Amorós: “Nuestra ambición es que Gotham sea un referente mundial”

Del Madrid a Estados Unidos. Y del Parque de las Avenidas, donde jugaba de pequeño, a Nueva Jersey. Juan Carlos Amorós (Madrid, 1984) atiende a AS después de firmar por tres temporadas como entrenador del Gotham FC, equipo de la liga estadounidense (NWSL) del que son inversores grandes personalidades del deporte como Carli Lloyd, Kevin Durant o Sue Bird y al que intentará llevar a flote tras su última posición en este 2022.

El técnico madrileño, primer español en entrenar en la NWSL, ya consiguió esta campaña que Houston Dash, del que se hizo cargo en junio, jugase por primera vez en su historia los playoffs. Antes, en las casi diez temporadas que estuvo en el Tottenham (2011-20) llevó al equipo londinense a la élite. En la Liga española, salvó al Betis tras coger las riendas del equipo verdiblanco en enero de 2021 y consiguió la novena plaza en la 2021-2022.

Con un juego atractivo y dándole especial importancia al bienestar de sus jugadoras, Amorós será la pieza angular del ilusionante nuevo proyecto del Gotham, fundado en 2008 como Jersey Sky Blue y que en 2021 adoptó oficialmente un nombre con el que Amorós está encantado: “Es el nickname de Nueva York y la ciudad de Batman, que a mí me gusta mucho”.

—¿Feliz de afrontar un nuevo reto?

—Era un proyecto irrechazable, el sueño de cualquier entrenador. Tendremos un gran cuerpo técnico, la franquicia respalda mi visión, se me va a tener en cuenta para el diseño de dos ciudades deportivas. Están creando una estructura que no he visto en ningún equipo femenino. Al final son cosas que para los entrenadores son muy importantes, y, sobre todo, la ambición del Gotham de ser no un referente en Estados Unidos, sino mundial.

—Ha sido el primer español en ser entrenador en la NWSL...

—Sí y fue muy bien, y eso que tardamos un tiempo en llegar a Houston por la Visa. Pero desde que llegamos fuimos el mejor equipo de la liga con Portland (campeón) y Seattle. Batimos el récord de puntos, de goles, de partidos ganados fuera de casa... También tuvo mucho impacto el batir dos veces el récord de asistencia al estadio. Fueron 13.000 personas.

—¿Qué le atrajo?

—Es la mejor liga del mundo, un espectáculo y hay una gran competitividad. Cualquier equipo puede ganar a cualquiera y la clasificación varía mucho de año a año por la igualdad en el límite salarial, la posición para elegir en el draft... Eso hace que cualquier equipo pueda luchar por sus objetivos.

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—¿Qué objetivos se marca con el Gotham?

—Siempre es ganar. Queremos construir algo a largo plazo sin descuidar el corto. Nos gustaría por lo menos entrar en playoff o estar ahí. Desafortunadamente Gotham viene de batir el récord negativo de 13 partidos con derrota entonces hay que ver cómo está el equipo y para lo que está preparado. Todavía está renaciendo.

—¿Serán importantes los fichajes?

—Se está trabajando mucho por traer a algunas de las mejores jugadoras del mundo. Va a ser un invierno interesante.

—¿Qué filosofía le han transmitido?

—Quieren crear una identidad nueva, con un estilo de fútbol propio, que se dominen todas las fases del juego y que la afición se sienta orgullosa por las victorias conseguidas.

—¿Y cuál es la suya?

—Además de dominar todas las fases del juego y hacer un fútbol atractivo, la parte humana es la clave. Somos todos personas y como entrenadores tenemos responsabilidad de cuidar tanto a las jugadoras como al resto también. Es muy importante que vengan a un ambiente de trabajo seguro.

—Precisamente los escándalos de abusos han salpicado el fútbol femenino y la liga estadounidense...

—Sí, me da mucha pena... No podemos controlar los comportamientos de otras personas, pero sí condenarlos, por supuesto. Esta profesión es muy bonita, es una pasión. Eres como una referencia, tanto para niños y niñas, como si llegas a la élite, como en este caso. Ahora tenemos una responsabilidad de hacer cambiar esa imagen a través de nuestro de nuestro trabajo.

—¿Ha conocido algún caso cercano?

—Me ha llegado, claro, de otros equipos, en otras ligas también... Pero han sido situaciones personales en las que hemos tenido que ayudar y hemos podido hacerlo.

—Hasta allí ha llegado también el conflicto de las 15 en la Selección...

—Es una situación muy complicada. Opinar desde fuera es una imprudencia. Es una pena que se dé esta situación y ojalá que se solucione y se hable de la Selección porque vamos a ir a un Mundial a ganar y de toda la ilusión que genera. En los últimos años en el fútbol femenino español parece que solamente hay problemas: las árbitras, la televisión, las condiciones laborales de las jugadoras, los campos... Y es una pena porque hay muchísimo talento y gente trabajando muchísimo para que se hable de los éxitos.

—¿Ha podido seguir los éxitos de las categorías inferiores?

—Pedro López y Kenio Gonzalo han hecho un gran trabajo. Conozco otras federaciones en las que tienen muchísimo personal para estas categorías y no llegan a competir con España. Y en España hay poca gente empleada, ves cómo se mueven de la Sub-17 al cuerpo técnico de la Sub-20 y demás, pero al final consiguen imponiéndose. El trabajo de las chicas también es espectacular y es un orgullo. Además conozco a algunas de ellas del Betis, como Andrea Medina (Atlético), María Valle, Marina Rivas (Madrid CFF)...

—Ahora mismo hay poca presencia española en su liga...

—A ver si lo cambiamos (ríe). Se ha visto con Jenni Hermoso, Vero Boquete, ahora Ona Batlle... Para dar ese salto en la Selección se necesitan también experiencias internacionales y conocimientos de otros tipos de fútbol y culturas. Conseguir que alguna jugadora española más venga a Estados Unidos, ya sea a mi equipo o a otro, sería bueno para seguir incrementando nuestra visibilidad.