlo. El equipo se ha recompuesto y ahora esperemos que la buena racha se alargue.

Sobre todo usted, que está siendo protagonista con mucho peso a la hora tanto de marcar como de asistir y ser un poco la catalizadora del juego ofensivo, ¿verdad?

Sí, sí, es verdad que estoy jugando mucho, es verdad que también estoy cambiando bastante de posición en función de las bajas que tenemos o lo que necesita el equipo. Creo que es positivo para mí porque me hace aprender más cosas como jugadora y tener diferentes roles. Y al final, como jugadora atacante, siempre que marcas o asistes es lo que se ve más. Entonces parece que cuando eso va bien, pues todo lo demás ayuda. El equipo, en general, y la entrenadora me piden que tenga mucho contacto con el balón y que ayude un poco a marcar ese ritmo de juego y de partido. Es donde yo me siento cómoda, así que estoy encantada de poder tener ese rol.

Decía que ha estado diez años en el Barça. ¿Por qué en ese momento decide dar el paso de vivir esta experiencia nueva, en otro país y otro campeonato, cuando en el Barça era realmente importante? Si hubiese renovado seguiría siguiendo una de las jugadoras más importantes de la plantilla…

Es difícil de explicar, pero es tuve la sensación de que se había acabado un ciclo. Viví 10 años maravillosos en Barcelona, donde he disfrutado muchísimo. He tenido momentos buenos, momentos malos, como en todos sitios, como le pasa a todo el mundo, pero simplemente pensaba que, con 28 años, si quería buscar un reto diferente y poder estar a la altura de ese reto, pues este era el momento. Creo que fue una decisión arriesgada en ese sentido, porque como dice estaba cómoda en Barcelona y jugaba. Lo tenía todo allí, pero creo que es un reto bonito que debía aceptar y no me arrepiento.

¿Qué fue lo más difícil a la hora de tomar la decisión?

Obviamente, el hecho de despedirme de gente con la que he compartido tanto durante tantos años. Es verdad que a mis excompañeras, las españolas, les sigo viendo en la Selección y al final con las otras jugadoras te vuelves a encontrar. Sin embargo, con la gente de alrededor, ya sean del staff, trabajadores del club o amigos de Barcelona, pues es más complicado. Yo, cuando vuelvo a casa, regreso a Mallorca y no a Barcelona… Fue como una sensación de vacío, de que me voy y no sé cuándo voy a volver. Yo creo que esa parte un poco personal fue también más dura, porque ya le digo que en lo profesional no era ni consciente de lo que estaba pasando ni de lo que estaba haciendo.

¿Qué diferencias encuentra entre la Liga Española y la Inglesa?

En la Liga Española el Barça es un claro dominador que ha ganado las últimas no sé cuántas ligas. Y al final ahí el Barça siempre somete a los rivales. Aquí, en Inglaterra, los resultados son mucho más igualados. Es un fútbol más abierto, más de arriba y abajo, no sé si más físico... Los equipos de arriba pierden puntos contra los de abajo. Obviamente, en España hay mucho talento y hay gente muy buena y el Barça juega muy bien al fútbol, pero al final yo creo que la competencia que hay en la liga inglesa es lo que lo hace diferente.

A todos los niveles, sobre todo después de ver el dineral que se ha gastado el Chelsea en este mercado invernal. Supongo que ese tipo de cosas son las que le dan un poco más de fuerza a la liga inglesa en comparación con la liga española.

Sí, al final es un poco el proyecto, cómo se trata el producto, cómo vendes el producto. Siempre decimos que en España hay mucho talento, pero la clave es cómo lo vendes y cómo lo tratas. Aquí (en Inglaterra) se juega en estadios más grandes cada dos por tres y los clubes apuestan económicamente más. Eso muestra el interés que hay para que el fútbol femenino siga creciendo.

Esa igualdad de la que hablad, ¿fue una de las cosas que buscaba a la hora de salir de España?

Sí, al final el Chelsea ha sido el equipo más dominador durante los últimos cuatro o cinco años. Pero, por ejemplo, el año pasado ganó la Liga en la última jornada y estuvo todo apretado hasta el final. Está claro que el Chelsea es el rival por batir, pero hay una sensación de que en todos los partidos puede pasar cualquier cosa. Además, tenemos las dos copas también y es un reto conquistar títulos aquí.

Cada vez son más las españolas que van a Inglaterra. Supongo que ya habrá hecho un pequeño grupo con sus compatriotas y se verán de vez en cuando, ¿no?

