Siempre finales felices
El Madrid es casi infalible a un partido. En el siglo XXI ha ganado 22 de 27 finales y desde que Florentino volvió en 2009, el promedio mejora: 19 de 22.
A un partido, el Real Madrid es casi infalible. A La Cartuja llegaba un equipo blanco híbrido. Entre las trazas de campeón en los días grandes, véase la Champions, y flaqueza en una Liga donde el trantrán, por estar coloreada de azulgrana la competición hace tiempo, dejaba más dudas que certezas en ciertas jornadas. En Sevilla compareció el Madrid campeón. Un Madrid que encendió la mecha del triunfo en el aperitivo y sufrió en los postres, pero que, aferrado a Vinicius (alborotador y desequilibrante) y Rodrygo (matador), demostró que en el cara o cruz sus finales casi siempre son felices. La de Osasuna fue la 20ª Copa del Rey y también la 22ª final a partido único que gana el club blanco en el siglo XXI. Sólo cinco se fueron al limbo.
Uno de los escasos patinazos llegó esta misma temporada, con la derrota en la Supercopa de España ante el Barça (1-3). Aunque el total, con el triunfo copero, presenta un bagaje del 75 %, cercano al 81,5 que promedia el Madrid en la presente centuria. El Eintracht fue el primero en toparse con la trituradora blanca en la Supercopa de Europa (2-0) y el Al Hilal, a pesar de tutear más de lo esperado por las desconexiones defensivas de los de Ancelotti, sucumbió en el Mundial de Clubes (5-3). En el horizonte, el más difícil todavía, Milan o Inter en la final de Champions de Estambul. Para ello, hay que dejar en la cuneta al Manchester City en semifinales.
Carletto conoce la receta y también el Real Madrid, que presenta un 100% en finales disputadas en Liga de Campeones. En 2022 (1-0, Vinicius) y 2018 (3-1, Benzema y doblete de Bale) fue el Liverpool el que hincó la rodilla; en 2017 el boleto de subcampeón le tocó a la Juventus (4-1, doblete de Cristiano, Casemiro y Asensio); en 2016 (1-1 con triunfo en penaltis) y 2014 (4-1 en la prórroga), el Atleti vio engordaba la vitrina de su gran rival; y la volea de Zidane ante el Leverkusen (2-1, el otro fue de Raúl) daba la bienvenida al siglo XXI de la mejor y más espectacular de las maneras. De hecho, fuera de nuestras fronteras, sólo el Atlético ha logrado hacer reblar a los blancos, con el 2-4 de la Supercopa de Europa de 2018. Y es que entre Intercontinentales (2002) y Mundiales de Clubes (2014, 2016, 2017, 2018 y 2023) también hay pleno. Pleno al 12 entre Champions y competiciones mundiales a nivel de clubes.
Un lunar y la vuelta de Florentino
El lunar, aunque la vigésima esté reciente, es la Copa del Rey. Tres triunfos (2011 y 2014 al Barça y la de Osasuna) y otras tantas derrotas. Especialmente dolorosa la de 2002, el célebre Centenariazo en el Bernabéu orquestado por el Deportivo de la Coruña. Y decisiva la de 2004, con un patinazo ante el Zaragoza que sentó las bases del desmorone del Madrid de un Queiroz que pintaba supersónico. Con la de 2013, perdida contra el Atlético, completando un torneo del KO con regusto agridulce.
Sólo la última, la de 2013, llegó tras el regreso de Florentino Pérez a la presidencia. Un Florentino que, desde que volvió al sillón presidencial en 2009, recuperó la dinámica ganadora que el club no había desarrollado con la misma asiduidad de antaño en su ausencia. 19 de las finales a un partido ganadas por el Madrid este siglo han llegado en la etapa 2.0 de Florentino como mandamás. “Santiago Bernabéu nos mostró que hay que luchar todos los títulos y sólo trato de seguir su enseñanza”, analizó el presidente madridista tras consumar su título número 56 ante Osasuna.19 victorias y apenas tres derrotas que disparan el porcentaje hasta el 86,4 %... y subiendo. Un Madrid donde las historias (casi) siempre tienen finales felices.