Trago para volver a la vida
El Atlético de Madrid, en apuros, inicia la Copa ante el Almazán. Simeone pierde a Reguilón, Morata, Carrasco y Kondogbia, pero no da libre a los mundialistas. Ilusión en los locales.
Y por qué no?”. Esa es la frase que desde el 24 de octubre más se escucha por las calles de Almazán. Villa soriana, a 30 kilómetros, 20 minutos por autovía, de Soria, sus 5.411 habitantes sintieron ese día que El Gordo de la lotería había caído en La Arboleda. La lotería de la Copa, primera ronda, el Atleti, el rival a batir. “No tenemos panaderos”, clama desde hace días el Twitter oficial del equipo en clara referencia a su amateurismo. No hay panaderos, pero sí policías, opositores, agricultores y estudiantes en este equipo que es noveno en la tabla del grupo 8 de Tercera RFEF, con 10 puntos, nueve partidos jugados, dos victorias y cuatro derrotas. Su fuerza, el grupo. Futbolistas que juegan de memoria y quieren hacer historia en su segunda participación en la Copa. Enfrente, el Atleti más débil de los últimos años (sigue el partido en directo en As.com).
Un Atleti que llega roto y vapuleado. Incapaz de ganar, perseguido por sus propios fantasmas, los viejos, aquel Atleti preCholo, de Manzano, los nuevos, ese penalti errado ante el Brujas por Griezmann, el de Carrasco ante el Leverkusen que le ha convertido en un equipo lleno de dudas, nervios y heridas. Las arrastra partido a partido sin capacidad para levantarse y dejar atrás, arrancarse la cara de muerto, agarrado a esta Copa como último elixir que puede devolver a la vida. Siempre el camino más corto a un título. Tras años de sinsabores, esta temporada es necesidad. Cinco partidos sin ganar lleva. Nunca, con el Cholo, se llegó a seis.
Sin confianzas. Un partido para el que Simeone no fiará ni regalará descansos. Antes que el Mundial está el club que paga, este Atleti que hay que sacar de la ruina. Habrá rotaciones, pero con cabeza. El parón no puede llegar con los rojiblancos también eliminados en Copa, el desastre total. Sin Europa, derrumbándose en LaLiga, caricaturizado en Copa. El equipo en el mismo punto en diciembre que cuando Simeone lo agarró. O peor. Entonces eliminado por un Segunda B, cuando ahora sería un Tercera. Dejar de encajar gol en la primera ocasión rival sería un comienzo sobre el que construir todo lo demás, como en los tiempos grandes cholistas.
Es el tiempo de los hombres. El Cholo lo lleva clamando desde hace semanas. Koke, si juega, como esperanza. Edipo es el gol en el Almazán. Un equipo para el que su entrenador, Diego Rojas, conduce 1.600 kilómetros a la semana de Aranda a La Arboleda para insuflar a su equipo de esa frase, “¿y por qué no?”. La misma que esta noche en Los Pajaritos, donde se disputará el partido, no quiere Simeone apriete aún más la corbata negra en su cuello, ya sin apenas respiración.
Día grande en Almazán, con charanga y verbena
Decir que Almazán se ha convertido en el centro neurálgico del fútbol soriano no es exagerar. El premio de jugar contra el Atlético es la recompensa al trabajo bien hecho. Con más de 50 años de historia, es su segunda participación en Copa. La primera fue en 1992, contra el Numancia. Además, Los Pajaritos verá, por tercera vez, un partido de fútbol donde el Numancia no es protagonista (los dos anteriores fueron de la Sub-21). Por otro lado, la Villa de Almazán luce con más encanto de lo habitual. El encuentro entre aficiones dará comienzo con charanga desde el mediodía, mientras que por la noche habrá verbena. Una verbena que será especial si los de Diego Rojas logran doblegar al Atleti.