Sí, sí, es verdad que cada vez está viniendo más españolas para acá, pero casi no da tiempo a hacer esas reuniones. Obviamente con Cody, con Laia Codina, que estamos en el mismo equipo y vivimos cerca, me veo mucho. Hemos ido a visitar a Brun al Brighton unas cuantas veces. Maite Oroz vive bastante cerca nuestra también, pero no nos hemos visto todavía. Pero bueno, siempre hace ilusión cuando juegas en contra y ves a gente española.

También ha presentado su libro hace dos meses o así. ¿Qué le llevó a decir voy a escribir mi historia?

Bueno, la realidad es que no fue una iniciativa mía como tal, sino que me llegó la propuesta por parte de la editorial y mi agente. Decidimos que era un buen momento para hacerlo y nos tiramos un poco a la piscina. No era una iniciativa que tuviera en la cabeza, sino que se dio así. Estoy contenta de haberlo aceptado porque creo que ha sido algo bonito.

Lo titula ‘Mariona, cómo hemos cambiado la historia’, porque realmente su generación y la anterior han cambiado el fútbol femenino en España y a nivel mundial…

Sí, también antes de nosotras ha habido mucha gente que ha hecho muy buen trabajo y que también ha luchado y ha empujado. Esas otras generaciones no tuvieron su recompensa y nosotras seguimos su legado con la suerte de que los resultados nos han acompañado. Somos una generación que hemos tocado la parte amateur y la parte profesional, y ha sido un cambio bonito de vivir.

Claro, porque ustedes vivieron esa transición…

Sí, exacto. Ahora las jóvenes, Salma, Vicky y compañía, cuando suben, ellas pueden pensar que viajar en aviones privados es lo normal. Pero a día de hoy todavía hay equipos que no lo hacen, tienen viajes en bus, se lavan la ropa, llevan su botella de agua. Por eso creo que es importante que no nos olvidemos de dónde venimos.

Del pasado siempre se aprende, ¿no?

Sí, yo creo que hay que tenerlo en cuenta siempre.

En el libro habla mucho de la influencia de su padre. No sé qué papel tuvo y si me puede adelantar algo sobre ello...

Lo he dicho muchas veces, mi padre fue la persona que me contagió el amor por el fútbol. Él y mi hermano. Me acompañó, sobre todo, en los inicios cuando yo no tenía coche. Él era el que siempre me llevaba y alguna que otra anécdota por ahí en el libro… Pero no vamos a hacer spoiler.

Usted también ha vivido el desarrollo del Barcelona femenino desde que llegó a la Ciudad Condal. Es digno de ejemplo y admiración.

Yo creo que lo que le da más fuerza todavía a lo que ha hecho el Barça es que ellos apostaron por el cambio y los primeros años los resultados no llegaron. Nos hicieron profesionales, empezamos a entrenar por las mañanas, a tener más recursos, más gente de staff. Y la realidad era que durante esos primeros años estuvimos, no sé si tres o cuatro años, sin ganar la Liga. En ese momento hubiese sido fácil para el club decir, ah, mira, pues esto no funciona, fuera. Y a pesar de que los resultados en ese momento todavía no estaban llegando, el club confió en lo que se estaba creando, en el proceso que estábamos teniendo, y tuvo la paciencia de seguir apostando, de seguir mejorando y de seguir aguantando. Y al final, después de... X años los resultados acabaron llegando. Hubo un proceso y el club tuvo esa paciencia para que nos pudiésemos formar o para que pudiésemos. Eso lo hace todavía más especial.

Sí, porque se pasó de no ganar ni siquiera ligas en España, a conquistar tres Champions...

Sí, ese es un poco el contraste. Ahora la gente dice que el Barça gana muy fácil las ligas y es verdad, pero estuvimos cuatro años también sin ganarlas. Realmente es porque se ha hecho un trabajo y se ha hecho una apuesta. El Barça no ha ganado porque sí, ha ganado porque se ha hecho una apuesta y tanto las jugadoras como el club también han confiado en esa apuesta.

A pesar de ser usted una de las jugadoras más importantes de ese Barça, ¿se ha sentido alguna vez un poco infravalorada en cuanto a premios y reconocimientos individuales?

Al final cuando juegas en un equipo como el Barcelona, con gente tan buena, piensas que los premios se los podría llevar cualquiera. Y al final hay jugadoras que se los llevan y otras que no. Pero yo siempre he dicho que para mí el sentirme valorada por los técnicos y por mis compañeras, es con lo te quedas. Obviamente hace ilusión estar nominada o poder ganar premios, pero al final el trabajo de cada día y la gente que lo valora es la gente que está contigo. En ese sentido sí que me he sentido muy valorada y querida.

Tenían un poco de broma con esto en el vestuario, ¿no?

