Una Copa del Rey de hilos invisibles y alto riesgo para el Leganés

Visita hoy el Leganés al Llerenense en la primera ronda de Copa del Rey (12:00, Estadio Vicente Sanz de Don Benito) con hilos invisibles de afecto y admiración uniendo la historia del líder de Segunda y este modesto equipo de Segunda RFEF, novato en una categoría a la que accedió hace dos temporadas (sigue el partido en directo en As.com). En 2009, el fútbol y sus giros quisieron hacer que al sur de la capital se hiciera famoso el pueblo de este equipo por ser lugar de nacimiento de una de sus leyendas, Carlos Martínez, al que se le conoce como el ‘Zidane de Llerena’ por una anécdota que maridó un autógrafo del galo, la camiseta pepinera del ahora técnico del Fuenlabrada (salvador del Lega el curso pasado) y una excelente campaña de marketing. No acaban aquí los nexos. Álvaro Martín, doble campeón del mundo de marcha (20 y 35 km) es también natural de Llerena y uno de los embajadores de este Leganés que, afectos aparte, visita al conjunto extremeño con el colmillo retorcido, sin ánimo de sorpresas y ungido de un altísimo sentido de la responsabilidad.

“No vamos a hacer inventos, no vamos a regalar nada”, avisó en la previa Borja Jiménez, entrenador blanquiazul al que sus orígenes modestos y pasado reciente en el extrarradio del fútbol profesional (hace un año estaba dirigiendo al Depor en Primera RFEF) hacen mirar al Llerenense como “un rival complicado” con futbolistas que conoce precisamente de esa experiencia reciente en Riazor. “Al club le gusta la Copa, pero es que a mí me encanta la Copa”, terminó de concretar como advertencia de que, lejos de tirar el torneo del KO, el Leganés pretende extender su racha de optimismo también a este torneo.

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Riesgos y rotaciones de cautela

En el mejor inicio de la historia del club (28 puntos de 39 posibles, sólo tres derrotas y apenas 5 goles encajados, entre algunos datos), el entrenador abulense se aferra al “victoria llama a victoria” para prolongar la racha y que este duelo no sea piedra que frene la correa de transmisión competitiva que le ha inyectado a sus jugadores, obsesionados en el objetivo de la salvación vía de los 50 puntos y, en este competición, también convencidos de que la relación es excursión al precipicio. Ya sucedió el curso pasado, cuando el Gernika (Tercera RFEF) los eliminó en la tanda de penaltis. El antecedente aún escuece en Butarque.

Es por ello que, aunque haya rotaciones, no será éste un partido para exponer demasiadas suplencias. “Veo el once de mañana y muchos de ellos han sido muy importantes y lo serán el domingo [ante el Cartagena] o el viernes [siguiente frente al Levante]”, comentó el preparador. Entre las entradas más destacadas, la de Dani Jiménez, confirmado en la portería y con una ventana abierta para tratar de hacerle palanca a Diego Conde, intocable entre palos desde que el mismo Jiménez se lesionara a principios de curso.

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Historia, una fiesta y la baja de Toy

Partido con tufo a trampa que en Llerena es motivo de fiesta… y exilio. La segunda participación del equipo en su historia en la Copa del Rey (la primera fue en los años 70) se ha mudado a Don Benito, a hora y cuarto en coche, por la negativa de la RFEF a que se pueda celebrar en el Fernando Robina, estadio que a ojos de la organización no cumplía con los requisitos mínimos. Y pese a ello, se espera fiesta del fútbol para un bloque ambicioso en su fútbol y tocado por ausencias importantes. Dos destacan.

Una es la de Maxi Ribeiro, chico con perfil ofensivo criado en las inferiores de Boca y procedente del Hércules. La otra, la de Jesús Toy, futbolista amamantado en el Llerenense y vinculado toda su carrera al equipo extremeño y que, por una lesión de larga duración, no podrá estar en la lista de esta cita histórica para su club. Maikel, delantero de los de Luismi Álvarez, es su mayor referencia ofensiva, con cinco goles en los nueve partidos disputados.

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