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COPA (SEMIFINALES, IDA) | ATLÉTICO - ATHLETIC

Una final en dos estadios

Atlético y Athletic comienzan en el Metropolitano la semifinal de Copa. Nico viaja pero sigue en duda. Reinildo y diez más, el equipo del Cholo.

Una final  en dos estadios
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Fernández Menéndez, Miguel Án

En este miércoles. Hace ya dos semanas que el Atlético ya solo piensa en hoy. En el Athletic, la Copa del Rey. La final está a dos partidos. Una final a la que se llega solo tras superar una semifinal que será como una final a dos partidos, en dos estadios más bien. Primero el Metropolitano, después San Mamés. El equipo de los dos, Atlético o Athletic, que mejor sepa aprovechar el tiempo en su campo estará en la final. En el primero, no ha ganado aún ningún rival esta 23-24. En el segundo, solo lo hizo el Madrid y era mediados de agosto.

Decir que el Atlético llega cansado a un encuentro que pudo jugarse un día más tarde (mañana) ya se sabe (sigue el partido en directo en AS.com). De los dos días para trabajar esta ida que ha tenido el Atlético solo en uno, ayer, Simeone pudo trabajar con su plantilla al completo. Anteayer era de recuperación, con los titulares desgajados del grupo. Pero la Federación puso el partido así y no lo cambió ni aunque se pidiera con un juez y no hay más que jugarlo. Para el Atleti se ha convertido en el partido más importante del año. Luego ya vendrá el Inter, los octavos de esta Champions, y la lucha por ser de los cuatro primeros en la Liga por eso de la siguiente. El partido del año. Un título a tiro de tres. Claro, que para el Athletic también.

Un Athletic que además de dos días más de descanso (jugó el viernes mientras que los del Cholo lo hicieron el domingo, y un derbi) tiene para esta eliminatoria fresco un recuerdo: el día que se convirtieron en dragones ante el Atleti. Aquel partido en diciembre en San Mamés, último escenario de esta semifinal, en el que despedazaron a los del Cholo. Por aire, hierba y pizarra. Los leones se aferran a la vuelta en Bilbao, a poner de nuevo en práctica ese aluvión de velocidad, intensidad y fútbol. Se aferran allí, aunque primero será salir con opciones de aquí. Y aquí es el Metropolitano. Este miércoles. A Valverde, además, le puede faltar un Williams, armas de aquella avalancha. Nico, el pequeño, estará en la lista (parece; se conocerá hoy por la mañana) pero no para jugar: llega al partido muy mermado por un problema en el aductor derecho, tras un mal gesto ante el Mallorca el viernes. Berenguer es el llamado a intentar que no se le eche de menos.

El antídoto ante los Williams

Simeone, por si acaso, acaricia su antídoto como Marlon Brando su gato en El Padrino. Se llama Reinildo y está de vuelta once meses después de romperse la rodilla. Parece que nunca se fue. Con Reinildo, para los rojiblancos O’Rei simplemente, el Cholo vuelve a tener un equipo del Cholo: sólido y rocoso. Nico e Iñaki, los hermanos Williams, aún tienen pesadillas con el partido de Liga del Atleti en San Mamés de hace dos octubres. Reinildo los secó, los frenó, sobre todo a Nico, evitando tres ocasiones claras de gol, una hasta con la cara. Poco después, en febrero, se lesionó. Pero ha regresado en el mismo punto en el que se fue. Con piel de muro, inabordable. Simeone le dio descanso en el derbi porque, traicionando el primero de sus principios, lleva dos semanas afrontando partido a partido con ese miércoles en la cabeza. Reinildo y diez más. Su once para la semifinal se escribe bajo ese titular. Repartiendo descansos en jugadores claves ante Rayo (Koke, De Paul, Grizi, Morata) y Madrid (Lino, Barrios, el propio Reinildo) ha tratado de que sus futbolistas lleguen a hoy con resuello suficiente en las piernas.