Sí, sí, también con mis amigas. Siempre me decían que era la infravalorada, que no se hablaba de mí. Bueno, al final el fútbol es así y yo he seguido trabajando. Creo que he tenido suerte, las cosas me han ido bien y bueno, pude estar en la última gala del Balón de Oro... Fue algo bonito, pero seguiré jugando y si las cosas van bien y me nominan bien y, si no, pues seguiré jugando igual.

Lo ha ganado todo con clubes y casi todo con la Selección, ¿les queda la espinita de la Eurocopa, que tienen a la vuelta de la esquina?

Creo que es un reto. Tenemos un equipo para ir a competir y a ganar. Y bueno, como ha dicho, hemos ganado algunos títulos, pero todavía no una Euro. Y sería bonito cerrar el círculo y poder ganar lo que nos queda, que es la Euro.

Y sobre todo después de unos Juegos Olímpicos a los que llegaron como favoritas y la gente se quedó con las ganas de un metal.

En ese sentido fue decepcionante también para nosotras. Obviamente queríamos tener una medalla, era la primera vez que nos clasificábamos, que también ya era algo histórico, pero creo que es un equipo con una mentalidad ganadora y al final el hecho de no llevarte medalla nos dejó una sensación decepcionante. No tuvimos unos buenos Juegos y eso demuestra que no vale con tener buenas jugadoras o un buen equipo. Al final, si no estás muy bien, hay otros equipos muy buenos también y te ganan. Y yo creo que eso también nos tiene que hacer valorar todo lo que hemos hecho y lo complicado que es repetir éxitos. Así que bueno, creo que las Olimpiadas fueron duras, pero tenemos ganas de poder redimirnos y a ver qué pasa en la Euro.

Hay Selección para rato entre las veteranas y la cantera que están llegando...

Al final basta con ver el palmarés de la selección en todas las categorías. Siempre sale España por ahí asomando la cabeza. Yo creo que el fútbol femenino español, en ese sentido, tiene para rato. Hay jugadoras muy buenas que ahora se forman desde bien pequeñitas también. Serán más buenas esas generaciones que lo que ha sido nuestra generación. Yo creo que a España le espera un futuro brillante, ojalá que con muchos títulos.

Eso le iba a decir, que al final son jugadoras que ya han trabajado desde muy pequeñas como futbolistas y llegan a la élite con una base espectacular.

Claro, yo creo que esa es un poco la ventaja que van a tener ahora estas generaciones. Por eso yo siempre digo que espero que estas generaciones superen lo que hemos hecho nosotras, porque ellas van a estar preparadas desde antes o mejor preparadas. Ojalá el futuro de España, como he dicho antes, sea tener muchos títulos en su palmarés.

¿Le da un poco de envidia sana el poder tener eso ahora?

Sí, pero creo que lo que nos ha tocado vivir ha sido algo súper bonito, porque como ha dicho, ha sido esa transición y ese cambio ha sido algo especial.

Después de tantos años en el fútbol, ¿cuáles son los grandes cambios que ha vivido?

Al final ha sido todo, pero se resume en el hecho de ser profesionales. Al final es poder dedicarte más tiempo a ti como deportista, el poder cuidarte más, el no tener que estar entrenando, trabajando, estudiando, sin dormir, comiendo mal porque no tienes tiempo, pegándote palizas en autobús... Es que somos futbolistas profesionales y nos dedicamos a ello.

¿Firmaría una final de Champions Arsenal-Barça?

Hombre, claro que sí, la firmaba ya.

Pero antes deben enfrentarse en cuartos de final a un viejo enemigo para usted, el Real Madrid…

Antes del sorteo, bromeábamos con las compañeras y yo les decía que quería al Real Madrid. Estoy contenta y con ganas de jugar contra ellas, también de poder jugar otra vez en España, mi familia ya esta planeando el viaje. Creo que si hacemos las cosas bien, podemos pasar la eliminatoria.

¿Cuáles han sido su peor y mejor momento dentro del fútbol?

Mi peor momento fue cuando encadené cuatro o cinco lesiones seguidas en los isquiotibiales. No conseguía salir de esos problemas musculares y sufrí mucho porque me cuestionaba todo. A nivel mental eso coincidió también con los problemas que tuvimos con la selección. Y bueno, fue una época mentalmente muy difícil. Y el mejor momento le diría que fue la final de la Champions el año pasado en Bilbao. Creo que fue un momento súper especial para todas las jugadoras y también para la afición por poder ganar una Champions en casa. Además, ganar los cuatro títulos ese año fue uno de los momentos sin duda más bonitos.

El mejor broche de oro para despedirse del Barcelona...

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