Pablo Barrios y el espejo de Koke
El canterano da motivos a Simeone para ser importante en el primer equipo. Completó el duelo ante la Ponferradina y puede ser titular contra el Arenteiro. El capitán es su referente.
En época de crisis, tanto deportiva como económica, nada como dar paso a la cantera. El propio técnico se mentalizaba ante la salida cercana de Cunha y el probable adiós de João Félix. “Estoy mirando para adentro. Miro a los chicos del B, que me entusiasman y están en un gran momento. Es una categoría baja para compararla con LaLiga, pero están con mucha ilusión, Tevenet está trabajando muy bien y si hay que subir chicos de la cantera, para el club es lo mejor que nos puede pasar”, explicaba el Cholo en la previa al partido copero ante el Arenteiro.
Un encuentro donde el propio Barrios puede ser la gran novedad en el once. Ante las bajas del primer equipo, sin los cinco últimos mundialistas (Griezmann, Correa, De Paul, Nahuel Molina y Grbic) y las ausencias en la delantera, con Cunha ya en cuerpo y alma en Wolverhampton y João Félix aquejado de una faringoamigdalitis, es el momento de dar paso a los que vienen por detrás. Esos que levantaron el partido ante la Ponferradina cuando los Carrasco, Lemar, Savic, Kondogbia, Hermoso y compañía no habían podido. Del 2-0 al 2-4 en apenas 10 minutos. Suele decirse que la ilusión mueve montañas, y ante el Arenteiro el Atlético se enfrenta a un Everest de la Segunda RFEF. Nada como igualar en esas ganas al equipo local para poder avanzar de fase. Los Carlos Martín, Sergio Díez, Alber Moreno y compañía crecen año tras año y a la cabeza se sitúa un Barrios que ya completó ese duelo amistoso en Ponferrada a buen nivel y que a sus 19 años ha ido quemando etapas a una velocidad de vértigo.
Clave en la mejor participación de la historia del Atlético en la Youth League, alcanzando la temporada pasada la final four con Fernando Torres de director, Barrios dejó actuaciones espectaculares, con su tremendo doblete en Valdebebas para doblegar al Real Madrid como gran obra. Una pequeña venganza tras salir del máximo rival con 14 años y que volvió a dejar patente que talento no le falta a un centrocampista con visión de juego, trabajo, último pase y un gran disparo lejano. Tras cosechar el título liguero, el madrileño ascendió al Atleti B, donde se hizo con los mandos de la sala de máquinas desde el primer día. Tevenet encontró un guía y su buen hacer le llevó a debutar con los mayores en Cádiz. Y volvería a tener minutos en Oporto, donde era una de las pocas buenas noticias que se llevaba Simeone de la eliminación europea. “¿Si salvo a alguien además de Oblak? A Barrios. Me gustó el chico. Es un momento para aprender, escuchar y crecer. Tiene condiciones muy buenas, genera, ya en Cádiz lo hizo muy bien, hoy lo repitió… Me queda el sabor bueno de que está apareciendo un chico interesante”, expresaba el técnico.
La suerte no le acompañó cuando comenzaba a asentarse, sufriendo un traumatismo facial durante un entrenamiento que le dejó fuera de combate antes del parón y sin opciones ante el Espanyol y Almazán donde podía ser importante. Pero regresó con el Atleti B a gran nivel y en Ourense puede tener premio. En abril, antes de disputar las semifinales de la Youth League, Barrios atendía a AS en Nyon y tenía claro el espejo en el que mirarse. “Del primer equipo me quedaría con Koke por el trabajo y la constancia y es el mejor referente”. El ahora capitán se situaba en un lugar parecido en 2009, cuando el equipo no conseguía hilvanar juego en el medio y recurría a su cantera para intentar mejorar sus resultados. Ahora es el futbolista con más partidos disputados en la historia del club. Y hoy, ambos podrían compartir centro del campo.