El enésimo resurgir de Rocío
La central, que se perdió el inicio de temporada por una lesión, encadena tres titularidades en Liga F rindiendo a buen nivel. Puede ser clave dando descanso a Méndez y/o Lakrar.
Siempre vuelve. La resiliencia parece ser un concepto hecho para Rocío Gálvez (Córdoba, 1997), cuya carrera ha estado marcada por las lesiones de rodilla. En el inicio de esta temporada, la central andaluza del Real Madrid volvió a estar apartada de los terrenos de juego, pero regresó al verde el pasado 12 de octubre, en el 1-4 al Athletic, y ya encadena tres titularidades en la Liga F Moeve rindiendo a muy buen nivel. Con María Méndez y Mäelle Lakrar fijas en el centro de la defensa para Pau Quesada, ser la tercera opción del entrenador valenciano es un objetivo prioritario para ella.
Porque Rocío no ha podido disfrutar de la regularidad deseada en las dos últimas temporadas por sus problemas físicos, pero en esta ya ha dado muestras de ser la misma que brilló en sus dos primeras campañas con el Real Madrid, en las que superó la treintena de partidos y levantó el Mundial con la Selección española.
Operada de una rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla derecha durante su etapa en el Atlético, allá por 2016, la central andaluza pasó después por Betis y Levante, en el que sufrió una rotura parcial del ligamento femoropatelar de la rodilla izquierda (2021).
Más tarde, ya como madridista, llegaron una rotura parcial en el menisco externo de la rodilla derecha, en diciembre de 2023, la misma afección por la que tuvo que pasar por quirófano en febrero de 2025. Así que, sí, Rocío sabe lo que es resurgir de sus propias cenizas...
Lo volvió a hacer para regresar al verde antes de finalizar la pasada Liga y repetir ahora tras perderse el inicio de temporada por lesión. Y es que, además, es una campaña especial para una Rocío que forma parte del grupo de capitanas del Real Madrid junto a Misa, Teresa y Athenea.
Precisamente la futbolista cordobesa lució la prestigiosa cinta en San Mamés, en su primer partido del curso, donde las blancas se llevaron el triunfo por 1-4. Aquellos fueron los primeros 90 minutos de Rocío, que formó pareja en el centro de la defensa junto a la joven Andersson.
Después llegaron otras dos titularidades, con 90 minutos jugados, ante el Levante (4-0), al que marcó en un córner y repitió junto a la jugadora sueca, y Espanyol (0-1), frente al que acompañó a Méndez.
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La asturiana, con 990 minutos jugados —la que más—, está siendo una fija para Pau Quesada, al igual que Lakrar, que acumula 690, pero el papel de Rocío Gálvez se antoja fundamental para que las centrales titulares descansen cuando sea necesario y todas lleguen a tope a los tramos decisivos de la temporada.
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