Vinicius vuelve a las andadas
En el Metropolitano volvió su versión más descentrada. Una amarilla por protestar le condicionó en el 3-2 y se jugó la roja ‘enzarzándose’ con Simeone.
Vinicius arrasó al Barça en Riad y cuatro días después dejó una imagen para la historia, persiguiendo a Griezmann desesperado para intentar enmendar un error y viendo al francés clavar el 3-2 que decantó el derbi. Cada visita de Vini al Metropolitano conlleva una carga de tensión que hace saltar todos los plomos. Primero los de los radicales, con sus impunes cánticos racistas en los aledaños del estadio, y luego los del propio brasileño, al que tanta sobrecarga emocional le descentra.
Por ahí se ganó de primeras una amarilla por protestar a Cuadra Fernández y ahí emergió la primera red flag con Vinicius. Minutos más tarde se jugó la segunda porque se enredó en un saca aquí o saca allá una falta a favor del Atlético. Segunda señal. La tercera fue nada más producirse el pitido final del partido que lo llevaba a la prórroga. Ahí, Simeone, estratega también de lo subterráneo, buscó a Vini o se dejó buscar en un encaramiento mutuo que parecía que iba a desembocar en la clásica y salomónica amarilla a ambos que al que mandaba a la ducha era al 7 madridista...
Todo esto se percibió también abajo, en el césped. Hubo un momento muy significativo. Después del 1-1, mientras el Madrid se preparaba para el saque de centro rojiblanco, los dos más veteranos y principales capitanes, Modric y Nacho, acudieron raudos a Vinicius para rebajarle las revoluciones y pedirle cabeza en esos segundos previos al descanso.
Esa amarilla con la que cargó como una losa Vini fue la que le impidió meter el pie cuando perdió la pelota con Griezmann y más cuando vio que su compañero Tchouameni dimitió a la hora de echarle un cable.
“Tiene que aprender”
Preguntado por las amarillas por protestar, que Ancelotti le reprochó a sus jugadores en el pasado, el italiano esta vez quiso ser más balsámico que severo. “Vinicius tiene que aprender esto, pero fue un partido con muchos duelos y a veces no eres capaz de tener la cabeza fría”, se limitó a decir.
No todos los procesos de aprendizaje en el camino al estrellato mundial son iguales. Mientras Bellingham es un alumno aventajado aunque lo viva con pasión, Vinicius aún está en proceso de autodominio emocional. Pero como dirían en su adorada NBA, Trust the Process...
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