Pablo Ibáñez, el navarro que desató la locura en Pamplona

Osasuna no lo estaba haciendo bien en San Mamés, Iñaki Williams adelantaba a los leones en la primera mitad, lo que suponía empatar la eliminatoria de la semifinal de Copa. Los navarros defendían el resultado con uñas y dientes y lograron forzar la prórroga. Los de Arrasate parecían incapaces de marcar y cuando se asumía que la eliminatoria se resolvería en los penaltis, apareció él, Pablo Ibáñez. El pamplonés enganchó un balón, en el minuto 116, para colarlo en la portería del Athletic, Navarra entera celebraba el gol, lo mismo que los aficionados presentes en San Mamés. Terminó con la sequía de Osasuna en el momento oportuno. Llevaban 518 minutos de juego sin marcar. Los dos últimos goles han sido en la semifinal de Copa ante el Athletic: Abde el 1 de marzo y Pablo Ibáñez ayer

Quienes no siguen habitualmente a Osasuna ayer se preguntaban. ¿Quién es Pablo Ibáñez? ¿De dónde ha salido este chaval?

Pablo Ibáñez (Pamplona, 20 de septiembre de 1998) comenzó a pegar sus primeras patadas al balón en las categorías inferiores de Osasuna, por las que fue pasando hasta salir del club rojillo con 17 años, en 2014, para continuar su carrera en la Agrupación Deportiva San Juan y después en la Mutilvera y volver de nuevo a San Juan.

Osasuna seguía sus pasos y su buena progresión hizo que en enero de 2021, el club rojillo lo fichara. Pablo volvía a casa. Lo hacía para jugar en el filial, para ya el año pasado realizó la pretemporada bajo las órdenes de Arrasate. Sin embargo, la campaña pasada se encontró con el hándicap de no ser Sub-23, lo que le impedía jugar con el primer equipo. Su crecimiento en el filial continuaba y en marzo del año pasado, Osasuna amplió su contrato, que le liga al primer equipo, hasta 2024 y con una cláusula de rescisión de 25 millones de euros.

De nuevo, realizó la pretemporada previa a este curso con el primer equipo. Aprovechó los minutos que le dio Arrasate en los amistosos y puso la guinda marcando un golazo ante el Burgos. Debutó con Osasuna el 12 de agosto de 2022, en la primera jornada de la presente Liga, en un partido que los rojillos ganaron por dos a uno. Desde entonces ha jugado en Liga 517 minutos, repartidos en 19 partidos. Pablo es un jugador líder, polivalente, que se mueve bien como mediocentro defensivo o incluso central, además de tener gol.

Su primer gol oficial con la camiseta de Osasuna ha tardado en llegar, pero vale oro. Se hablará de él durante décadas. Valió el pase a la final de Copa, desató la locura en Pamplona y fue uno de los más aclamados en la llegada del equipo a la Plaza del Castillo, donde les esperaban cientos de aficionados. Entre bromas, Herrera le decía: “Yo iba a ser el protagonista pero me has quitado el protagonismo con tu gol”. Ibáñez, con total serenidad, midió los tiempos a la perfección, espero a que llegase el esférico a su posición y golpeó al balón con una colocación perfecta que acabó en el interior de la red a pesar de la estirada de Agirrezabala. “La verdad es que no he visto ni entrar el balón, pero sabía que entraba y lo primero que me ha venido ha sido ir para allá corriendo porque esto va por toda esta gente que ha estado animando todo el partido”, se emociono el rojillo, fan del equipo desde niño. “Soy de Osasuna desde pequeño y viví la final de 2005 como aficionado con seis años. Una vez que hemos llegado hasta aquí vamos a soñar y a por ella”, se ilusionó.

Esta mañana, con una gran resaca emocional, el mediocentro ha publicado este mensaje en sus redes sociales: “Sigo en una nube. Todo lo que rodea a Osasuna se merecía algo así. ¡Estamos en la final!”. Arrasate le dedicó: “Me alegro por él. Es muy osasunista, no ha tenido un camino fácil. Tuvo que salir de la cantera. Se lo merece y estoy contento de que haya sido él el que entra en la historia”.

Este es Pablo Ibáñez. No lo pierdan de vista porque seguro que dará mucho más que hablar.