Todos los futbolistas nombrados en el párrafo anterior estaban ayer en la prueba del técnico de cara a esta noche. Con Nahuel (y no Llorente, aunque el segundo esté por delante del primero en forma y fondo en estos momentos), un Savic redimido en el derbi, Witsel, O’Rei y Lino, quien adelanta a Riquelme en esa particular batalla por el carril izquierdo, aunque de ninguno sea la posición natural. El brasileño, de momento, saca dos cabezas de ventaja. Siempre alborota, desequilibra y propone. Arriba la dupla es la titular esta temporada, ese Griezmann al que el Athletic suele inspirar, su rival favorito, al que más ha marcado (14 goles en 31 partidos), y ese Morata con el que suma en la 23-24, 39 tantos (18 y 19 respectivamente). Aunque desde el banquillo Memphis aprieta. Ya termina partidos sin lesión y marca cada 77 minutos.

El Athletic, que jugará de blanco, por cierto, lleva cinco semifinales seguidas y dos finales, busca de estas alzar el título del que guarda 23 trofeos en su museo, 40 años después. Villalibre mantiene un idilio con la Copa, no en vano es el máximo goleador de la competición (seis goles) junto a Abdón Prats (Mallorca) y el ya eliminado Douvikas (Celta), pero quien hoy estará en punta ante el Atlético será Guruzeta, el 9 casi intocable para Valverde.

El Rubí, el Cayón, el Eibar (0-3) y Alavés (2-0) fueron los rivales que los vascos apearon para poder llegar hoy al Metropolitano (y a San Mamés el 29 de febrero). Al Lugo, Madrid (4-2) y Sevilla (1-0), los madrileños. Para encontrarse. En una noche en la que el ácido láctico deberá olvidarse. El trago final de esta Copa está en juego, este miércoles, y solo la alcanzará el equipo que de los dos dé el trago más grande en su casa.

El Metropolitano, con ganas de Copa, será una caldera

Otro partido, el Metropolitano rebasará los 60.000 espectadores de aforo. Otro partido, el Metropolitano volverá a ser Calderón. A rugir como tal, a empujar como en las noches de antaño en el río. Los santos en el bolsillo peinados, las gargantas a punto de miel. Ayer apenas quedaban mil a la venta: en un día se habían vendido quinientas porque 1.500 solo quedaban el día anterior. Después de haber pasado cinco años sin vivir un partido de Copa, desde los últimos octavos de final cuando la competición era aún a doble partido (fue eliminado por el Girona en el Metropolitano por el valor doble de los goles en contra, con un 3-3 tras un 1-1 en Montilivi) no vivía el Atlético en su estadio un partido de Copa como local.

Como visitante, el Atlético jugó en su estadio los dieciseisavos de final de la Copa 21-22 cuando la bola del sorteo le emparejó con el Rayo Majadahonda, club al que ya prestó su campo cuando ascendió a Segunda División durante las obras que acometió en el suyo para adecuarlo a la categoría, un suyo que se puede decir también del Atlético: el Cerro del Espino, lugar que aloja su ciudad deportiva desde 1998. Lo que vino después en aquella Copa fue la Real y derrota para los del Cholo, que llevaban el mismo tiempo sin partidos de Copa en su estadio sin ganarle a un rival de Primera División.

Y este de hoy es el partido. En negrita, subrayado y círculo de rotulador rojo alrededor. De la temporada al menos. El camino más corto para alcanzar un título que no se gana desde 2013 en el Bernabéu, el día del cabezazo de Miranda en la prórroga ante el Madrid y la bandera de Koke en el círculo central del Bernabéu celebrando. “Necesitamos más que nunca a nuestra gente. Se los siente cuando están, el equipo tiene otro paso, otra energía”, decía ayer Simeone en la sala de prensa. El jugador número 12. El entrenador y sus jugadores revelaron que el recibimiento al autobús en los octavos ante el Madrid esta Copa (“me recordó el día del Liverpool”, que dijo el Cholo, ida de octavos de Champions 19-20) lo llevaban en las piernas durante el partido. Lo ganaron.

Líderes
Paradas del portero
Asistencias totales
Faltas cometidas
Faltas recibidas
Tarjetas amarillas
Recuperaciones de posesión
Pases por partido
85.0